"Mi deber, Protegerte..." #Naruhina y BoruSara

Misión 7: Primera Operación

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Boruto, seguido de Finny caminaban a toda velocidad por los pasillos de aquella base, ambos con armas en las manos miraban a su alrededor con rapidez, bajaron unos pisos más y llegaron a una puerta. Finny pasó la tarjeta de acceso de uno de los tipos a los que había enfrentado antes y esta se abrió. Entraron y se encontraron de frente con más de una docena de tipos, Boruto se lanzó al suelo y comenzó a disparar mientras que Finny había dado un gran salto y cuando aterrizó, lanzó los estantes que se encontraban allí acabando con todos en un instante, pues incluso Boruto era muy certero con las balas.

Ambos se miraron y asintieron al momento en que miraban la última puerta.

Una voz se escuchó por el mircrófono de Boruto—“Es esa, es la última… tomen a los niños y salgan, se han detectado más trampas…”

—Bien Kakashi —cortó Boruto, no sin antes tomar todos los papeles que habían allí y guardarlos en su bolso.

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—¡No! —gritó un pequeño de cuatro años mientras evitaba que le inyectaran.

—¡¿Acaso quieres que te golpee?! Ya sabes lo que pasa con los que se resisten!!

La puerta se abrió al instante  y antes de que aquél hombre pudiera voltear a ver de quien se trataba, una silla fue a dar contra su cuerpo dejándole inconsciente.

Boruto se acercó al pequeño y le sonrió —Tranquilo, te voy a sacar de aquí…

El pequeño asintió y rodeó con sus brazos a Boruto, este lo sostuvo, pues se había dado cuenta de que no dejaba de temblar.

Los pequeños de las otras camas se levantaron y se reunieron con ellos, pero Finny se dio cuenta de que solo uno aún seguí en la cama. Caminó lentamente hacia él y le habló.

—Vamos pequeño, levántate…

El pequeño negó —No puedo…

El pequeño en brazos de Boruto susurró —El hombre malo le pegó en los pies.

Finny retiró la sábana y tuvo que contener la ira, el pequeño tenía incluso los pies amoratados.

—Sólo quería irme de aquí…

—Pues así lo harás —dijo Finny mientras lo tomaba en brazos con sumo cuidado y se dirigía a la puerta.

Los demás pequeños, de entre doce y seis años les siguieron muy de cerca y tomados de las manos.

Todo sucedió tan rápido, al pasar por uno de los pasillos un ruido llamó su atención y Boruto logró observar una pantalla con números rojos y su corazón comenzó a latir fuerte. Luego, en ese instante, los números se congelaron, entonces supo de quién se trataba y con finny se aseguraron  de salir de prisa con los niños. a su paso habían cuerpos no solo de aquellos hombres, sino del gobierno que había sido de apoyo para la operación.

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Naruto  se acercó a Boruto a toda prisa y miró su brazo —Estás herido.

—Sólo fue un rozón.