Florecer

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Marco.

Desde niño siempre me he interesado por la naturaleza y a pesar de que en el colegio se burlaban de mí por esa razón, nunca dejé que nadie me quitará mi interés por ella. Cuando iba al parque trataba que los demás niños no dañaran las plantas o arbustos con sus balones al jugar fútbol o aplastaran las flores al correr sin mirar por donde pisaban.

Mi mamá siempre me decía que era un niño de lo más raro. No jugaba por ahí sin prestar atención a mi alrededor sino buscaba hasta el hueco más pequeño para explorar. Al ser su único hijo no tenía con quién compararme.

Hoy en día, sé que desde niño era un naturalista nato. Puede que me llamen hippie o chico verde, lo cual no entiendo ya que 1. No me veo como un hippie, 2. Que me guste cuidar la naturaleza no me vuelve un bicho raro y 3. Si no cuidamos la naturaleza hoy, mañana ya será muy tarde para tratar de salvar el planeta. Yo sé, yo sé, lo que está llevando a destruir nuestro planeta no sólo es que no cuidemos la naturaleza, también es la contaminación y el cambió climático que por si lo olvidan somos los HUMANOS lo que lo causamos. Pero por algo hay que empezar y si puedo aportar mi granito de arena para el cambio, lo voy a hacer, así deba dormir en un bosque para evitar que lo talen o enfrentarme a una hija de papi loca y desquiciada.

Puedo ser de lo más manso, como un cachorrito, pero lo que no soporto es que gente venga y por tener más dinero se crea que puede destruir bosques, como si fueran de su propiedad.

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