Parte 6: Tu arte.

300 47 8
                                    

Cuando Yoongi dijo eso, Taehyung sintió tantas cosas por dentro. Quería gritarle muchas de ellas (no de forma violenta, más bien, expresiva).

ㅡ Creo que eres alguien interesante, quiero decir, no cualquiera aguanta todo eso. ㅡGuiñó un ojo, en dirección al pálido que tomaba cada vez más cerveza.ㅡ Tienes mucha fuerza de voluntad, lo que me hace sentir más tranquilo; eso te lleva a querer trabajar por ti, aún en la peor situación. Mírate, no aceptaste quedarte quieto en ningún momento, solo te encargaste de hacer de las tuyas... ㅡY entre susurros agregó:ㅡ Incluso conmigo. ㅡYoongi se sorprendió por eso último, era una confesión ¿De qué tipo? No sabía decirlo en ese momento.ㅡ Pero eso no es todo, cada día me sorprendes mas y, sin duda, me encantaría poder seguir conociendo mas de ti... Yoon.

Yoongi se sonrojó, el calor de la cerveza, la mirada de Taehyung y sus dichos (incluidos los propios) eran asfixiantes en conjunto.

La charla siguió tranquila, con algunas declaraciones entre paréntesis, de parte de los dos; se podía decir que sus pecados se estaban sanando lenta e internamente, con la ayuda del otro, sin ellos saberlo. Ambos habían sido exiliados de sus mundos, pero eso Yoongi no tenía por qué saberlo (al menos, no la parte literal de mundos), huyeron y se refugiaron con suerte. Algunos con una mejor que la otra, pero al final, ahí estaban. Juntos.

La lluvia ya caía en las calles de la pequeña ciudad cerca de los frondosos cerros, Tae y Yoon corrían al auto con prisas y algo borrachos ¿Era buena idea conducir así? No. Pero estaban ebrios, no tenían por qué saberlo o entenderlo. Para la suerte de todos (no solo la de ellos dos), Taehyung aún gozaba de unos sentidos ligeramente superiores al humano (que estaban desapareciendo con el paso del tiempo y el contacto con humanos). Llegaron sanos y a salvo a la casa, tan misteriosa para los vecinos del barrio pero completamente normal.
El pálido con el cabello ciruela, y el de piel canela con el cabello castaño, mojados, se iban tambaleando y riendo mientras buscaban encender las luces de la casa. Nada pasaba más allá, solo eran ellos riendo y tonteando como hacía mucho no lo hacían.

Ya bañados y con pijamas, quedaron en acurrucarse en la sala de estar, con mantas y algo de comer, con una película que no pasó de los 20 minutos de reproducción porque los dos habían caído dormidos; Yoongi con su cabeza en el hombro de Tae y este con su cabeza sobre la de Yoon. Estaban acurrucados, calentitos, relajados y dormidos, como hacía mucho lo necesitaban sin siquiera saberlo. Compartían un corazón, una vida, experiencias y males, pero también el amor y el hogar.

No hacía falta decir nada más, ellos ya lo sabían... era todo un arte, el amor, y una forma tan extraña, que los hizo temblar cuando sintieron la falta de calor y comodidad del otro al siguiente día de resaca.

Yoon -nuevo apodo desbloqueado por parte de Tae- estaba preparando el desayuno (el único en la casa que sabía hacerlo), así que Taehyung se dedicaba a limpiar la casa, al ritmo de la música sonora y relajante de una mañana lluviosa pero cálida.
Entre tantas cosas que iban aprendiendo de ellos dos, Yoongi había descubierto una pequeña -grande- fascinación de Taehyung: levantarse y observar al sol salir por los cerros.
A Yoon le encantaba esa parte descubierta. No sabía por qué el menor miraba de esa forma el exterior, pero le fascinaba ver cómo sus ojitos rasgados se iluminaban con la llegada reciente de la estrella madre. Así quería ser visto y admirado él... De esa forma tan preciosa.

"¿Te gustaría que Tae te mirara así?"

Un vaso se le resbaló de las manos, cayendo en trizas dentro del lavabo.

ㅡ ¿Yoon? ¿Estás bien? ㅡNo supo en qué momento Tae había aparecido a su lado para ayudarlo a lavarse las manos, él estaba absorto. Asustado.ㅡ ¿Hyung?... ㅡEra raro. Para él y Tae, y con cuánta razón.

Tiny Ghost | Taegi • YoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora