CAPÍTULO II

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A la mañana siguiente Anna ya tiene todo listo para su misión, se dirige hacia SHIELD para abordar el Quinjet que ya tenían preparado para ella. Al llegar a SHIELD sube al hangar y en el camino se encuentra a los Vengadores volviendo de una misión.

—Disculpe señorita—me dice el Capitán Rogers, él ya sabe que soy una agente hicimos varias misiones juntos, pero por órdenes de Nick tiene prohibido decir mi nombre o quien soy—¿Qué está haciendo aquí?—pregunta como si no me conociera,

—El señor Fury me ordenó escoltarlos hasta su oficina—digo tranquila.

—¿Y la mochila para que?—ahora pregunta Stark.

—Son cosas para el señor Fury—respondo con un una sonrisa y un poco de impaciencia, no puedo perder más tiempo—Por...—mis palabras quedan en el aire por que suena mi celular, lo saco de mi bolsillo y atendiendo—Hola—silencio—Muy bien jefe—otra vez silencio—Si enseguida—termino de hablar y cuelgo—Si me disculpan, tengo trabajo que terminar, Nick me pidió que vaya a la tienda por unas cosas y ustedes tiene que dar su reporte—digo llendo a las escaleras de emergencia—Que tengan un lindo día—digo con una sonrisa amable, para luego desaparecer por la puerta de emergencia, doy gracias a Natasha que se dio cuenta de mi urgencia e hizo una llamada falsa. Me quedo ahí hasta que todos de van, salgo despacio para ir directo al Quinjet.

—¿A donde vas?—dice una voz a mis espaldas.

—Hola agente Romanoff—digo girando sobre mi eje para verla, ella me sonríe y correspondo su sonrisa—Gracias por lo de hace rato.

—No haz contestado mi pregunta.

—Tengo trabajo que hacer ¿Y tú?

—Quería hablar contigo—dice acercándose a mi.

—¿Sobre que?—digo cruzandome de brazos.

—Sobre la misión de hoy—dice y ruedo los ojos—Te estoy hablando enserio, Anna, está misión será peligrosa...

—Agente Romanoff todas las misiones son peligrosas, por una razón las acepto, que tendría de divertido sino fueran así—digo molesta—Disculpeme agente Romanoff, pero estoy llegando tarde y mi tiempo es limitado—digo llendo al hangar.

—Pero...

—Hasta luego agente Romanoff y otra vez gracias—digo para luego subir al Quinjet y despegar.
El destino ya estaba programado, así que sólo me limité a mirar por la ventana, pero después de 15 minutos sentada me empeze a aburrir, así que decidí entrenar.

—Uno... Dos... Tres... Cuatro... Cinco...—voy contando  en voz alta las flexiones de brazos, se que así se te termina más rápido el aire pero a mi ni me pasa eso—Ocho... Nueve... Díez...—seguí así hasta que llegue a las 50 flexiones, quizás se pregunten ¿Cómo es que resisto tanto? Eso es fácil, estoy genéticamente modificada, siempre lista para matar si así fuera el caso, súper resistencia, fuerza casi sobrenatural, mi hermana también está genéticamente modificada, pero conmigo experimentaron más. Cuando le hicieron la ceremonia de graduación no volví a saber nada de ella, con Natasha nos llevamos varios años, no se cuantos en realidad, nunca quiere decirme su edad, yo tan solo tengo 25 años, pero en esos años e trabajado para ambos bandos, tanto buenos como malos, pero ya va llegar el día en que me retire. Sigo con mi entrenamiento, por una rato más, lo que me encanta de este Quinjet es que tiene un baño con ducha, y después de entrenar, me doy un baño y me pongo mi traje, es casi parecido al de mi hermana solo que el mío tiene líneas rojas en los costados da las piernas y los brazos. Cuando termino faltan 10 minutos, me siento y me preparo para aterrizar, la embajada estadounidense tiene pista de aterrizaje. Aterrizo y bajo del Quinjet y voy hacia un auto que tienen listo.

La hermana de Natasha Romanoff. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora