•Roma•
-ay mi niña te voy a extrañar tanto. A pesar de todo el problema que pasamos te convertiste en una persona súper importante en mi vida de esas en las que se puede confiar desde el primer momento. Te amo amiga y espero poder irte a visitar a Argentina muy pronto, tú sabes lo mucho que amo ese país. Te deseo muchísima suerte en todo lo que te propongas y también que tu relación con Mateo dure mucho años más porque son hermosos juntos. - me dijo Lau con lágrimas en los ojos minutos antes de que tuviera que ingresar a mi avión
-ouhh mi española hermosa no me hagas llorar- reí emocionándome- llegué a España sin tener idea de nada y me voy con dos personas increíbles que ya forman parte de mi familia. Vos hasta formas parte de mi familia literalmente- reí nuevamente- te amo loquita y espero que me visites muy pronto para que sigamos haciendo de las nuestras en Argentina y te pueda mostrar todo lo que queres conocer.- continúe sollozando y sonriendo a la vez mientras me fundía en un abrazo
-naguara maricas no se puede con este tráfico- soltó gabi acelerada llegando al aeropuerto, cuestion que nos hizo reír tanto a la española como a mi.
-hola venezolana linda- le sonreí
-ay no lloren hija e putas que me largo a llorar yo también- soltó mientras los ojos se le llenaban de lágrimas
-te voy a extrañar mucho Roma sabes? Voy a extrañar que me despiertes y me apures para alistarme, el estudio juntas y las pláticas antes de dormir. Es que eres una persona súper especial marica. Cuídate mucho y cumplí todas tus metas porque eres súper capaz de todo. Te amo mi argentina arrecha- dijo llorando y abrazándome
Al poco tiempo Lau también se acopló a nuestro abrazo y las tres nos quedamos así un par de minutos.
Estaba demasiado feliz por haber conocido gente tan buena durante el viaje y sabía que a pesar de la distancia estas dos personas iban a formar parte de mi estén donde estén.
Cuando empezaron a llamar a los pasajeros de mi avión nos volvimos a despedir con mucha emoción de por medio, hasta que por fin tome fuerzas y me encamine hacia el avión.
Me había tocado la ventanilla como a mi me gustaba y a mi lado había una mamá con un nene chiquito así que estaba súper a gusto porque amaba a los nenes.
El avión despegó y a pesar de todo una sensación de satisfacción recorrió mi cuerpo. Había logrado mi sueño, había estudiado casi un año en la universidad por la que tanto había luchado no había sido nada fácil pero lo había logrado. Y cuanto había crecido dios,llegue a españa siendo una chica inmadura, chiquita y sentía que me había vuelto una mujer con ideales, realizada, que luchaba por sus sueños y los cumplía, que luchaba por lo que quería. Y eso me hacía sentir genial, me hacía sentir completa.
Ahora tocaba volver a adaptarme a mi antigua vida y a disfrutar de la gente que me quería y que tanto había extrañado.Después de reflexionar un buen rato decidí colocarme los auriculares y tratar de dormir un poco ya que el viaje era bastante largo y sino se me iba a hacer interminable.
•••
El llanto del nene me despertó, ya había amanecido y al parecer estaban repartiendo el desayuno.
-perdón- se disculpó la mamá- es que tiene hambre- me sonrío tratando de calmar al nene de unos 2 años
-no te preocupes- le sonreí mientras me estiraba un poco
Las azafatas nos entregaron café y medialunas como desayuno, por lo que me puse a comer mientras seguía escuchando música y admiraba la inmensidad del paisaje por la ventanilla. Amaba viajar en avión y ver como todo lo que nos parecía gigante se hacía muy chiquito.
Quedaba poco tiempo para que aterricemos y mi ansiedad iba en aumento. Tenía demasiadas ganas de ver la cara de sorpresa tanto de mi mamá como de mi novio, sin dejar de lado a mis amigos claro.
•••
Volver a respirar el aire argentino me generaba mil emociones, una vez que agarre mi valija decidí ir en busca de un taxi que me llevara a mi casa.
Era increíble, todo seguía igual, todo estaba ahí. Pero yo había cambiado demasiado, había vivido experiencias inolvidables, había sido feliz y también muy triste pero al parecer eso no afectaba en nada a nadie más que a mi.
El taxista me dejó en la puerta de mi edificio, había hablado con mi mamá hacía un rato para preguntarle si estaba trabajando. Todo de manera muy casual para que no sospechara nada y me había respondido que no, que tenía franco. Por lo que ni bien atravesará una puerta ya la podría ver.
Mi corazón latía muy fuerza y el temblor de mis manos casi me impedía abrir la puerta de mi casa...
ESTÁS LEYENDO
Tercera regla: no separarse
FanfictionTercera parte de la saga reglas. Si no leíste las dos partes anteriores anda a leerlas porque no vas a entender nada, están en mi perfil. ••• El amor que existe entre Mateo y Roma es tan grande que ni la distancia ni el tiempo lo pudieron romper. D...