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Los minutos y horas se habían perdido en aquel lugar, no sabían cuanto tiempo había transcurrido exactamente desde que llegaron al lago

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Los minutos y horas se habían perdido en aquel lugar, no sabían cuanto tiempo había transcurrido exactamente desde que llegaron al lago. Ambos se dejaron guiar por los besos y caricias, tratando de recuperar todo ese tiempo perdido o al menos eso sentía YoonGi cada que un nuevo beso era robado de sus labios por los esponjosos de Park. El príncipe de Busan contemplo el lago una vez mas, perdiéndose por un momento en sus pensamientos en lo que YoonGi se mantenía arrojando pequeñas piedras a este, igualmente pensando en lo que podría pasar con ellos dos. Era obvio que el matrimonio de Park seguiría su curso y por su parte también debía de buscar a una buena futura reina. Aun persistían problemas pero al menos su corazón estaba algo tranquilo, hizo una mueca al recordar que tiempo atrás creyó pensar que el amor era inexistente.

—Debemos regresar.— Escucho la voz de JiMin sabiendo que tenia razón, ya se había desaparecido por mucho tiempo. Sus miradas se cruzaron una vez mas, siendo el pálido el que la retiro casi enseguida, aun se sentía algo irreal lo que había sucedido además que no era muy bueno expresando todo aquello que estaba sintiendo solo con tener al príncipe de Busan cerca de su persona. Park fue consiente del rechazo visual no dudando en acercarse al pálido para tomarlo de la barbilla robándole un nuevo beso, aunque este había sido mas pequeño que los anteriores.

—No retires la mirada tan bruscamente, si conectamos por segundos deja que estos se hagan eternos.— YoonGi volvió a observarle algo tímido por la cercanía y por sobre todo el reciente contacto de labios. —Estoy seguro que regresando no podre tocarte como deseo y mucho menos hablarte como me gustaría hacerlo.— Esas palabras instalaron una amargura en ambos.

—Odio escuchar a la princesa perfecta que te tiene en sus manos.— El príncipe de Daegu confeso los celos que sentía por culpa de la prometida de Park, el cual lo observo algo sorprendido por el atrevimiento de expresar aquello, aunque eso solo le hizo sonreír mas volviendo a juntar sus labios siendo ahora un contacto mas lento e intimo.

—Pero tú tienes mi corazón.— Fue casi un susurro dulce sobre la suavidad de los labios del pálido, palabras que hicieron avergonzarse a ambos chicos, uno por decirlas y otro por escucharlas, pero no importaba, había sido necesario para sentir emoción y calidez, algo que ambos necesitarían después. Con pesar se separaron quedando de acuerdo en volver a subirse al caballo para comenzar su partida de regreso, JiMin nuevamente sintió la tortura, bajando la mirada al respingado trasero cuando este estuvo frente a él. —Tengo entendido que Daegu nos recibirá por una noche al menos.— No dejo de ver aquel punto, el gran corcel hizo su trabajo mientras que YoonGi se concentraba en que tomara el camino correcto.

—...Es correcto.— Carraspeo cuando las manos del contrario lo envolvieron por la cintura apegándolo más a él. Ambos estaban tentados a mover sus caderas por su propia cuenta, pero no era momento y lugar, siendo JiMin el que cerró sus ojos recargando su frente en la espalda del pálido, de esa forma tratando de controlarse y pensar en algo más. Ninguno de los dos cruzó palabras hasta llegar nuevamente al enorme palacio, ingresaron por el mismo lugar en donde escaparon, dejaron al caballo en su respectivo lugar. —Bien, vamos.— YoonGi iba a comenzar a caminar pero JiMin lo detuvo un momento, con cuidado acomodó las prendas de Kim para que se viera presentable lo cual hizo sonreír a este. —Tú también estás un poco desaliñado.— Ahora fue turno de YoonGi acomodar las prendas ajenas, finalizando con un beso demasiado rápido en los labios de Park, girando sin esperar unas palabras de su parte. La acción solo hizo sonreír al príncipe de Busan, comenzando a caminar detrás de él.

Educando a un rey  ; JSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora