THE CHANCE OF LOVE

29. Otra posibilidad.

Por la mañana, Baekhyun despertó solo en la cama. De cierto modo se sintió aliviado, aunque también un poco decepcionado.

Hizo algunos ejercicios de estiramiento y buscó cosas que recoger u ordenar en la habitación, cualquier cosa que retrasara su encuentro con Chanyeol, que, a juzgar por el delicioso aroma que envolvía todo el departamento, estaba en la cocina. Suspiró al notar que incluso la jaula de Max estaba limpia y decidió salir. Su estómago apoyó aquella decisión.

Pero primero debía ir al baño. Todo bien, todo normal, hasta que se vio frente al espejo. Además de un cabello desastrosamente disparado en cualquier dirección, tenía una serie de marcas violeta adornando buena parte de su cuello y clavículas. Cerró los ojos y recordó la forma en que Chanyeol se había entretenido mordisqueando, chupando y lamiendo su piel mientras tenían sexo la noche anterior. Se mojó el rostro e intentó tranquilizarse. No estaba molesto por la forma en que el idiota lo había marcado, pero tampoco quería sentirse contento por ello.

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El calor subió por su cuello y cubrió su rostro entero al llegar al comedor. Chanyeol le daba la espalda mientras preparaba sus famosos omelettes; usaba bermudas y una camiseta sin mangas que dejaba en evidencia los estragos de la noche anterior. Había líneas rojizas en sus hombros y brazos y Baekhyun pudo imaginar cómo lucía su espalda completa. Se miró las uñas y notó que estaban más largas de lo normal. Se llevó una mano al cuello y acarició distraídamente las marcas violetas que había encontrado en su propia piel.

Chanyeol se giró y le ofreció un plato con comida y una tímida sonrisa.

—De cuatro huevos, seré flexible solo por hoy porque soy un buen esclavo.

Baekhyun asintió y decidió mantener su mirada clavada en el plato de comida mientras comía sin mucho entusiasmo.

—¿No tienes hambre? ¿Tienes mareos? ¿Te sientes bien? —Chanyeol le preguntó después de un largo rato de silencio. Baekhyun no estaba comiendo, solo jugando con la comida dentro de su plato.

Baekhyun levantó la mirada y sin querer se hundió en los espesos estanques marrones que Chanyeol tenía por ojos. Desvió su mirada para no ahogarse en ellos y terminó atrapado en la maravillosa vista de esos labios gruesos que tan bien besaban. No, tenía que detenerse, las cosas no estaban yendo en la dirección correcta. Desvió su mirada de nuevo solo para ir a parar en los brazos gruesos, fuertes y llenos de venas saltadas que se apoyaban en la mesa.

—¿Te hice mucho daño? —Baekhyun preguntó sin proponérselo.

Chanyeol hizo un gesto de incredulidad y empezó a sacarse la camiseta. Se puso de pie y le mostró su espalda desnuda.

El embarazado jadeó.

—Iba a pedirte que me ayudaras a ponerme cicatrizante —Chanyeol dijo, dándose la vuelta para mirarlo.

Pero Baekhyun solo miró su pecho desnudo que estaba casi intacto, excepto por un par de marcas violeta justo en el centro. Le gustaba mucho el cuerpo de ese presumido, era musculoso pero no de forma exagerada, solo lo suficiente para ser muy caliente.

Un momento. No debía estar pensando en eso, era hora de dejar las cosas claras. Podía hacerlo, así como lo había ensayado frente al espejo.

—¿Chanyeol?

Sus miradas se encontraron, ¿qué seguía? ¡Ah, sí! "Respecto a lo de anoche, no volverá a pasar".

—¿Sí? —Chanyeol murmuró, inclinándose hacia él.