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A pesar de las excusas de San diciendo que debía volver a su casa, la señora Jung lo hizo sentarse en la mesa al lado de Wooyoung.

—Te mereces un enorme plato de bulgogi por haberme ayudado a buscar a este niño travieso.—dice la señora jalándole suavemente la oreja a su hijo.

Wooyoung abre la boca para quejarse del dolor mientras sus mejillas se tornan de un tono carmesí.

—¡Sabes que mis orejas son sensibles!—exclama Wooyoung agarrándose la oreja. Su madre bufa y sube las escaleras hacia su habitación, diciendo que está cansada y quiere dormir.

Ambos chicos se quedan solos en la cocina, lo único que se escucha es el choque de los cubiertos en el plato y los sonidos que hace Wooyoung al comer. El menor evita hacer contacto visual con el mayor a toda costa, se siente muy avergonzado por lo que estuvo a punto de pasar.

Casi se besan. Choi San y el, casi se dan un beso, en su cama, en su cuarto, como si estuviesen en una película. Una pequeña sonrisa se le escapa a Wooyoung y San la nota, este frunce el ceño y golpea con el codo al menor para llamar su atención. Wooyoung se congela y lo ignora.

San frunce aún más el ceño, deja los cubiertos en el plato y se seca la boca con la servilleta. El mayor coloca sus manos en su cintura y sigue mirando a Wooyoung con los ojos entornados. El menor intenta ignorar al mayor, se levanta con su plato para lavarlo en el fregadero.

Wooyoung se encuentra confundido, ¿San sentirá lo mismo por él o simplemente quiso besarlo por que sí? Estos pensamientos siguen en la cabeza del menor mientras enjuaga su plato. Entonces siente unos brazos rodear su cintura y una barbilla apoyándose en su hombro.

Wooyoung suelta el plato en el lavadero, haciendo que tanto el como San se sobresalten, y éste último ajusta su agarre en la cintura de Wooyoung por el susto. El menor no sabe qué hacer, ¿Debería moverse y salir de su agarre? ¿Apoyarse en la cabeza de San? ¿Agarrar sus manos?

El ambiente se vuelve tenso alrededor de los chicos, San comienza a soltar su agarre de la cintura de Wooyoung, y el menor comienza a sentir frío en sus cintura y su hombro. El menor decide dejarse de tonterías y agarra las manos de San y las pone de nuevo en su cintura.

Wooyoung siente la sorpresa del mayor y como se queda quieto. El menor entonces apoya su cabeza en la de San y frota su cabello con el del mayor. San hace un sonido con su garganta para después pegar su mejilla a la de Wooyoung suavemente, causando una descarga eléctrica a ambos.

Wooyoung puede sentir el corazón de San latir en su espalda, y por alguna razón eso lo hace sonreír y se da cuenta que es real, esto enserio está pasando. El menor voltea su cabeza para poder ver a San. La nariz de Wooyoung choca con la mejilla de San, haciéndolos sonreír.

San levanta su cabeza para que sus narices choquen, Wooyoung suelta una pequeña risa tímida, lo que impulsa a San a darle un largo beso en la mejilla. Wooyoung cierra los ojos al sentir el contacto de los labios de San con su mejilla, se siente tan bien.
San se separa y ambos se quedan mirándose a los ojos por un largo tiempo, Wooyoung desciende su mirada a los labios de San y por instinto se lame los labios. El mayor nota la acción de Wooyoung y sonríe de lado. Hay algo en la expresión de San que desconcierta a Wooyoung.

Wooyoung pasa saliva y baja la mirada, suavemente saca las manos de San de su cintura y las sostiene entre las suyas, haciendo que San termine frente a él. San lo mira con la cabeza levemente inclinada hacia un lado.

—¿Te gusto, San?—suelta Wooyoung mirando a los ojos a San.

San se pasa la lengua por los labios, y baja la mirada soltando una pequeña risa confusa. La levanta y vuelve a mirar a Wooyoung quien tiene una expresión confundida pero con miedo. San ha sido tomando desprevenido y no sabe qué decir.

—¿San? Te he preguntado si te gusto.

San abre la boca para contestar, tiene las palabras en su mente pero no sabe como acomodarlas, ¿Por qué justo ahora se pone así? ¿Por qué no puede responder? San se ha puesto nervioso.

Wooyoung se muerde el labio, una expresión de dolor cruza su rostro. ¿No le gusta a San?
El menor baja lentamente sus manos para dejar de sostener las de San. El mayor aún está intentando ordenar sus ideas pero Wooyoung se está alejando. San sabe que está arruinando todo.

—Wooyoung, espera.

—Si no te gusto, ¿Por qué ibas a besarme?
—No he dicho que no me gustas.—dice San acercándose a Wooyoung con un brazo estirado a la altura de la cintura del menor.

—Pero tampoco has dicho que sí.—replica Wooyoung retrocediendo y chocándose con la isla de la cocina. San se acerca más a Wooyoung y lo mira a los ojos.
San suspira y apoya sus manos en la isla de la cocina al lado de las caderas de Wooyoung. El menor lo observa atentamente.

—No sé lo que siento, me siento confundido, jamás me he sentido así por alguien y quiero averiguarlo lentamente.

Wooyoung asiente y acaricia su mejilla.
—Perdón por intentar besarte, pensé que así podría resolver mis dudas pero, sé que no es la forma si no estoy cien por ciento seguro de lo que siento.— dice San apoyando su frente en el hombro de Wooyoung.

Wooyoung vuelve a asentir y se siente mucho más relajado.
—¿Crees que me puedas dar un tiempo? Para pensar bien.—pregunta San levantando su cabeza para poder ver al menor. Wooyoung aparta un mechón de la frente de San.

—¿Quieres que no nos veamos por un tiempo?—pregunta Wooyoung con tono triste mientras observa la cara de San.
San levanta la cara abruptamente y niega varias veces con la cabeza, parece un niño pequeño y Wooyoung sonríe.

—¡Quiero seguir viéndote! ¡Quiero seguir cantándote! Hablo de que, por un tiempo no hablemos de esto, dejar que las cosas fluyan si deben fluir.—se explica San.
Wooyoung asiente y con un dedo en el pecho de San los separa, el mayor frunce el ceño.

—Eso significa que tampoco podemos estar así de cerca entonces.—dice Wooyoung con una sonrisa juguetona, está provocando a San. El mayor cae ante sus provocaciones y abre los ojos sorprendido.
San comienza a protestar y Wooyoung ríe caminando hacia la puerta de su casa con el mayor siguiéndole haciendo pucheros.

—¿No es eso lo que quieres?—pregunta Wooyoung colocando una mano en la perilla. San para de protestar y se detiene para pensar.

—Pero me gusta abrazarte.

Wooyoung siente mariposas por todo su ser cuando escucha al mayor decir eso. San se acerca para abrazarlo y Wooyoung le devuelve el abrazo mientras abre la puerta de su casa y los rota haciendo que el mayor salga a la calle. Wooyoung le da un beso en la mejilla y se separa.

San intenta hacerlo regresar a sus brazos, pero Wooyoung niega lentamente con una sonrisa y comienza a cerrar la puerta de su casa.

—Nos vemos mañana para que me cantes. Buenas noches. ¡Llega puntual!

La puerta se cierra y San se queda observándola con una sonrisa de bobo.

san's favorite song | woosan auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora