Cinco

14 1 0
                                    

Amaba tanto tu risa, tu extraño sentido del humor, la forma en que se formaba una adorable mueca en tu rostro cuando te enojabas, amaba tu aroma a vainilla y canela, tu melodiosa voz contándome ese nuevo poema que escribiste a las cuatro de la mañana escuchando un álbum de tu banda favorita, las historias que contenías en esa hermosa mente eran únicas; amaba esos ojos otoñales que tanto amor contenían... tanto amor que jamás lograste brindarte a ti misma.

Tu mente era un misterio, mi querida Nora. Todo lo que ocultaban tus ojos era un misterio. Tú siempre fuiste mi enigma más grande... y aún duele que jamás pude descifrar esos secretos que tanto te carcomían por dentro.

La chica de los ojos color otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora