Amaba tanto tu risa, tu extraño sentido del humor, la forma en que se formaba una adorable mueca en tu rostro cuando te enojabas, amaba tu aroma a vainilla y canela, tu melodiosa voz contándome ese nuevo poema que escribiste a las cuatro de la mañana escuchando un álbum de tu banda favorita, las historias que contenías en esa hermosa mente eran únicas; amaba esos ojos otoñales que tanto amor contenían... tanto amor que jamás lograste brindarte a ti misma.
Tu mente era un misterio, mi querida Nora. Todo lo que ocultaban tus ojos era un misterio. Tú siempre fuiste mi enigma más grande... y aún duele que jamás pude descifrar esos secretos que tanto te carcomían por dentro.
ESTÁS LEYENDO
La chica de los ojos color otoño
Roman pour AdolescentsNi siquiera la belleza de Julieta descrita por Romeo aquella noche igualaría la mirada otoñal de Nora el día que Adán la conoció. Pero esto no era un cuento de amor perfecto con finales trágicamente románticos, esto era la vida real, y Nora estaba l...