Capítulo 30: Poco a poco

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Estaba sentada en el comedor mientras Nana me servía un plato con tocino, un huevo hervido, arroz, otro plato hondo con ensalada y un jugo verde.

-Come solo lo que puedas- Dijo Nana mostrándome una media sonrisa- Hay que ir de poco a poco- Le devolví la sonrisa y mire con un poco de angustia el plato. Vamos Marian debes de comer, me dije a mi misma.

La última vez que desayuné "correctamente" fue con Adam...debo decir que me sentí de cierta forma obligada a comerlo, pero no voy a mentir, estaba delicioso. Pero, él estaba conmigo, había olvidado por un momento la comida solo me deje llevar por el momento. Las cosas fluyeron y cuando me di cuenta ya había terminado.

Pero ahora es difícil pensar en comer. Desde lo qué pasó en mi baño, comer se ha vuelto más una obligación más que un gusto.

Tome un poco de arroz y lo introduje a mi boca, fue entonces que el recuerdo del baño y del atraque se hicieron presentes. El asco que sentí en ese momento volvió a mi mente. Con una servilleta saqué la comida de mi boca, desagradable lo sé. Lo intenté con la ensalada pero fue lo mismo.

La angustia me apoderó y tome la  mayor cantidad de comida que pude y la envolví en la servilleta de tela.

-¿Que hago con esto?- Me pregunté en voz baja y lo primero que se me ocurrió fue levantarme de mi asiento y subir lo mas rápido que pudiera hasta llegar a mi habitación.

Me levante cuidadosamente y poco a poco apresuré el paso hasta subir por completo las escaleras. Al llegar a la habitación cerré la puerta con seguro.

-Mierda- Maldije- ¿Ahora dónde pongo esto?-Sostuve la servilleta entre mis manos y salí despavorida al baño.

Tiré la comida en el inodoro y jalé la palanca, mientras que con la servilleta, la puse en la basura y la cubrí con toallitas desmaquillantes, así no se vería a simple vista. Salí del cuarto de baño y cerré la puerta detrás mía.

Camine por mi habitación dando círculos en el mismo lugar. Joder Marian, ¿otra vez? Lo prometiste... sabes que esto puede empeorar, lo sabes perfectamente.

Alguien tocando la puerta me saco de mis pensamientos. Trate de tranquilizarme y abrí la puerta.

-Nana- ¿Se habrá dado cuenta? ¿Seguro que ya lo sabe? ¿Me siguió?

-Solo quiero decirte que estoy orgullosa de ti- Apoyó su mano sobre mi hombro- Sabía que entrarías en razón. ¡Casi terminas tu plato por completo!- Sonrió con ternura.

-S-si eso creo. Poco a poco- Forcé una sonrisa y reí un poco para relajarme.

-Bien. Te dejo- Una última sonrisa y se alejo hasta perderla de vista. Cerré la puerta y suspiré, mi teléfono emitió un sonido de notificación de un mensaje. Desbloquee la pantalla y leí el mensaje.

-Adam🔥: Hola pequeña- No quería hablar con él por el momento. Todo estaba siendo confuso.

Un par de horas más tarde otro mensaje sacó mi mente de mi tarea de matemáticas.

-Nath🥺💕:Estoy por llegar- Lo había olvidado. ¿Cómo se termina con alguien? Esto nunca es fácil. Mi estómago se comenzaba a revolver.

Baje al salón y esperé hasta que Nath llegara. Mientras tanto, estaba tratando de organizar mis ideas y mis palabras, "Escucha...salgo con alguien más", "Ya no es lo mismo que antes", "No eres tú soy yo"

-Soy patética- Me dije para mi misma.

En mi pecho siento pinchazos, no son dolorosos pero si molestos. Mientras estamos juntos la vida luce más divertida, nuestra relación parecía más bien como si fuéramos mejores amigos. Pero aún así, estoy consciente que esto va a lastimarlo, pero seguro me entenderá. Nath ha estado conmigo en buenos y malos momentos. Fuimos la primera vez del uno del otro en varias cosas, como el primer beso, la primera pareja oficial, etc. Solo busco lo mejor para él y yo no soy buena. Nath merece mucho más...

En cambio Adam, hace años que nos conocemos por la relación tan estrecha que tiene con mi Padre, pero, ahora mismo siento que es algo más para mi. Me ha enseñado cosas y sensaciones nuevas, cuando lo recuerdo pienso que ninguna otra persona habría sido capaz de enseñarme eso. Me gusta pasar tiempo con él pero no se si él piensa igual. Mi último sueño me hacía darle más vueltas al asunto, tal vez para Adam soy solo una niña tonta que no sabe ni lo que quiere. Si supera que me gusta pasar tiempo con él, tiempo más allá de estar en la cama, como el día de ayer.

El sonido de la puerta principal abriéndose hizo que me levantara rápido del sofá. Vi a Nath aún de espaldas cerrando la puerta, al ambos chocar miradas sonreímos.

-Estoy aquí- Se acercó caminando hasta donde me encontraba yo.

-Si, eso veo- Sonreí tímidamente y baje un poco mi mirada.

-Hey, ¿qué pasa?- Me abrazo y me estrechó entre sus abrazos. No hagas esto más difícil. Subí mi mirada y lo vi a los ojos, se veía preocupado.

-Nath yo...- Tragué saliva y aclare mi garganta- Han pasado muchas cosas últimamente.

-Por eso estoy aquí. Ximena me contó lo qué pasó con Zaida y contigo- Hizo una mueca.

-No es solo eso- Mis manos estaban sudadas. Estaba nerviosa, pero tengo que darle fin a esto.

-¿Qué pasa?- Lo sujeté de las manos y seguí hablando.

-Nath...sabes que eres una persona realmente importante para mi y siempre será así. Cuando estoy contigo me divierto y creamos grandes recuerdos juntos. Pero...estoy en un punto muy confuso de mi vida y no creo que debamos seguir juntos, por el bien de ninguno de los dos- Nath sujeto con más fuerza mis manos y su mirada se veía apagada, sin su brillo característico.

-Entonces quieres que me aleje de ti- Su voz estaba algo quebrada. Solté nuestro agarre y posicione ambas manos en su rostro.

-¡No!- Dije alto y lo mire directo a los ojos- No quiero que te alejes de mi lado, mi vida no sería igual si no te tuviera. Es solo que nuestro noviazgo no puede continuar- Los ojos de ambos se cristalizaron. No podría soportar perder a Nath, quiero poner punto y final a nuestro noviazgo,  pero tampoco quiero que se aleje de mi- Esto tampoco es fácil para mi- Una lágrima callo por mi mejilla pero Nath se encargó de quitarla, me sonroje por tal acción.

-No te preocupes. Te entiendo- Trató de dar una media sonrisa. Lo mire sorprendida y baje ambas manos.- Sabes, pase mucho tiempo tratando de convencerme a mi mismo que lo nuestro iba a funcionar, pero, siempre hubo algo en mí que me decía que solo era cuestión de tiempo. Por eso aveces era un total idiota, trataba de llamar tu atención de la PEOR manera- Suspiró- Y créeme que cuando pasábamos tiempo como amigos me sentía más cercano a ti. Solo tal vez, no era nuestro tiempo de estar juntos- Sin duda Nath es un buen niño y se merece mucho más.

-¿Podemos seguir siendo amigos verdad?- Pregunté con pena.

-Claro...- Ambos nos abrazamos con fuerza- No podrías vivir sin mi- Le di un ligero golpe en las costillas y reímos.

-Te quiero Nath...

Mi Pequeño PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora