Subí a mi habitación mientras mi padre hablaba por teléfono con Ilusion, preferí no escuchar absolutamente nada de lo que decía, porque ya sabía qué era lo que iba a decirle, que todo esto fue consecuencia de mi inmadurez, que yo soy la única responsable, que las amistades que tengo no me van a llevar a ningún lado, y muchas cosas más que en el fondo yo sabía y estaba segura que eran ciertas pero que no quería aceptar.
Lo que mi padre diría no me preocupaba en lo absoluto, lo que me preocupaba era lo que Ilusion diría, no la conozco muy a fondo, tampoco puedo leer su mente, pero de lo que sí estoy segura es que las palabras que mi padre le dijo la noche anterior la habían hecho sentir mal, lo pude ver en su rostro, impotencia, incomodidad, molestia y lágrimas contenidas, los sentimientos necesarios para hacer sentir a cualquier persona como una completa basura.
- C - salí de mis pensamientos y dirigí mi mirada a la puerta de mi habitación.
- Pasa - dije mientras me sentaba sobre la cama y veía como mi puerta se abría dejando ver poco a poco la silueta de mi padre.
-Ya hablé con Ilusion - Dijo acercandose a mí y dándome unas palmaditas en el hombro izquierdo, lo mire a los ojos mientras intentaba tragar saliva hasta que tuve el valor para hablar.
-Ella... ¿volverá?- apreté un poco los dedos de mis manos intentando no empezar a temblar.
-Cariño, ella está muy molesta por todo lo que ocurrió la otra noche- me hizo señales con sus manos indicando que tomaría asiento a mi lado, asi que me acomode de forma en que pudiera hacerlo.
-No la culpo papá, realmente me comporté como una adolescente mimada - él soltó una risa y tomó algo de aire para comenzar a hablar.
-Sin embargo y pese a todo lo que me dijo, ella... aceptó regresar - me miró y no pude ocultar la enorme sonrisa que se formó en mi rostro
-Dime qué estás hablando en serio - Dije sin poder contener mi felicidad, me miró a los ojos y de nuevo colocó su mano en mi hombro de manera delicada.
-Mañana por la mañana estará contigo otra vez, pero hija por favor, piensa y reflexiona en todo lo que hiciste y pídele disculpas desde el fondo de tu corazón, prometeme que serás alguien mejor, se la Connie que me llena de orgullo y que es un ejemplo para Jethro, se la niña que tú madre quería que fueras y no cometas estos errores de nuevo, confío mucho en ti - Dijo para luego levantarse de la cama.- Ten un lindo día C, tengo trabajo que hacer- me regaló una última mirada y salió por la puerta por la que minutos antes había entrado.
Me acosté en mi cama y comencé a mirar el techo mientras pensaba una buena forma de pedirle perdón a Ilusión, pero por más vueltas que le daba al asunto no hallaba una forma apropiada de describir lo que sentía y en todas las versiones quedaba como una alcohólica caprichosa "Hija de papi" y detestaba eso, así que simplemente deje de ensayar mis disculpas y decidí que mañana cuando la vea solo dejaré que mis palabras fluyan y que todo fluya de forma natural.
Saqué mi celular de mi bolsillo para poder ver la hora, y enseguida entre a mis mensajes con Diego.
Leer ese mensaje me hacía sentir dos cosas.
1- Sentía unas ganas de reírme por el moretón que Valdez le había dejado plasmado en el ojo a mi amigo
2- Tenía unas increíbles ganas de gritarle que no volviera a decir que estaba enamorado de ella.
Volví a bloquear mi celular y lo apreté contra mi pecho con cierta frustración, después de unos segundos hice el celular a un lado y talle suavemente mis ojos mientras me iba levantando de la cama, el día apenas comenzaba y yo no tenía idea de que hacer, no tenía ganas de salir por ahí, lo cual era extremadamente raro en mi, creo que la noche anterior me había dejado con una cruda moral que jamás había experimentado en mi vida, si bien antes me había sentido arrepentida por un montón de cosas, nunca había llegado a este grado de arrepentimiento.
Salí de mi habitación en busca de una actividad que me pudiera entretener lo suficiente para sobrevivir a la tarde y como si fuera un flashback recordé vagamente mi estudio de fotografíay dibujo el cual tenía meses sin tocar simplemente porque no tenía tiempo para eso, bajé las escaleras y me aproximé a esa puerta de madera que lucía desgastada, tomé la perilla con seguridad para después girarla y conseguir abrir la puerta, di un par de pasos hacia adelante y pude verlo.
El lugar se veía viejo y descuidado, pero aún conservaba gran parte de mis cosas, ahí estaban mis cámaras profesionales, mis libretas, lápices de dibujo y también unas cuantas cámaras antiguas que me gustaban mucho, una vieja Mac que solía usar para editar, un par de impresoras y un pequeño estante donde guardaba mis mejores trabajos.
Encendí la luz y le eché una buena mirada al lugar, estaba lleno de polvo y con telarañas por todos lados, me dieron ganas de salir de ahí pero tenía curiosidad en mirar el estante, comencé a caminar hacia él ignorando todo lo demás, y cuando estuve lo suficientemente cerca comencé a mirar las fotografías y dibujos que estaban expuestos ahí, tomé un par de dibujos que había pintado en mis peores momentos, dibujar siempre me hacía sentir mejor, inmediatamente se me formó una sonrisa, mire unas fotos mías de hace algunos años cuando era una niña feliz y sin preocupaciones, y también encontré las últimas fotos que le tome a mi hermano, continúe revisando el estante mientras limpiaba todo con la manga de mi camisa y encontré la última foto que había guardado, era una selfie que me había tomado hace unos meses atrás con una cámara que mi padre me había obsequiado el día de mi cumpleaños número 20.
Amaba demasiado como me veía y no recuerdo exactamente el porque la deje abandonada ahí, tal vez solo me olvidé de recogerla el día que 'cerré' el estudio, haber visto todas esas cosas me inspiró a volver a trabajar en lo que más me gustaba hacer, quería que toda mi vida y la de mi familia quedarán grabadas por siempre en mis fotografías y en mis dibujos, quería atesorarlas por siempre, y estaba decidida a hacerlo
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Todo estará bien (Connie)
FanfictionConnie Arroyo, mejor conocida como "C" es la hija de uno de los empresario mas importantes del continente americano, su vida era bastante común hasta que por cuestiones del trabajo de su padre su vida da un giro de 180 grados cambiando para siempre...