CAPÍTULO XII

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Ya es de mañana, pasamos toda la noche a siéndolo, estoy tan feliz nunca en mi vida fui tan feliz, pero esa felicidad se desvanece en cuanto recuerdo que en la noche tendré que irme.

—Buenos días mi gatita—me dice Bucky con la voz ronca.

—Buenos días Sargento—digo para luego darle un tierno beso, me levanto de la cama y entro al baño me doy una baño rápido mi pelo es un desastre, no parece sucio pero para mi esta horrible, termino de bañarme y salgo.

—Puedo acostumbrarme a verte todos los días así—dice riéndose por lo bajo me causa un poco de risa pero no la suficiente como para convencerlo—¿Qué sucede?—dice mientras se levanta de la cama llendo al baño supongo para bañarse.

—Estaba pensando en que tenemos que irnos de aquí—digo sería levantando un poco la voz para que él pueda escúcharme y mientras me seco con la manta—Este lugar ya no es seguro—digo poniéndome el traje y la campera para tapar que es un traje revisó los cargadores y están completos me fijo si la manta está seca y si lo está la guardo en la mochila y también las sábanas de la cama y mientras guardo las cosas veo el rastreador que Nat me "regalo" para casos de emergencia... Decido oprimir el botón Nat sabrá que con esto estoy "lista para irme"... ¿Qué... Hice? No quiero irme, no quiero dejarme de él, en eso un mensaje de Nat me dice que está a una calle de aquí, justo donde deje el auto.

—Si tienes razón—dice saliendo del baño e interrumpe mis pensamientos y mi acción de responderle a Nat—Y creo tener un lugar.

—Perfecto, mientras tú te cambias yo iré a inspeccionar el perímetro—digo tomando la mochila me acerco a él mi corazón duele tanto que creo que me pondré a llorar pero no lo haré... Tengo que soportar esto—Te amo Bucky.

—Si lo sé, pero ¿Por qué lo dices como si te estuvieras despidiendo?—dice y me toma de la barbilla para verme mejor a los ojos—Tus ojos cambiaron de color... Son de color verde.

—Verde... Mi hermana solía decirme que si es verde es porque tengo esperanza—digo y me acerco a él y le doy un beso que no quiero terminar—Ya tengo que salir.

—Si ten cuidado—dice y comienza a cambiarse.
Salgo de la habitación y en la puerta del departamento me quedo parada unos segundos.

—Adiós para siempre mi Sargento—digo en un susurro inaudible salgo del departamento y está vez uso el ascensor. Cuando llegó a la planta baja salgo del ascensor y luego del edificio, a lo lejos puede distinguir el cabello pelirrojo de Nat, estoy caminando y no siento los pies, me siento mareada y unas lágrimas resbalan por mis mejillas—Es la primera vez que lloro en mi vida y en esas pocas lágrimas va todo mi dolor, pero que aún así jamás va a desaparecer—, no quiero mirar atrás porque si lo hago voy a correr hasta sus brazos y no me importa ser una fugitiva con tal de estar con él. En eso siento como algo me golpea desde atrás me tira al suelo y me siento aturdida siento un fuerte pitido en el oído, me giro con dificultad en el suelo para ver que fue lo que me tiró y veo el edificio derrumbado y mis ojos se llenan de lágrimas y como puedo me levanto y tiró los mochila.

—¡Sargento!—grito con todas mis fuerzas mientras voy corriendo hacia el edificio—¡Sargento!

—¡Anna!—escucho que Nat me llama pero no le hago caso y sigo corriendo, pero antes de que pueda llegar Nat me tira al suelo e intenta reducirme pero estoy tan desesperada que no mido mi fuerza y termino doblando su muñeca derecha, me la quito de encima e intentó levantarme pero me vuelve a sujetar.

—¡Natalia suéltame! ¡Dejame!—le grito y ella me inyecta algo en el cuello, le doy un puñetazo en el estómago y ella se aparta y me levanto del suelo intento seguir corriendo pero no puedo las piernas no me responden, caigo de rodillas y me desplomó por completo—S-Sargento... Tengo que ir por Mi Sargento... B-Bucky...—fueron las últimas palabras que pude decir en susurros a penas audibles y lo último que veo es el edificio derrumbado y al Capitán Rogers mientras me carga en brazos, para luego desvanecerme.

La hermana de Natasha Romanoff. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora