<• ʙᴀᴛᴀʟʟᴀ ᴅᴇ ᴏɢʀᴏs •࿐

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Ogre Battle ~ // Mercury //

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El viento sopla fuerte en la montaña y también se nota el sonido de la cristalina agua, en forma de cascada, desde la cima de esta al caer. Está allí, con su espada, su carta y su mochila al hombro, listo para vivir la primera parte de su nueva aventura, ahora que ha cambiado completamente la leyenda.

Su cabello se mueve y despeina a raudales por el aire, mientras que confundido se halla batallando para no caer desde el acantilado al que ni siquiera sabe cómo arribó, cuando oye el grito. No uno, no dos, varios gritos y la música que recién inicia, aumentando su ritmo en cada nota, para darle paso después a una serie de chillidos nuevos y a la letra.

Aquí comienza el lado negro, así se empieza una nueva historia con un "había una vez" incluido:

Un viejo hombre, mucho tiempo atrás le había contado una fábula, fábula que se estaría convirtiendo en realidad ahora, o bien, dándose una repetición en toda regla. Cuando el gaitero ya se haya marchado y la sopa sobre tu mesa esté fría, si el cuervo negro se marcha volando para hallar un nuevo destino, esa será tu señal: síguelo...

Ven esta noche
Ven a ver a los ogros
Ven a la pelea, la batalla de ogros.

Únete a ella, salta del acantilado y haz realidad el destino que ese viejo al que bien conoces una vez te contó en su leyenda. Continúa el camino del cuervo negro y escucha la instrumentación que lo acompaña, mas no dejes de prestarle atención al llamado que aún habla igualmente.

Él llora a cántaros, podría rellenar todo el océano que de un sorbo capaz es de tragarse. Con una poderosa lengua atrapa sin pudor ni dificultad a las moscas, la palma de su mano es increíble y grande. Su único y enorme ojo se concentra solamente en tu dirección, huyes al presenciar tal ogro, tal cíclope tenebroso ante ti y recién ahora la batalla has comenzado.

Ven esta noche
Ven a ver a los ogros
Ven a la pelea, la batalla de ogros

De nuevo, la instrumentación que ya vuelve a encontrarse sola, se va haciendo más potente y sonora con cada nota. Mientras el gran ogro te persigue y corres en vano por tu vida, guitarra, batería y bajo se disputan por ser escuchados antes de dar paso al próximo gran grito de guerra; y ese podrías darlo tú.

Varios hombres ogro se unen para batallar, te escondes en una cueva cristalina que simula estar llena de espejos y ellos también entran; no sabes cómo lo lograron, pero también entran... Siguen allí. Hay dos caminos reflejados en el hueco detrás de la cascada incrustada en la montaña, no sabes cuál elegir.

Debes mantenerte mientras tanto agachado y lejos de la vista de quienes te buscan invasores, de quienes su mazo golpean contra las grandes manos, esperando por golpearlo contra la cabeza que pertenece a ti. Tienes una ventaja: no puedes mirar hacia adentro, pero ellos no pueden mirar hacia afuera.

"Mira hacia afuera y manténte así"

Una voz susurra a tu oído y asientes, obedeces y cambias el sentido de tus ojos hacia el camino correspondiente. La guitarra va a avisarte cuando sea hora de dar el próximo paso... Es el momento.

Los hombres ogro van hacia afuera, por supuesto sin ser capaces de visualizar el gran escondite que has conseguido encontrar; van hacia afuera a través de uno de los dos caminos reflejados, en la cueva detrás de la cascada incrustada en la montaña, en el hueco de los espejos.

Ahora ellos corren todos hacia atrás y se acercan a tus alrededores, no puedes ir hacia el este, porque debes marcharte hacia el sur. Aprovecha y no te encontrarán, anda lejos con sigilo. Aprovecha que aún no pueden ver, huye persiguiendo al cuervo negro que todavía vuela sobre tu cabeza. Aprovecha que la música y los ahogados gritos de fondo los distraen y hacen que te pierdas por completo de su panorama visual e imaginario. ¡Aprovecha!

Los hombres ogro se marchan a casa, porque al parecer la gran batalla ha acabado. Sopla el clarinete y la trompeta lloriquea. La leyenda de esta pelea, esta batalla de ogros y con ogros, permanecerá y vivirá por muchísimo más tiempo: para siempre...

Te piensas victorioso y crees que ya puedes salir. Sin sigilo alguno ya que se han marchado, tú también ya te puedes marchar. Sí, ya te puedes marchar; ¡pero marcharte a la batalla de ogros, porque todavía ellos están al acecho!

Tarde te giraste hacia atrás, tus segundos comenzaron a contarse en cuanto quieto debido a la sorpresa y el miedo, quedaste frente al gran cíclope que empuñaba en lo alto su mazo. Con cada nota, otra vez la instrumentación ganaba potencia y ahora también el enorme martillo a tu cabeza se iba acercando más.

El último grito de piedad se escuha, mucho más alto que todos los anteriores; el grito que hace pagar todos tus pecados con la muerte. Viniste a la batalla de ogros, abstente a las consecuencias que conlleva el haber salido del lado blanco...

Qѵεεɳ σƒ Rɦყεℓαɳ∂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora