La biblioteca.

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*Narra María*

Ya han pasado tres días desde lo ocurrido con Sara. Las cosas no han cambiado mucho, Sara no le dirige la palabra a Jimin, a los otros solo les dice un " hola" " adiós " y poco más, pero con nosotras parecía una loca, Sofía ni siquiera decía nada, solo les analizaba con la mirada fría y bueno Paula, Paula vivía en su mundo algo que admiraba mucho, a los chicos les trataba igual que Sara, Yo la verdad estoy bien, insegura por todo pero bien porque tenía a mis amigas, ayer por la noche encontré un libro debajo de mi cama, tenía buena pinta, me lo acabé hoy por la mañana, era imposible de dejar.

Era de noche, nos encontrábamos en la habitación de Sara, ella nos había convocado para decirnos algo.

—Bien chicas, les he dicho que vinieran para lo siguiente — fuera lo que fuera sabría con certeza que iba hacer algo bueno pero extraño al la vez.
—Cuenta vamos que quiero dormir—tenía sueño y me quería dormir
— Mirar, desde lo que paso con el imbécil de Jimin, he decidido vengarme de él... — Sofía la interrumpió
— y ¿Cómo piensas hacer eso?—
— Si te callas te digo— Sara como siempre tan directa.

Ella nos hizo un gesto para que nos  acercaremos, nos pusimos en piña para escucharla más de cerca.

— ¡Estas loca! ¡Ni se te ocurra hacer eso! — Sofía elevo la voz, su tono era preocupado.
— La verdad que Sofía tiene razón es muy arriesgado— Paula le puso una mano en el hombro para que sepa que era peligroso.
— Se lo que pensáis, pero lo que no os he dicho es que no lo voy hacer sola— nos miro con una sonrisa pícara.
—¿A qué te refieres? — Le dije, mientras la miraba directa.
— Que ustedes, mis amigas de toda la vida y universo, lo van hacer conmigo —
—¿Perdón? — Paula dijo con cierto enojo en la voz
— A ver se que es tonto hacerlo pero al menos les daremos una lección y~ — Y después ellos nos darán nuestro merecido y ¡No! — la verdad Sofía acertaba en eso, después de eso ellos se iban a enfadar mucho con nosotras

— Chicas se las consecuencias, pero ellos verán que nosotras también jugamos, a parte será divertido — Nunca la había visto tan convencida por una de sus locas ideas.
—Por intentarlo no pasa nada, la verdad será divertido ver sus caras al final— Paula se tapó la boca para evitar una carcajada, había entrado en razón.
Que bipolares somos.

— Bueno... Esta bien pero no nos podemos echar vuelta atrás — Puse la mano en el centro como en las típicas películas de campamento. Sara la puso encima mío, la siguió Paula, miramos a Sofía, ella poca convencida al fin la puso.
— Pero como nos maten las mato yo en el cielo.

Ya ha amanecido, siempre soy la primera en despertarme así que baje a tomarme un café, por sorpresa ahí estaba Yoongi, como siempre estaba bien guapo posando con una taza en la mano.

— Buenos días, guapa— Dijo este sin rodeos, yo solo lo mire con el ceño fruncido — Te a comido la lengua el gato, porque no me gusta que me ignoren — Esta vez hablo más frío
—Perdón, buenos días — me agache de hombros
— Esa actitud no es muy adecuada de tu parte y tendrás tu merecido — al escuchar eso se me puso la piel de gallina
— Pero por tu suerte hoy estoy de buen humor así que lo dejare pasar esta vez — Que alivio sentí, mi cuerpo se relajo.
—Por cierto, ¿Y tú libro? —
— Ohh me lo acabe— como sabía que me estaba leyendo un libro
—¿ Te gusta leer? — No sabía a que venía esta secuencia de preguntas
— Sí, algún problema — le dije enfada, mucha gente se reía de mí por leer libros, a mí me chupaba un pie lo que los demás dijeran de mí.
—Relax, que solo preguntaba por curiosidad, a parte me gustaría enseñarte algo — Dijo tranquilo, con su voz ronca, tenía que admitirlo esa voz me volvía loca
— ¿Y qué me tienes que enseñar?— le pregunté muy curiosa
— Te lo enseñaré dentro de un rato, ahora tengo que hacer mis cosas.

Este se fue sin despedirse, que se le va hacer. Me bebí todo mi café, me gustaba solo, sin azúcar ni nada parecido. Me fui a mi habitación, pensando en que me quería enseñar, mi cabeza esta dándole vueltas a todo este asunto.

Pasaron unas cuantas horas, hasta que tocaron a mi puerta.

— Adelante — Ya me he arrepentido de esa respuesta
—Buenas, hemos venido con unas palomitas — Paula dijo con un bol lleno de ellos
— Son las 11:45Am, y vamos a comer algo salado por la mañana, me gusta la idea anda pasar — Me agradaba la idea, aunque después me sienta mal pero unas palomitas por la mañana es algo extravagante y eso me gustaba

— Bueno es que a Sara le ha venido "Andrés" tu me entiendes — Sofía dijo dándole un codazo a esta
— He traído una película — Sara dice con la película, toda la saga de  'Crepúsculo' en la mano derecha.
— Paula la robo de una estantería del salón — Sara dijo
— Ohh pero donde vamos a ver la película, yo no tengo tele en la habitación —
— Bueno, antes me he enterado de que los chicos se iban a un sitio, me lo dijo Taehyung — Paula nos dijo, así estaríamos mas tranquilas viendo esta película

Nos hemos visto ya las 3 primeras nos faltan dos y ya acabamos la saga. Al parecer los chicos no han llegado desde donde quieran que estén.

Quedaban 45 minutos y acabamos la película. Eran casi las 18 horas de la tarde.
— María, ¡Ven! — Esa voz era Yoongi, me gire para hablarle.
— !Voy! — le grite para que me escuchara
— ¿Porqué le haces caso? — he notado como ponían pausa, Sara me dijo
— Tranquila, solo será un momento, aparte ustedes están por aquí cerca

No me dijeron nada, yo seguí a Yoongi, llegamos a una puerta blanca bastante grande, que habría ahí dentro, tenía curiosidad

— Espero que te guste — su voz era tan dulce, cuando el quería él era tierno. Abrió la puerta de par en par, algo hizo que mis ojos se iluminarán cuando vi aquello. Entre sin preámbulos no me podía creer lo que estaba viendo.
— Dios mío, que bonito — Me abalancé a sus brazos de la emoción
— De nada, sabía que te iba a gustar además hace tiempo que nadie pasa por aquí.
— Muchas gracias, ya se que voy hacer en mi tiempo libre — me despegue de él y me dirigí a las primeras estanterías llenas de libros.

De la nada escucho como cierran la puerta, también como pasan el pestillo de esta.

— ¿Qué haces? — le dije ya con el libro ' Memorias de una salvaje' en mi mano. Su expresión dulce y tierno cambio a deseo y a enfado.
— No soy de guardar rencor pero lo que me hiciste por la mañana lo tengo todavía en mi mente, guapa — Ese tono de voz me excitaba, ronca, fría pero igualmente me daba miedo esa mirada.

*Joder, no le toques* pensé.

 

Un dulce secuestro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora