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Esa misma noche Sung Kyu se dedica a leer mientras se llega su hora de dormir. Le gusta conciliar el sueño mientras piensa en escritos profundos que le ayudan a relajar la mente. Ya se ha duchado y se ha puesto el pijama.

Sus párpados comienzan a pesarle y opta por dejar el libro en la mesita de noche al lado de la cama. Se cubre hasta la cintura con las sábanas, deja la lámpara encendida y cierra los ojos para comenzar a dormir. Luego, escucha que la puerta del cuarto se abre. Sabe que es su marido el que ha entrado y en seguida siente cómo Woo Hyun se acomoda en la cama.

Un penetrante olor a alcohol llega hasta su nariz y el chico frunce el ceño. Woo Hyun se acerca más a él y pasa su brazo por encima de su cuerpo, sujetándole con fuerza de la cintura mientras entierra el rostro en el hueco de su cuello. Sung Kyu siente de pronto los labios húmedos de Woo Hyun comenzar a besar su piel con suavidad, y el muchacho se estremece.

Nam desliza la mano por debajo de su playera y sube de intensidad los besos. Comienza a acariciar con impaciencia el abdomen de Sung Kyu, y el chico arruga las sábanas entre sus manos por la sensación.

De un momento a otro, Woo Hyun se incorpora, haciendo que el muchacho abra los ojos de golpe. Nam no lo piensa siquiera, y empieza a recorrer el cuerpo de su joven esposo con la mirada. El mayor se sienta de pronto sobre las caderas de Kim y el menor siente un poco de temor. Enseguida nota que Woo Hyun está completamente ebrio cuando lo toma de las muñecas y las pone sobre su cabeza.

—¡Estás borracho! —reclama Sung Kyu, molesto y asustado, pero Woo Hyun sólo le dedica una media sonrisa.

—Te amo, te amo, te amo... —repite Woo Hyun, apretando más su agarre al mismo tiempo que se le echa encima al chico para besar su cuello con lujuria. Sung Kyu siente que el mayor le deja marcas hasta las clavículas al intentar acomodarse entre sus piernas. Kim aprieta los ojos con fuerza y quiere quitárselo de encima, pero Woo Hyun es más fuerte, luego, el mayor acerca sus labios a los del muchacho y éste empieza a temblar cuando su marido lame su boca con demasiado deseo.

El joven se resiste lo más que puede, Woo Hyun se levanta un poco y sonríe socarronamente, pero, cuando deja ir una de las muñecas a Sung Kyu, el muchacho golpea con demasiada fuerza el rostro de su apuesto esposo. Woo Hyun se queda pasmado, abriendo los ojos ante la repentina bofetada de su joven consorte y con el ardor en la mejilla. Sung Kyu siente su corazón acelerado y por un momento cree que su marido se molestará, pues están casados, y es por demás natural que tengan relaciones sexuales; pero Sung Kyu no piensa entregarle su virginidad de esa manera —y, de hecho, había pensado que no se la entregaría a él precisamente—, sin embargo, cuando quiere reclamarle a Nam lo inapropiado de su conducta, el mayor lo mira, apenado, y el muchacho ya no puede decir nada.

—Lo siento, Sung Kyu... Perdóname, por favor —murmura mientras se baja de la cama.

Sung Kyu se sienta sobre el colchón y le observa, inquieto. Woo Hyun ya no puede verlo a los ojos y sale de la habitación, ante la mirada desconcertada de su joven consorte.

El más joven quiso decirle algo, una pequeña disculpa tal vez por haberle abofeteado. Woo Hyun había sido brusco al intentar obligarle, pero Sung Kyu no estaba seguro si le habían molestado los excitantes besos de su marido.

Kim exhala con lentitud, y luego se muerde el labio inferior mientras se acomoda de nuevo en la cama.

A la mañana siguiente, Sung Kyu se levanta y nota que Woo Hyun no ha regresado a la habitación durante la noche para dormir con él. Es domingo, y ese día tiene la costumbre de levantarse más tarde de lo habitual.

El joven se cambia de ropa y cuando se acaba de arreglar, baja al comedor, donde ya lo espera Woo Hyun para desayunar. Kim quiere saludarle, pero recuerda lo de la noche anterior, así que sólo se sonroja un poco por la vergüenza y si más, toma asiento. Los sirvientes comienzan a servir los platillos y, en ningún momento, la mirada del mayor se cruza con la suya.

Sung Kyu empieza a comer y su marido le imita. Llevan casi medio desayuno ingerido, cuando Woo Hyun deja los cubiertos sobre la mesa y le llama.

—Quiero pedirte disculpas. Anoche no estaba en mis cinco sentidos y entenderé a la perfección si quieres regresar a tu antigua habitación.

—No quiero —le interrumpe, haciendo que Woo Hyun se sorprenda— A decir verdad, yo también tengo que disculparme contigo. No estuvo bien que te golpeara —menciona agachando la mirada, y su esposo niega con la cabeza en seguida.

—¡No! Eso era lo que debías hacer. Perdí la razón por un momento e intenté aprovecharme de ti. Perdóname. Yo sé que no es excusa, pero, sólo quiero que sepas que te amo, y que... te deseo demasiado.

El más joven traga saliva y aprieta los labios al sentir sus mejillas arder. Su corazón late descontrolado y nota que Woo Hyun le mira, como deseando que responda a sus palabras.

—Sung Kyu... ¿yo no te gusto? —inquiere Nam, tomándole por sorpresa.

Entonces lo ve a los ojos, y el brillo en ellos rebosa de expectación, lo que hace que Sung Kyu baje la mirada. Su corazón ha empezado a latir más rápido, pero el muchacho cree que sólo es porque no sabe cómo responder a ese inesperado cuestionamiento.

¿Acaso hay algo que le gusta de Nam? Él nunca se ha puesto a pensar en eso, o más bien... no quiere.

Algo como eso no debería importarle siquiera.

—¿No hay nada que te guste de mí? —insiste su esposo con la voz temblorosa, y en ese instante Sung Kyu levanta la mirada.

—Bueno... Te he escuchado cantar en la regadera —menciona, pero aquella respuesta se siente tan ambigua.

—¿Cómo dices?

Sung Kyu parpadea varias veces y se muerde el labio inferior antes de aclararle su respuesta.

—Que te he escuchado cantar y, tu voz... me gusta —confiesa, y el mayor abre más los ojos mientras sus mejillas se tiñen de rojo.

Sung Kyu retoma el desayuno y le resta importancia a la conversación, sin embargo, es la primera vez que le dice algo amable a Woo Hyun, así que el hombre no puede evitar sentir que un poco de esperanza surge en su tibio corazón.

Can't Get Over You | WooGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora