8

73 12 14
                                    

—Nya, me prometiste que ibas a venir con nosotros —exclamó Mateo, mi compañero de piso, asomando su cabeza por la puerta, mientras un pequeño puchero se formaba en sus labios.

—Pero va a estar él, y no quiero verlo. No estoy preparada —suspiré pesadamente, dejándome caer de espaldas sobre mi cama—. Me da vergüenza después de todo lo que pasó.

Mateo entró por completo en mi dormitorio, caminó lentamente para acortar la poca distancia que separaba mi cama de la puerta, y se dejó caer a mi lado.

—Todavía no entiendo qué pasó entre ustedes, ni por qué no nos lo dijiste antes, pero no dejes que eso te arruine el pasarla bien —suspiró, y se acomodó de costado, dirigiendo su mirada a mi persona—. Y si te llega a hacer algo, nosotros nos encargamos.

Asentí con una leve sonrisa formándose en mis labios, y luego de meditarlo unos segundos, me levanté y comencé a buscar en mi ropero algo decente para ponerme. Mi amigo sonrió, orgulloso de mi decisión, y salió de mi cuarto.

En menos de diez minutos, ya estaba más o menos lista, y nos encontrábamos saliendo los tres de nuestro apartamento. No vivíamos demasiado lejos del recinto, aún así decidimos tomarnos un taxi, porque la vagancia siempre termina ganando. Y porque tampoco escuchaban mis súplicas por hacer una caminata.

    En resumen, había vuelto hace casi nueve meses de mi viaje, y las cosas se habían tornado un tanto extrañas. En cuanto les conté a mis amigos sobre mi "romance" de dos días con Ginés, se sorprendieron bastante al ver quién era él realmente.

Ellos competían de tanto en tanto en batallas de freestyle y, al parecer, mi compañero de viaje también lo hacía en España. Estuve en shock durante algunos días, sin terminar de creérmelo del todo, hasta que decidí chequearlo por mi misma en Youtube y, en efecto, era verdad. Quise mandarle un mensaje para preguntarle sus razones de no habérmelo dicho, pero nunca contestó, por lo que decidí dejar de molestarlo. Desde aquel momento, no habíamos vuelto a cruzar palabra, y ya había comenzado a superarlo. O al menos eso era lo que creía.

    Por otro lado, hoy se realizaría la primera fecha de una nueva edición de la competencia God Level aquí en Buenos Aires, y Mateo era uno de los competidores confirmados. Al no tener idea de quiénes más estarían, decidí aceptar a su propuesta de acompañarlo junto a Valentín. Parecía un buen plan en aquel momento, pero claro, cuando anoche revisé la lista de participantes y vi que estaría Ginés haciendo equipo con un tal Force, mi emoción cayó hasta el subsuelo.

De cualquier manera, intenté mentalizarme de buena forma para poder disfrutar de una linda tarde con mis amigos. Quién sabe, quizá las cosas no saldrían tan mal.

<<<<<>>>>>

Habíamos llegado al estadio hace tan solo algunos minutos, y los chicos ya se estaban preparando para el Meet&greet, que comenzaría pronto. Yo había decidido quedarme en el backstage, sentada con un café en la mano, y mi celular en la otra. No me emocionaba demasiado estar dando vueltas por ahí, me sentía como un estorbo.

Estaba a punto de abrir el juego "Tomb of the mask" en mi celular para alejar un poco el aburrimiento, cuando sentí el sillón hundirse a mi lado. Levanté la vista, y me encontré con un chico mirándome atentamente. Le sonreí y me acomodé un poco mejor en mi lugar.

—Noto que estás demasiado aburrida, ¿no quieres venir afuera con nosotros un rato? —preguntó el castaño, con un acento marcadamente venezolano.

—Estoy bien, gracias —sonreí en forma de agradecimiento, y tomé el último sorbo de mi café—. No quiero molestar.

—Pues mira que loco, porque el que ha venido aquí a molestarte soy yo —no pude evitar reír al escuchar también su risa, era demasiado contagiosa—. Soy Manuel, aunque quizás me hayas escuchado nombrar como Letra. Es un placer.

—Ay sí, te conozco —me miró confundido y me adelanté a aclararme—. Sos el que hace equipo con Mateo. Yo soy Vanya, soy su amiga. El placer es mío.

Le tendí la mano, y él la estrechó amigablemente a forma de saludo. Como siempre, mi curiosidad fue demasiado fuerte, y le pregunté por qué no se encontraba con el resto de los chicos en el meet&greet.

—Les dije que iba a ir al baño, no creo que noten mi ausencia unos minutos.

Se encogió de hombros, y me sonrió. Seguimos hablando un rato, y no podía creer cómo la conversación fluía demasiado bien. Jamás había conocido a alguien que me haga reír tanto en tan poco tiempo como lo lograba hacer él, era demasiado gracioso, y se notaba que era buena persona.

Sin embargo, nuestra alegre conversación se vio interrumpida, cuando escuché una voz que se dirigía hacia nosotros. Más específicamente, a mí.

—¿Vanya?

Dirigí mi mirada rápidamente al lugar de donde escuché salir mi nombre, y mis ojos casi se salen de sus órbitas. No estaba lista, no tan rápido. Tierra, tragame ya mismo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 04, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Delayed Flight - [Walls]Where stories live. Discover now