Capítulo 10

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Narra Robert.

No pude reaccionar. Vi a Sol completamente inconsciente. Su madre le estaba inyectando algo en el brazo derecho mientras que Karol ataba las manos y los pies de Sol. Le habían puesto una mordaza en la boca y llevaba un torrente de sangre desde su cabeza.

Cuando pude salir del shock me acerqué y las alejé de Sol.

-¿Qué le habéis hecho?-Pregunté fuera de mis casillas-¡Salíos de la casa ahora o llamo a la policía! Aunque creo que el señor González, el padre de Sol, estará encantado de hacerlo en el momento en que lo sepa.

-No te atrevas a decirle, doctor Pattinson-advirtió la madre de Sol.

-Claro que sí. Lo que estabais haciendo era un delito muy grave-insistí.

Saqué mi móvil y llamé al hospital para que trajesen una ambulancia urgentemente.

-¿A quién llamas? ¿Qué haces?-Preguntó Karol.

-No sé, tal vez....LLAMAR A UNA AMBULANCIA-recalqué molesto.

¿De qué iban estas tías? ¿Tan lejos pensaban llegar al lastimar a un joven y coger a su hijo? Estas dos están locas de remate.

Se fueron tras advertir que esto no iba a terminar así y en minutos llegó la ambulancia.

Me monté con ella tras haber dejado cerrada toda la casa y fuimos hasta el hospital.

Paseaba nervioso dentro de la sala de urgencias. Había llamado al padre de Sol, que en estos momentos estaba sentado y esperando conmigo en la sala. El pequeño estaba dormido en su carro.

Un doctor se adentró en la sala.

-¿Familiares de la señorita González?-Preguntó él.

-Nosotros-respondimos el padre de Sol y yo al mismo tiempo.

-¿Qué le sucede a mi hija, doctor?-Quiso saber el padre de Sol.

-Tengo noticias buenas y malas. ¿Cuál queréis saber primero?-Cuestionó él.

-Las buenas-respondió el padre de Sol.

-Hemos logrado curar la fuerte herida de su hija y está estable. Le he puesto antibióticos y fármacos para el dolor-explicó el doctor.

-¿Y cuál es la mala noticia?-Pregunté ansioso, aunque me temía el que podía ser, a juzgar por la gran herida que le vi.

-Lamentablemente, ha caído en coma. No sabemos cuando despertará o si lo hará-contestó él.

¡Mierda, lo sabía! Ya me temía esto desde un principio. Pero todavía no entiendo el tema de la inyección.

-¿Cómo que no sabe si despertará? ¿Está diciéndome que mi hija va a morir?-Gruñó el señor González alterado.

-No, nada más lejos de mis intenciones, señor González. Pero el estado de Coma puede durar días, semanas, meses o incluso años. Algunas veces, el paciente no llega a sobrevivir dependiendo de las heridas y ciertos factores-aclaró el doctor.

-Gracias por la noticia, doctor. ¿Podemos entrar a verla?-Quiso saber el padre de Sol.

-Sí, claro. Pero háganlo por turnos-terminó el doctor.

-Pase usted primero, señor González-pedí.

-¿Estás seguro?-Cuestionó él.

-Por supuesto-asentí.

-Bien. ¿Te importa cuidar de Jorge mientras tanto?-Finalizaba el señor González.

-No, para nada. Pase tranquilo, yo lo cuido-negué.

Y el padre de Sol entró en la que era su habitación. Agarré el carro de Jorge y caminé en busca del doctor.

Cuando lo vi, lo detuve por unos minutos.

-¿Sabe qué era lo de la inyección que le comenté anteriormente y que le pedí que mantuviera en secreto?-Le pregunté.

-Ah, sí eso. Gracias a dios no era nada grave. Le hice una analítica de sangre y los resultados indicaban que solo era una alta dosis de calmante. La debieron dormir-explicó él.

Dejé escapar un suspiro de alivio.

-¡Gracias a dios!-Exclamé.

-Robert, por mi parte, todo está hecho. Ahora, el que despierte del Coma, está en ella únicamente. Cuando lo haga, si es que lo hace, que esperemos que sí, ahí estaré para revisarla, cosa que haré todos los días-me intentó animar.

-Lo sé, gracias-acepté.

Y conduje el carro de nueva cuenta a la sala de urgencias.

Esperé y cuando el padre de Sol salió, entré y le pedí permiso para llevarme a Jorge. Se me estaba ocurriendo que quizá al sentir a su pequeño Sol despertara.

Él me asintió y cuando entré, me acerqué a la cama para depositar a Jorge profundamente dormido a su lado, y coger su mano derecha.

-Sol, amor. No te puedes ir. Tu vida estaba a punto de cambiar y tienes a un padre y un hijo que te necesitan. Por favor, lucha. Te necesitamos de verdad-hablé con voz triste.

Bien sabía que no me respondería, pero valía la pena intentarlo. El hablarles a las personas en Coma, podía ayudarles a despertar.

Dos semanas después....

Me encontraba con Jorge en la habitación que le habían asignado a Sol. El pequeño estaba tumbado junto a Sol mientras que yo lo sujetaba con cuidado.

Un movimiento me llamó la atención. Fue leve, pero fácilmente apreciable. Rápidamente tomé su mano.

-Sol, soy yo Robert. Estoy aquí. ¿Puedes oírme?-Comenté.

La miré tranquilamente y con esperanza, esperando a que me respondiera con un pequeño apretón.

Así pasó, pero sus ojos no se abrían.

-Sol, aguanta, por favor. Te necesitamos-seguí insistiendo.

Sentí otro apretón. Salí corriendo con Jorge en mis brazos y avisé al doctor que la había atendido.

La revisó y tomó su mano tal cual había hecho yo.

-Señorita González, ¿puede oírme?-Intentó él.

Esperamos, mas no respondió nada.

-Me temo que ha sido una falsa alarma, quizá un pequeño reflejo-habló el doctor-. Lo siento. Pero sigan hablándole porque puede funcionar.

Y el doctor salió de la habitación.

Me senté en una silla junto a la cama donde yacía Sol, con Jorge en mis brazos. Le di un biberón de leche que llevaba y, a continuación, lo dormí.

Continuará.....



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⏰ Última actualización: Apr 15, 2020 ⏰

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Dificultades existentes para ser feliz (Robert Pattinson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora