Capítulo 9

103 10 14
                                    

Narra Sol.

Me acosté en la cama y me quedé dormida.

Eran las 4:00 a.m. cuando miré el reloj. Me había despertado sobresaltada.

Di varias vueltas en la cama, pero no conseguía quedarme dormida. Bebí dos vasos de agua y estuve leyendo, pero el sueño no venía a mí. ¿Por qué razón? Encendí mi ordenador portátil y me puse a ver videos en you tube, con tal de aprovechar un rato más, y no supe en qué momento, había quedado profundamente dormida.

Unos golpes en la puerta de mi habitación me despertaron. Esta se abrió y pude divisar a mi padre con Jorge en brazos.

-Tienes que llevar a Jorge al hospital para que su pediatra lo revise-habló él-. Se te está haciendo tarde.

-¿Qué hora es, papá?-Quise saber.

Tenía mucho sueño y me dolía la cabeza horrores.

-Son las 10:45 a.m. y tu cita en el hospital es sobre las 11:30. Llevas el tiempo justo. Ya le he dado de desayunar a Jorge, así que, es una cosa menos tienes hacer-respondió.

-Papá, si no es mucho pedir, ¿te importaría ir a ti? Es que he pasado mala noche y estoy agotada. Necesito seguir durmiendo. Hoy no tengo que ir a trabajar, por lo pronto-pedí.

Y pasé mi brazo izquierdo por la frente.

-¿Estás enferma? Vente y que te revisen en el hospital. Será mejor para ti-continuó mi padre.

-No, papá. No estoy enferma, pero me ha costado mucho dormir y ahora mismo, a consecuencia de esto, llevo un horrible dolor de cabeza. Desayunaré algo y me tomaré una aspirina, pero no iré al hospital. O al menos, no por ahora. Si empeoro, te prometo que me pasaré-dije.

Mi padre no dijo nada, solo asintió con la cabeza y salió de mi habitación cerrando tras de sí.

Estaba en mi cama tranquilamente cuando escuché un fuerte ruido en la planta baja. ¡Qué extraño! Mi padre estaba con Jorge en el hospital, no entendía nada. Me puse mis chanclas de estar por casa y decidí bajar a ver.

Al llegar abajo, me llevé una amarga sorpresa. Mi madre estaba frente a mi con Karol.

-¿Se puede saber qué hacéis aquí?-Cuestioné seriamente.

-Nos hemos encontrado por casualidad y hemos decidido venir a ver a Jorge. ¿Está por aquí?-Empezó mi madre.

-No, mamá. Papá se lo llevó al hospital, hoy tenía cita porque ha estado enfermo-respondí.

-¿Qué dices? ¿Por qué no nos has avisado, Sol?-Preguntó Karol indignada-Tengo derecho a saberlo, yo también soy su madre.

-Lo sé. Perdón por ello, pero, lo cierto es que no caí en cuenta de ello. Ni si quiera se me pasó por la cabeza. Si solo veníais a eso, ya podéis iros. He pasado mala noche y solo quiero acostarme y descansar-dije desanimada.

-¡Oh, no! Todavía no hemos acabado lo que queríamos-negó mi madre.

-¿Entonces? Id al grano, por favor-pedí.

-Hemos venido a por ti-respondió Karol-y a por Jorge. Pero, como el pequeño no está, pues serás solo tú.

-¿Cómo? ¿Qué queréis?-Pregunté.

-Ya te lo hemos dicho. Si no nos acompañas voluntariamente, lo tendremos que hacer por las malas. Y no te gustará-insistió mi madre.

-No, no me iré con vosotras. Es más, voy a llamar a mi padre para que vuelva ya a casa-dije.

Estaba sacando mi móvil cuando mi madre me lo quitó de las manos.

-¿Qué haces? Lo necesito. Si me llama mi novio tengo que cogerlo-me quejé.

-¿Novio? ¿Tú tienes novio? ¿No que te gustaba Karol?-Cuestionó mi madre.

-No, solo estaba confundida porque la quería. Pero ahora me doy cuenta de la diferencia entre querer y amar, y también, lo equivocada que estaba-respondí.

-¿Y quién es el afortunado?-Preguntó Karol.

-Robert Pattinson-respondí orgullosa.

Sonó el timbre de mi casa. Fui derecha a abrir, pero Karol y mi madre me agarraron para impedirlo. Intenté gritar, pero me taparon la boca.

-¡Cállate, Sol! Como arruines esto, vas a saber quién soy-comentó Karol.

La miré a los ojos. Chupé su mano.

-¡Ayuda!-Grité justo antes de que mi madre me tapara la boca con su mano.

-No vuelvas a hacer eso, Sol, por el bien de tu hijo-amenazó mi madre.

No dije nada. No quería que le hicieran daño. Karol, de la nada, me dio un golpe en la cabeza y me golpeé contra el suelo. Mi visión se nubló y caí en la inconsciencia.

Narra Robert.

Tras mi charla con la chica esa, me quedé muy pensativo y mi plan de dormir la siesta, se fue por la borda. En mi mente solo había miedo y preocupación.

Eran las 2:15 p.m. cuando sin pensarlo, decidí ir a casa de Sol.

Al llegar toqué al timbre. No obtuve ninguna respuesta ni oí posibles ruidos. ¡Qué extraño! Según me dijo el señor González, Sol había pasado mala noche, pero se hallaba en casa. Si estaba dentro, ¿por qué razón no abría la puerta?

-¡Sol! ¿Estás ahí? Soy yo, Robert. Ábreme, por favor. Necesito verte-rogué.

Nada. Seguía sin oír nada. Iba a darme la vuelta cuando lo escuché perfectamente.

-¡Ayuda!-Gritó alguien desde dentro.

Di la vuelta y volví a tocar el timbre. Ya no conseguí escuchar nada. No me iba a dar por vencido. Me alejé un poco, y luego di un golpe con mi hombro en la puerta.

Esta cedió y mis ojos no me prepararon para la escena que me encontré. Algo me dice que no se habían dado cuenta hasta que se me escapó un sonido de sorpresa.

Continuará....

Dificultades existentes para ser feliz (Robert Pattinson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora