Al estar más cerca de la la casa de Ximena le mande un mensaje para avisarle que me aproximaba.
-Buenos días señorita Marian- Me saludó José, el vigilante de la entrada, al mismo tiempo que me dejaba pasar.
-Buenos días José- Devolví el saludo y pase directo a la entrada de la casa.
-Hola, hola- Dije al entrar y me inmediato vi a Ximena asomando de cabeza desde el sofá del salón.
-Por fin llegaste- Nos abrazamos- Vamos a mi habitación. Me tienes que contar todo.
-No me vas a saludar Marian- La señora Alejandrina, la madre de Ximena, hizo acto de presencia.
-No la había visto señora Connor- La saludé con un beso en la mejilla- Se hizo algo en el pelo?
-La verdad es que si, lo recorte un poco. Qué bueno que alguien se dio cuenta- Ambas sonreímos.
-Pues te queda genial.
-Mmmmm madre- Ambas volteamos a ver a Ximena.
-Esta bien linda no las interrumpo más tiempo- Respondió la señora Alejandrina.
-Adiós señora- Me despedí y al fin Ximena y yo subimos a su habitación.
Le conté lo que había pasado ayer con Adam y de lo qué pasó hoy en la mañana, pero con el detalle que le omití la parte en la que decía que era virgen.
-Que buen partido te encontraste- Soltó una risa- Este "conjunto" fue un buen regalo.
-No se como lo voy a esconder de mis padres cuando regrese.
-No te preocupes, solo di que es un regalo de Nath- Guiño el ojo.
-Mi madre es súper curiosa y querrá saber que está dentro de esta caja- Suspire.
Recibí un mensaje del chófer, eso significaba que estaba cerca.
-Llegaron por mi- Me levante del sofá rosado.
-Marian...¿vas a seguir con él?- Pregunto algo seria.
-Claro que lo haré, no lo voy a dejar ir hasta que las clases terminen- Respondí como si fuera algo obvio.
-Me refiero a Nathaniel- Me quede callada. Ni siquiera yo sabía cómo manejar una relación de noviazgo y con lo que sea que este pasando entre Adam y yo.
-No te preocupes- Cerré la puerta detrás mío y salí hasta llegar al auto.
Pasaron varios días en los que salía con Nath por las tardes y con Adam por las noches, cuando era posible claro esta, era como llevar una doble vida. Ximena fue mi cómplice todo ese tiempo y gracias al cielo todo estaba saliendo de acuerdo a mi plan.
Todo ese tiempo con Adam, en la cama, hacíamos cosas bastante parecidas a lo qué pasó la primera vez que estuve en su casa. Amarrar mis muñecas, vendar mis ojos y mucho sexo oral.
Con Nath las cosas eran diferentes. Ahora él era el responsable de llevarme de regreso a casa después de la escuela; salíamos a restaurantes, salíamos al cine o aveces venía a visitarme a mi casa. Como si fuéramos una pareja normal.
Había noches en las que no podía dormir por el hecho que sabía que si Nath se esteraba de lo que estaba pasando entre Adam y yo, lo destrozaría por completo. Me sentiría muy culpable por el sufrimiento que podría provocarle o incluso que llegue a enfrentar a Adam, eso sería un gran escándalo.
Estoy consciente que Nath no se merece lo que le estoy haciendo y no estoy dando excusas porque una infidelidad no tiene perdón. Creo que pronto le diré a Nath que lo nuestro no puede continuar, creo que es lo mejor que puedo hacer por los dos.
A mi también me duele esta decisión pero es mejor a seguir engañándolo, haciéndole creer que es él único hombre en mi vida. Nath es buen chico y muy guapo, puede tener a la chica que quiera pero me prefirió a mi. Tal vez en un futuro lleguemos a tener algo de nuevo, algo de verdad.
-Tierra llamando a Marian- Zaida me sacó de mis pensamientos. Estaba pensando en tantas cosas que me perdí de un momento.
-Lo siento, es que son tantos proyectos que me estoy volviendo loca- Suspiré y seguí mi camino hacía la salida.
-Tendré que beber diez vasos de café para soportarlo- Ximena restregó sus ojos con sus manos hechas puños- Estoy contando los días para el verano.
-Hablando del verano- Zaida giró bruscamente- Mi padrastro no me dejara ir con ustedes este verano, lo siento- Parecía triste, de seguro le hubiera encantado ir y pasar tiempo con Adrián.
-¿Por qué? Siempre hemos hecho esto, no entiendo porque este año es diferente.
-Es decisión de mi padrastro, no puedo hacer nada al respecto- Comenzó a derramar algunas lágrimas, y eso me partía el corazón, sería nuestro último verano juntas.
-Yo iré a hablar con tu padrastro- Dije decidida. Hablaría con ese señor y obtendría una respuesta- Tal vez si hablo con él le puedo hacer cambiar de opinión y así no te perderás de este verano.
-Por favor, le lo agradecía mucho, no quiero pasar el verano con él- Se veía, de alguna forma, aterrada o asustada. ¿De su padrastro?
-Tranquila. Mañana después de la escuela iré- Todas nos abrazamos. Siempre hemos sido así de unidas.
Después de eso regresé como de costumbre con Nath.
-¿Saldremos hoy?- Preguntó Nath mientras yo sacaba mi mochila del asiento trasero.
-Lo siento pero tengo que adelantar varios proyectos- Respondí seca y cerré la puerta del auto. Me dirigí a la entrada de mi casa.
-Por qué estos últimos días haz estado así? Te conozco y se que algo te pasa, eres muy cortante- Pare en seco pero no gire para verlo a la cara. No puedo hacerlo...no ahora.
-Solo déjame sola Nath- Abrí la puerta y solo me encontré a mi Nana que estaba regando las plantas de los pasillos.
-Marian espera- Sujeto mi brazo, un poco fuerte- ¿Podemos hablar?
-Sígueme- Subimos hasta mi habitación. Suerte que no estaban mis padres.
Cerré la puerta de mi habitación al estar ambos dentro. Me senté en la orilla de mi cama y me quité los zapatos que tenía.
-Se supone que somos una pareja y las parejas se deben de tener la confianza suficiente como para hablar de cualquier cosa. Creo que tú no confías en mi, es más que obvio, evades todas mis preguntas- No decía nada solo me dedicaba a escucharlo- Me estoy esforzando y tú más que nadie lo sabe- Desate mi coleta y creo que Nath se molestó ya que no le estaba prestando atención- No vas a decir nada? Después que yo te he abierto mi corazón.
-Nath yo...-Solo dilo Marian, Terminamos, no es tan difícil, o si? Mis manos comenzaban a sudar y mi corazón latía más rápido.
-Se que no te gusta abrirte con las personas pero- No lo deje terminar ya que me abalancé hacia él para darle un beso, al mismo tiempo que mis brazos rodearon su cuello y enrollé mis piernas en su cintura.
El beso seguía y ambos juntamos nuestras lenguas.
-Tú me gustas Nath, me haces sentir segura y especial- No estaba mintiendo, eran mis sentimientos genuinos- Es solo que no soy buena para ti y no quiero lastimarte- Mis ojos comenzaban a cristalizarse. Nath no se merece lo que le estoy haciendo, pero tampoco quiero alejarlo de mi.
-Linda...- Nath acercó nuestras frentes- Eres la mujer con la que quiero estar y entiendo que expresarte no es lo tuyo pero tu nunca me vas a decepcionar- Las lágrimas cayeron y lo abracé fuertemente. Sin duda él es un buen hombre, me duele que piense que no soy capaz de decepcionarlo, porque ya lo hice y de la peor manera.
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Mi Pequeño Pecado
عاطفيةMarian Portela es una chica de 17 años la cual aparenta ser la típica chica perfecta, lindo rostro, carismática, buena estudiante y con la vida prácticamente arreglada. Entre sus intereses está la fascinación por jugar con los chicos y ver cómo uno...