CAPÍTULO XXIII

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Bucky me deja caer, pero no siento el impacto del suelo, abro los ojos despacio y Steve me está sujetando con ambos brazos al estilo princesa.

—¿Estás bien?—pregunta rápido y yo asiento—No pudo reconocerte, tenemos que buscarlo—dice y me deja en el suelo.

—No, él si pudo reconocerte yo le pedí que me soltara—digo rápido y Steve me mira confundido—Se que suena raro que le haya pedido eso pero eso me hizo confiar más en él, se que él está en algún lugar luchando para que lo que sea que le haya hecho el doctor dejé de controlarlo, no perdamos más tiempo—digo finalizando la charla y el asiente y comenzamos a escalar por la estructura del ascensor.

—¿Dónde crees que pudo hacer ido?—pregunta Steve mientras me ayuda a subir del mismo piso por dónde nos tiro Bucky.

—Al techo, siempre tienen un helicóptero preparado para cualquier emergencia.

—Bien, vamos—dice y nos dirigimos por las escaleras de emergencia al techo.

Llegamos a tiempo al techo, Bucky ya estaba dentro del helicóptero. Él despega pero Steve se adelanta él salta y sujeta el helicóptero se balancea y con su propio peso intenta detener el despegue yo no me quedo atrás y lo ayudo, me columpio y apoyo mis pies en el suelo, y hacemos toda la fuerza que se no es posible pero nos arrastra unos metros hasta la maya de metal que está al borde de la pista de aterrizaje, hacemos tanta fuerza que Bucky mueve el helicóptero hacía nosotros y tenemos que saltar hacia la pista, pierde el control y la hélice del helicóptero casi me golpea, si no hubiera sido por Steve que me hizo agachar la cabeza a tiempo, el helicóptero estaba por caerse pero me levanto e intento sujetarlo y Bucky saca su mano de metal por el cristal y me toma del cuello Steve intenta sacarme de su agarre pero el helicóptero si desliza haciéndonos caer a los tres, al caer al agua Bucky me suelta por que se golpea la cabeza contra el cristal asiendo que quede inconsciente, salgo a la superficie y Steve sale con él sujetandolo con un brazo, nado hasta ellos y lo ayudo a llevarlo hasta la orilla, lo sacamos y en eso veo llegar a Sam.

—¿Están bien?—dice al vernos todos lastimados y los dos asentimos—Tenemos que buscar refugio.

—Si, Sam consigue un auto nosotros nos encargos de la bella durmiente—digo levantando me del suelo.

—Si enseguida—dice Sam, se va corriendo y con Steve levantamos a Bucky y caminamos en dirección a Sam. Caminamos unos metros más y nos encontramos a Sam con un auto negro de vidrios polarizados, subimos a Bucky atrás y yo subo con él, Sam de copiloto y Steve de conductor. Comienza manejar y no se a donde nos está llevando pero no le prestó atención al camino, solo me fijo en Bucky que está apoyado sobre el vidrio y tiene toda la cara lastimada, en una curva bastante pronunciada Bucky cae sobre mí, me acomodo poniendo mis pies sobre los asientos y apoyo su cabeza en mí pecho cerca de mí corazón y beso su cabeza, Sam se da la vuelta para mirarnos y me mira con una sonrisa tierna la cual yo correspondo, el vuelve la vista hacía adelante y veo por el retrovisor y Steve también nos estaba viendo, con solo ver sus ojos se que me agradece lo estoy haciendo tanto por él como por Bucky, y él vuele la vista al camino. Si tan solo supieras, Bucky todo lo que siento en este momento, todo lo que tengo que contarte y no hay tiempo, como quisiera detener el tiempo y hacer tantas cosas contigo, mí sargento, mí Bucky, no sabes cuánto te extrañe, dejo otro beso en su cabeza. Apoyo mí cabeza sobre la suya y cierro los ojos, hasta ahora me doy cuenta de que estamos mojados y eso me provoca una sonrisa.

—¿Anna? Llegamos—escucho como alguien me sacude despacio, abro mis ojos y es Sam, me quedé dormida y no me di cuenta, ayude a Sam a sacar a Bucky del auto, no pregunté dónde estábamos, ya no era tan importante, pero el lugar parecía una especie de galpón o una fábrica abandonada no se, estoy un poco desorientada, llevamos a Bucky hasta un silla al lado de una prensa Steve levanto la prensa y con Sam dejamos su brazo de metal atrapado.

—No me gusta verlo así—digo con pena en mí voz.

—Ya tiene que despertar, no te preocupes—me dice Steve para tranquilizarme, pero no lo logra.

—¿Puedo limpiar sus heridas?—les pregunto de manera suplicante.

—No, será mejor que esperes a que despierte—dice Steve pone una de sus manos sobre mí hombro y se va, camina unos cuantos metros y se queda parado mirando no se que cosa. Vuelvo mí vista hacia Bucky y me siento en el piso justo enfrente de él.
No sé cuantos minutos pasaron pero parecieron eternos, hasta que comienzo a ver qué Bucky comienza a moverse.

—¿Sam?—digo en un susurro para llamar su atención y el va de inmediato a llamar a Steve.

—¡Steve!—lo llama y él viene corriendo.

—¿Steve? ¿Anna?

—¿Udobno lo serzhantu Barnsu?—digo aún sentada y él me mira con una media sonrisa.

—¿A qué Bucky me dirijo ahora?—pregunta Steve.

—Tu mamá se llamaba Shara, usabas periódicos en tus zapatos, tu eres Anna, la primera vez que nos vimos yo intenté matarte y no creo que tenga que decir que pasó después—dice eso último riéndose un poco.

—Eso no lo lees en un museo—dice Steve refierndose a lo que dijo Bucky de él.

—¿y crees que con eso ya somos amigos?—dice Sam.

—¿Y que hice ahora?—dice Bucky.

—Ya no hables—dice Steve.

—Intuí que esto pasaría, todo lo que HYDRA metió en mí mente aún sigue ahí, solo dijo esas asquerosas palabras y...—dice él, no me gusta verlo sufrir, esto ya es demasiado.

—¿Quién era?—pregunto yo.

—No lo sé.

—Bucky, muchos murieron, el bombardeo, la trampa, el doctor hizo todo eso para estar diez minutos contigo, necesitamos algo mejor que un "no lo sé"—digo y me levanto del suelo y pongo mis manos en las caderas.

—Él me dijo que le hablara sobre Siberia, el lugar donde me custodiaban, pidió la localización exacta.

—¿Para que querría eso?—dice Steve.

—Por que hay más de un soldado del invierno—dice Bucky y me quedo paralizada sin saber que hacer o que decir.

«Y varios recuerdos cruzan mí mente de manera instantánea. Tristes, horribles, espantosos y dolorosos recuerdos, todo lo que hice y viví en HYDRA, esos recuerdos jamas me dejaran tranquila, no hay una noche sin esos recuerdos me atormenten hasta el punto de querer acabar con mí propia vida, probablemente no estaría pensando todo esto si no hubiera sido por mí hija y Bucky, ellos dos son los pilares más importes de mí vida, de mí mundo, si algún día llegará a perder uno de esos pilares el mundo sería mí campo de batalla y sería la tercera guerra mundial.
Mí vida, mí mundo fue un infierno, pero después de Bucky, no digo que fue mejor por que miren donde estamos, pero en ese infierno, pude ver un poco de luz y no estoy dispuesta a sacrificar esa luz que me dio la poca esperanza que realmente necesitaba...»

★★★

Perdón por la tardanza, es que me mudé y bueno todavía no termino de desempacar todo el lío que tengo, espero me disculpen y espero que hayan disfrutado del capítulo, no se olviden de votar y comentar, eso me ayuda un montón a seguir con mis historias, besos 💋💋💋💋
Nos leemos en el próximo capítulo.
💋💋💋💋

La hermana de Natasha Romanoff. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora