CAPÍTULO III

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En cuanto subí al auto y abroche el cinturón de seguridad, el GPS me indicó el destino, y seguí el camino indicado. Soy de Rusia, pero no por eso conozco todas y cada una de las calles.
Después de una hora llegue a unos departamentos a las fueras de la ciudad, se supone que él tiene que reconocer el auto, eso es fácil, tiene una pequeña bandera rusa en uno de los contados del auto, querían poner una bandera estadounidense, pero no hay que levantar sospechas.
Unos minutos después veo a un hombre de unos 50 años venir hacia el auto y sube en la parte de atrás.

—¿Agente Romanova?—dice él con un poco de desconfianza.

—Si, usted es la mano derecha del secretario de estado—digo y él asiente—Bien señor tenemos casi una hora de viaje hasta la embajada, así que póngase cómodo—él asiente, no dice nada y arranco el auto.
Media hora de viaje, todo tranquilo, no veo la hora llegar a la embajada, que misión tan aburrida.
Media hora después llegamos, baje del autor y él hizo lo mismo, en cuanto estábamos llegando al portón, este explotó y mi primer reflejo fue protegerlo a él y ambos volamos por los aires y caemos encima del auto, en eso veo a varios soldados saliendo de la embajada, y corriendo en nuestra dirección, me levanto lo más rápido que puedo y lo ayudó a él a bajar, uno de los soldados se lo lleva, y de un momento a otro estoy en el suelo, me giro y veo a un soldado con una máscara negra que solo cubre la mitad de su cara y un brazo de metal, nos vemos a los ojos por unos segundos y se acerca a mi, pero no llega por qué uno de los soldados de la embajada lo golpea, pero no sirvió de mucho, ya que el soldado de la máscara con mucha habilidad logro dejarlo inconsciente. Me levanto del suelo y en cuanto le doy el primer golpe, el me mira con ojos fríos lo cual tengo que admitir que me dio escalofríos, el me golpea en el estómago con fuerza y caigo al suelo, me levanto rápido y le doy una patada en su entrepierna él se inclina un poco hacia adelante, le doy un rodillaso en la cara y luego un puñetazo con todas mis fuerzas, y no logré hacerle daño, lo único que conseguí fue quitarle esa máscara.

—¿Que...?—digo sin poder creerlo, cualquiera hubiera quedado inconsciente, él me mira sin expresión alguna, ¿Quien es él?

—Glupaya devushka, s etim udarom ty nichego ne dob'yesh'sya—dice en ruso y su voz en tan fría y varonil que me quede paralizada.

—¿Chto?—digo un poco confundida—¿Kto ty?—le pregunto.

—¿Kto ya?—dice y se queda pensando en mi pregunta, y cuando yo quise decir algo más llegaron mas soldados de la embajada, él toma de la pierna y me arroja y caigo sobre el vidrio del mismo auto en el que caí antes, me mira y dice—Ty moya missiya—agrega y se va corriendo.

—¿Estas bien?—pregunta uno de los soldados.

—Si, si estoy bien—digo bajando del auto, tiene que ser el soldado del invierno y al parecer soy su "misión", eso quiere decir que quiere o tiene que matarme—¿Él está bien?

—Si, se le acaba de informar al secretario de estado lo ocurrido.

—Bien, asegúrese de que él llegue a salvo—digo sacando mi celular del bolsillo del traje—Ah y necesito un auto, de preferencia que no tenga rastreador

—Si agente Romanova enseguida—dice y se va me quedo ahí unos minutos hasta que suena mi celular atiendo sin mirar el número, ya que se dé quien se trata.

—¿Estas bien?—dice Nick del otro lado, muy preocupado.

—Si, él está a salvó, los archivos serán entregados. Pero me ordenaron quedarme necesitan mi ayuda, para algunas extracciones de emergencia.

—No, volverás de inmediato—dice en tono autoritario—No te quedarás más tiempo—dice en el mismo tono y en eso saque un caramelo de uno de mis bolsillos del traje y lo abro

—Nick...—digo y hago ruido con el envoltorio del caramelo, para simular una interferencia—No te... Escucho...—digo y sigo haciendo ruido.

Narrador omnipresente.

—¡Anna! No te atrevas...—dice él con enojo.

—Nick... Hay... Interferencia—dice la chica y sigue haciendo ruido—Repite... La... Orden...

—Anna...—dice él pero la comunicación se había cortado—Rastrea la llamada—le dice a su IA, pero él no contaba con que ella un vez que finalizó la llamada desarmo y rompió su celular.

—La llamada no puede ser rastreada, está fuera del área de cobertura—le dice la IA

—¡Maldición!—dice golpeando su escritorio—Informa a Natasha y a Rogers de lo ocurrido, pero omite la parte del soldado del invierno, diles que su misión es ir por ella.

—Si señor

***
Traducción:

—Niña tonta, con ese golpe no lograras nada—dice y su voz en tan fría y varonil que me quede paralizada.

—¿Que?—digo un poco confundida—¿Quien eres?—le pregunto.

—¿Quien soy?—dice y se queda pensando en mi pregunta, y cuando yo quise decir algo más llegaron mas soldados de la embajada, él me toma de la pierna me arroja y caigo sobre el vidrio del mismo auto en el que caí antes, me mira y dice—Tu eres mi misión—agrega y se va corriendo.

La hermana de Natasha Romanoff. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora