Tiny Ghost | Taegi • Yoontae

Parte 2: Alien

Quien era el ladrón y salvador, ahora estaba dormido y siendo balanceado por el viento en una hamaca de tela, en el patio de la casa. Relajado como nunca antes, con paz en su corazón, mientras recibía suaves caricias del viento.
El accidentado estaba despertando confundido, en su cama, con un paño frío en su cabeza y las ventanas de la habitación abiertas.

Aún era verano, la brisa se sentía cálida y él trataba de procesar lo ocurrido antes. Sus ojos estaban cansados al igual que su cuerpo, sin embargo, itentó reflexionar sobre los hechos ¿Qué había ocurrido? Un vago susurro le recordó que se había resbalado por culpa de ir descalzo; repentino e insoportable, el dolor en su cabeza volvió como una bala. Igual de rápida e insoportable que un disparo.

Yoongi seguía ahí, echado a la suerte del destino -como siempre-, temblando de a poco por el frío que comenzaba a entrar con la luna que cada vez subía más alto y volvía a bajar. Estaba acostumbrado, la verdad. Todos los días buscaba un lugar donde tirarse a dormir a la deriva, aún con la esperanza de jamás volver a despertar. No quería volver a ver el sol de la mañana, porque entonces significaba que un nuevo día comenzaba y él seguiría siendo igual de miserable.

Dios podía chuparle la vagina, el clítoris, e irse a la mierda, sí. Se permitía desear eso.

Taehyung caminaba en sus pantuflas por la casa, en busca de respuesta al hecho de despertar en su cama ¿Quién había llegado justo para salvarlo? ¿Sus vecinos lo habían oído? Era imposible, sus vecinos lo tenían como raro y no se le acercaban por miedo (y con razón).

Tae pasó por su cocina para tomar algo de la nevera, pero al volver por el mismo lugar con el líquido en mano algo le llamó la atención.
Creyó que había visto mal, que era causa de la caída y el dolor en su cabeza, pero no... Había alguien durmiendo en su hamaca.

Caminó hasta donde el extraño, con cuidado de no hacer ruido, y lo observó y super analizó mientras bebía el líquido. Sus ojos se agrandaron al oler algo diferente en él. Lo olfateó todo lo que pudo y hasta donde pudo... Olía diferente a otros, olía de una forma tranquilizadora y también dolorosa. El aire que lo rodeaba era diferente a todos, como una neblina que rodeaba al intruso de manera protectora. Una neblina imaginaria que no permitía acercarse, con un aroma agrio a dolor mezclado con la dulzura que su rostro dormido mostraba.
Dolía sentirlo así, aprisionado, atado, enredado y estrangulado. Una cadena invisible se ataba alrededor de su cuello, rodeando la cintura, el pecho y su corazón.
También podía ver ciertas cicatrices en su cuerpo, varias más recientes que otras. Algunas en lugares donde no debería de haber cicatrices...

Tae volvió a entrar pensativo y algo confundido, estaba sacado de sus casillas de una forma tranquila; sin más vueltas decidió cocinar.

Yoongi no tardó en despertar, recordando todo lo anterior.

Sin preámbulos corrió escaleras arriba, asustado de que el chico estuviera aún inconsciente. Abrió la puerta de su habitación y no lo halló ahí, entre asustado y aliviado bajó al primer piso esperando poder encontrarse con su chico misterioso, con la sorpresa de que el accidentado se encontraba sentado en la mesa de la cocina, con un plato de comida frente a él y otro a su lado. Ambos se enteraron de repente de la presencia del otro.
Yoongi lucía como un gato asustado, mientras que Taehyung solo tenía una expresión relajada y seria. Como si no le importara realmente.

ㅡ Despertaste. ㅡSolo atinó a recalcar mientras continuaba con su cena.

ㅡ Ah... Yo... ㅡYoongi lucía confundido y asustado, mirando de un lado a otro con su cuerpo tenso y los músculos duros. Él era el intruso y era el más asustado ahí. Podría haber reído.

ㅡ Ah, no te preocupes, gracias por ayudarme. ㅡTaehyung sonrió resplandecientemente.ㅡ La comida la preparé para ti, por favor, acepta... ㅡSe paró del lugar para buscar algo y volver con dos botellas.ㅡ ¿No tienes hambre?