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Bueno, hoy es el día. Hace casi tres meses que estamos durmiendo con Eduardo. Y que cosa... Hace tres meses que apenas duermo. Que raro es a veces lo que nos pasa. El no despierta y yo no puedo cerrar los ojos. Cuanto daría para poder regalarle muchos de mis parpados abiertos! Pero hoy no tengo que pensar en eso, hoy es el cumpleaños y tengo que llevarle el regalo. Bien, ¿a ver si tengo todo? La olla, si; el secador de pelo, si; el plumero, si; el tambor, si; los jazmines, si; el guiso que quedo de ayer, si; un pedazo de manguera, si. Listo, esta todo. Vamos.

-Uy, que lindo que esta el cuarto, con los globos y las guirnaldas. Hola, Edu. ¿Qué te tenia que decir? Ah, si, FELIZ CUMPLEAÑOS! No sabes lo preciosa que esta la habitación. Esta lucia que te toco es una maravilla. Bueno, trece años, amor, ¿Qué se siente?

Nada, mamá, no se siente nada. O si. Se siente ganas de sentir. Pero deja, no estoy del mejor humor. Debe ser que me hablas de globos que no puedo ver, guirnaldas que no puedo tocar y de amigos que no están. Me acuerdo de mis otros cumpleaños y me da rabia.

-A ver, por aquí tengo el regalo, espera que lo preparo porque es bastante complicado. Ya te dije que no era una cosa, así que tene paciencia mientras pongo estas cosas... a ver... La olla, la manguera en la canilla del baño... Se enchufa aquí el secador... Ya esta. Ah, ya vino Lucia. Bueh, podemos empezar. ¿Estas preparado?

Si, grandecita, dale que no aguanto mas la curiosidad.

-Este regalo no es una cosa, es una serie de sensaciones. Te voy a regalar cosas para que sientas. Edu, momentos que tienen que ver con nosotros. Por ejemplo, ¿te acordas que teníamos que hacer cada vez que te lavabas la cabeza, que era lo primero que te hacia cuando eras mas chiquito y te sacaba del agua? A ver, te ponía arriba del inodoro, ¿y que pasaba?

No se, ma, no me la pongas difícil, ¿Qué pasaba?

-Te secaba el pelo con el secador, con esto- -y aquí te mando todo el aire caliente, mi chiquito, por la cabeza, y te revuelvo el pelo como te hacia bastante antes de que te durmieras, para que te quede bien seco, bien seco y no te resfríes porque siempre afuera del baño hacia mas frio que adentro y los cambios de temperatura son muy peligrosos-. Aire caliente, aire caliente, "toc, toc, y el agua que se va...". Como la canción que te cantaba, ¿te acordas?

...toc, toc, y el agua que se va

a dormir en el viento

para no molestar...

Mira vos, grandecita, lo que se te ocurrió como regalo. No esta mal este viento que me da en la cara y esas manos en mi cabeza. Si, me acuerdo. Me acuerdo del secador rojo y del "toc, toc" que me cantabas. ¿Qué sigue?

-Ahora: el jardín. Cuando volvías de la escuela en primavera, el jazmín estaba en todas las flores. Me decías que el jazmín iba a ser tu flor favorita para siempre. A vos te gustaba ese perfume.

me gusta, me gusta, grandecita. Todavía estoy aquí.

-bueno, es este. Te traje los jazmines de nuestro jardín- y te lo muevo delante de la nariz.

-Seguimos con el olfato. Entras a casa y hay guiso de fideos para comer. Hice el guiso que mas te gusta- -y ahora lo que remuevo es el envase que tiene los fideos, la carne, el tomate y la cebolla.

-Pero bata de nariz. Siempre te gusto ponerte el plumero en la cara. Nuca supe que le encontrabas de lindo pero cada vez que yo lo usaba para quitar el polvo, en cuanto me descuidaba te lo llevabas a la cara y yo te retaba. Pero ahora no te voy a retar. Te voy a pasar yo misma el plumero por tu piel. Sentilo, Edu, sentilo. Estas son las plumas. Sentilas, sentilas todas.

Es tan difícil volver a Ítaca {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora