Toqué la puerta de tu habitación y entré sin esperar respuesta.
Estabas de pie junto a tu madre, acabando tu maleta.
Te giraste y los moratones ya casi habían desaparecido.
- Has venido. -dijiste sonriendo, y estampaste tus labios contra los míos.
- Claro que he venido, y te he traído estas flores. -sonreíste.
- Eres un amor, Aaron. -dijo tu madre.
- Te quiero y gracias. -dijiste y me diste otro beso.
- Te quiero. -la idea de estar juntos se me pasó por la cabeza.
Fin.
- Ayra. 🧸
ESTÁS LEYENDO
Maél [completa]
Short StoryTodas las mañanas al subirme al autobús estabas ahí, siempre me mirabas sin sonreír.