Capítulo VIII

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Centro Ovo 1348

¿Por qué los centros se dividían en dos? ¿Por qué tenían números consigo? ¿A qué se debía todo aquello?

Kiran estaba tras un arbusto, un inmenso muro de ladrillos con un cerco eléctrico estaba a su frente. Hellen sostenía un fusil al igual que Mathis, ambos le protegían y le guiaban. Julia estaba del otro lado del centro junto a Paula en la espera de la escapada. El plan se dividía en cinco partes.

Parte número uno: debían encontrar manera de subirse a los muros y no terminar siendo captados por las cámaras, mucho menos electrocutados por los cables del cerco.

Parte número dos: al hallar manera de subirse, básicamente procedían a subirse al muro y bajar de él. Sencillo.

Parte número tres: aquí debían analizar el espacio donde habían caído y dirigirse hacia el protocolo de seguridad, donde esta ubicada la antena.

Parte número cuatro: ya conseguida la antena, lo siguiente era conectarse a la red, sin ser descubiertos.

Parte cinco: transmitir el mensaje en vivo con Kiran allí.

Parte seis: correr muy lejos. Esta era la parte más importante y no contaba dentro de las fases del plan porque no sabían si lo conseguirían.

Estaban nerviosos pero decididos, querían lograrlo y podrían hacerlo siempre y cuando todo rodase según el plan, sí, el plan donde no cuentan con salir con vida. Básicamente Hellen tomó una nueva bocanada de aire, otra revisión a los guardias e hizo señas para que Kiran iniciase su paso, mientras que Mathis extendía sus pasos para cubrirle, Hellen mantenía la mirada fija en Kiran, sí estaba cometiendo un error, le estaba dando más atención a la muchacha que a su alrededor.

Lo siguiente fue trepar el muro, fácilmente, lo habían conseguido entre Hellen y Kiran, Mathis había reiniciado el sistema eléctrico y con unas tenazas que tenía Mathis en su auto, Hellen corto el trío de cables lo suficiente para poder pasar al otro lado. Kiran bajó, lo primero que observó es que aquél lugar era mucho más gris que de donde residía Hellen, la anterior mencionada ayudaba al rubio a treparse y rodar hasta el otro lado del muro, ya cumplida gran parte de su plan con un final abierto, como sí fuese una historia, una novela. Hellen apuntó a los guardias que observó a lo lejos, al parecer, se acercaban a un transformador, era gigantesco, aquél lugar tenía estructuras increíblemente gigantes, es decir, aquél transformador era el triple de grande que los que habían en el Centro Grill 3350.

Las vías estaban perfectamente asfaltadas a excepción de la entrada que parecía estar llena de baches u algo así, Hellen se ocultó tras los árboles, era como un bosque artificial aquello, tenía bastante estética para ser una prision, Hellen parpadeó, Kiran empujó su cuerpo un tanto más cerca del árbol.

—¿Tienes la mente aquí? —tenía sus irked aún más oscuras, Hellen ladeó su cabeza mientras le observaba. —¿Hola?

—Creo que no saben que hay intrusos. —murmuró el rubio acercándose al par, recogió su cabello entre su mano y miró a Hellen quien notablemente estaba en otro lugar. —¿Estas aquí? Porque no voy a arriesgarme mi culo de gratis.

—¿Por qué tanto alboroto? —le restó importancia a la situación, regresó su mirada al gigantesco transformador. —Tenemos una fuente de energía, impecable. —señaló la estructura.

—No podemos sencillamente conectarnos a él. —mostró la pantalla de su artefacto. —Es corriente de alta tensión.

Kiran golpeó su nuca en un arrebato de molestia, Hellen mordió sus labios para no reír y Mathis le miró confundido.

—¿Creías que el transformador te iba a dar corriente normal? Por supuesto que no, además, sí hay corriente normal, solo debes ubicarla.

—Pero es que ese monstruo no alimenta a la ciudad, alimenta otra cosa.

METANOIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora