Feelings. 'MinJoong'

Cap.III «Detente.»

–S-seong no t-toques ahí.–

Hongjoong se encontraba atado a la cama, desnudo, siendo torturado por su pareja. Cuando hace unos minutos se llevó una fuerte cachetada de parte de su novio no supo cómo reaccionar en el momento pero parecía ser parte del juego de Seonghwa, tan pronto recibió el golpe no tuvo tiempo de sorprenderse antes de que la lengua de su novio le tomara por sorpresa.

¿Será que estaba enfermo? Su novio le agredió pero seonghwa le gustaba tanto, como es que podría actuar tan estúpidamente por alguien a pesar de que el sabía que estaban mal aquellas cosas que le hacía, que se aprovechaba y lo maltrataba pero le gustaba tanto su chico.

–¿Porque no lo entiendes bebé?–

Seonghwa seguía torturando a Hongjoong, masturbando lentamente su erecto, rojo y punzante miembro que buscaba desesperadamente atención.

Le obligaba a hablar a pesar de el inmenso dolor que sentía en su entrepierna que con esfuerzo le permitía coordinar su respiración.

–Seong d-detente A-Ahh.–

–Te hice una pregunta.– Susurró con toda la calma del mundo, lo estaba disfrutando.

Tenía a Hongjoong tan vulnerable bajo a el, tenía todo el control con solo acariciar su miembro o lastimarte apretándolo sin piedad, dándole pequeñas pero duras palmadas.

–Q-que hice m-mal Mhhhh.– sus labios se apretaron y tiró su cabeza hacia atrás. Sus facciones faciales se empezaban a fruncir con el inmenso dolor y placer.

-No hiciste algo mal bebé pero hay algo que no comprendes. ¿No entiendes que eres mío cariño?- Tan pronto cuestionó aquella lenta y dolorosa masturbación se detuvo haciendo que el dolor de hongjoong creciera.

Su novio se revolcaba en la cama, movía sus piernas con desespero, su garganta solo repetía agudos quejidos y roncos gruñidos.

-Tocame, tocame, tocame.- Hongjoong comenzaba a rogar.

El dolor era de verdad insoportable, sus manos se tornaban moradas, se sentían frías amarradas en la cabecera de la cama, estaba tan desesperado por qué ayudará a sanar esa sensación tan punzante y dolorosa que lo único que podía hacer era rogar.

Denigrante. Pensó.

–Dilo.– El susurro de Seonghwa resonó en sus oídos.

–S-seong.–

-¿No me amas?-

–Te amo, te amo, te amo mucho.-–

Seonghwa besó con calma a Hongjoong, su lengua atrapaba la contraria con sus labios haciendo continuas succiones que se convertían en sonoros chasquidos que llenaban la habitación.

–Entonces dilo.– volvió a susurrarle.

–Soy tuyo.– Hongjoong no aguantaba más, no podía, quería llorar, quería gritar, dolía, dolía mucho no solo su entrepierna también sus manos necesitaban ser liberadas.

–Muy bien.– tan pronto terminó de pronuncias esas escasas palabras se encargó de masturbar al chico de cabellos grises que tenía debajo de el.

Inclinó su cuerpo hacia el cuerpo contrario logrando que chocara contra la piel desnuda de Hongjoong. Sus labios se juntaron y sus lenguas se entrelazaron con fervor hasta que aquella esperada liberación salió de la entrepierna del menor soltando el gemido más sonoro y agudo que su novio haya escuchado en mucho tiempo, teniéndolo tan tentado y desesperado Hongjoong no pudo callarse al sentir tanto placer y alivio.

Respiraba con dificultad incluso aún después de que estallara aquel líquido blanquecino que ahora recorría las prendas de su novio Seonghwa.

«Eres un estúpido Hongjoong.»

Cuando su cordura regresó, se arrepintió tanto de ceder tan estúpidamente a el. A dejarlo que lo torture con placer, a dejarse agredir por lo tontamente enamorado que estaba. ¿Porque tenía que ser así?

Su novio comenzó a desamarrarlo, sobando un poco las lastimadas muñecas. El pelinegro se inclinó para dejar un beso en aquella bonita frente.

–Descansa un poco bebé.– Tan pronto Seonghwa terminó la oración se retiró de la habitación dejando al chico solo.

De ahí en realidad Hongjoong no pudo aguantar más, las lágrimas empezaban a brotar sin control. Era un imbécil.

Lo sabía. Aún así estaba enamorado de el. Seonghwa estuvo ahí cuando pensó que nadie lo estaría.

Tenía sus razones pero ¿Estaba bien? El amor requiere sacrificios el solo está aguantando un poco por Seonghwa. El contrario parece disfrutarlo... si el es feliz entonces Hongjoong también lo sería.

🎴

Hongjoong conoció a Seonghwa cuando apenas iban en preparatoria a diferencia del mayor Hongjoong era abiertamente homosexual, esa fue la causa de burlas e incontables situaciones de acoso que vivía el día a día. Sus padres eran homofóbicos y como buen castigo le inscribieron en una preparatoria a la que solo asistían varones con las palabras "Si tanto te gustan quédate rodeado de ellos." Era horrible siendo sincero.

Hongjoong era el chico bonito, con buenas notas, buen cuerpo y buena personalidad y a pesar de que en su escuela la mayoría eran heterosexuales les gustaba aprovecharse de el y molestarlo.

El día en el que conoció a Seonghwa fue talvez el mejor y el peor día de su vida. Hongjoong fue arrastrado a los baños por un grupo de 3 chicos de final de año dónde lo hicieron arrodillarse a golpes y todos comenzaban acercar sus miembros al pobre y disgustado rostro de Hongjoong mientras se reían, se burlaban y le sujetaban fuertemente del cabello mientras se masturbaban frente a el con sus miembros fuera de sus pantalones.

Ese día se sintió tan patético, comenzó a llorar porque por más que otros chicos entrarán a los baños no hacían nada y comenzaban a reírse.

Todos excepto Seonghwa.

Aquel chico alto de cabellos negros se encargó de enfrentar a los 3 chicos que maltrataban a Hongjoong.

Después de la larga pelea tanto verbal como física aquellos chicos de último año se retiraron dejando solos a Seonghwa y a Hongjoong en los baños.

El menor se enamoró de golpe, las facciones del pelinegro, su formidable cuerpo, su amable tono de voz y aquella mirada que no lo veía con lastima como todos lo otros chicos enternecio su corazón.

Pasaron un par de años hasta que Hongjoong le dijo lo que sentía y Seonghwa lo correspondió sin titubear. Es su primer amor y le está muy agradecido por haber terminado con el sufrimiento que vivía en ese colegió todos los días.

Aún así Hongjoong se encontraba llorando en la cama mientras acariciaba sus pequeñas y maltratadas muñecas.