•Roma•
Era bastante temprano, nos encontrábamos en la entrada del edificio con el flete ante nuestros ojos. Teníamos que empezar a meter todo en el departamento, así que nos teníamos que poner a la acción.
Pedro y Mateo se encargaban de las cosas pesadas, junto con el dueño del flete que al parecer era amigo de Pedro y también les daba una mano.
Yo por mi parte me hacía cargo de las cosas más livianas, la vajilla, cajas con ropa, fotos y demás.
A pesar de que tampoco eran tantas cosas, el trabajo era arduo y se nos estaba haciendo más largo de lo que habiamos planeado.
-terminamos de subir la mesa y estaría todo- sonrío Pedro cansado volviendo a bajar una vez más. Si el ascensor no se había roto con todas las veces que habíamos bajado y subido ya no se rompía más...
-al fin- suspiro Mateo palmeando a su papá cuando ya no les quedaban más nada
-bueno ahora los dejo a ustedes que les queda bastante por ordenar- rio Pedro
-Gracias viejo, te amo- lo abrazo Mateo
El real quien pudiera... ojalá pudiera tener esa relación con mi papá.
-qué hora es?- soltó mateo tirandose en el sillón que había traído, que con todo el despelote que había se encontraba en el medio del living rodeado de cajas
-las 15:00, ¿queres que vaya a comprar algo para comer?- pregunte acariciando suavemente su pelo y cara para luego dejar un beso cerca de sus labios
-yo no tengo hambre... prefiero terminar cuanto antes de ordenar todo, así ya me quedo tranqui- me sonrío abrazando mi cintura
-bueno, a ordenar se ha dicho entonces- le sonreí parándome, conectando el parlante con buena música y estirando mis manos para que él también se levantara
-uhh así cualquiera ordena- sonrío él parándose y empezando a ubicar cada cosa en el lugar correspondiente
Nos pasamos así unas largas horas, armando muebles, conectando electrodomésticos, acomodando ropa y todo lo que necesitábamos más urgentemente. Le faltaban comprar un par de cosas pero con el tiempo ya terminaría de organizar todo.
-qué turrito lindo que sos- reí al verlo bailar y tirarse unos pasos cuál wachiturro
-dice que soy un atrevido, y solo le robe un beso- soltó acercándose y encajándome un pico brusco mientras bailaba con sus pasos característicos
-qué dirá de mi si supiera lo que en verdad quiero hacerle...- sonrío haciéndome dar una vueltita a mi
-qué me queres hacer a ver...?- pregunte haciéndome la desentendida
-shhh para... pero que puedo hacer si a mi me gusta el sexo, y tu no me quieres daaarrrr
-que turro mentiroso, si ya sabes que te re doy yo- reí uniéndome a su baile wachiturro
-dando dándole... yo me la pasaría a la noche dando dando dándole...- cantó acercándose para bailar conmigo y hacerme reír con las caras y los pasos que hacía
Y así nos pasamos gran parte de la tarde entre boludeando y haciendo pavadas y ordenando el departamento para que a la noche pudiéramos dormir en paz.
Ya eran pasadas las 19:00 cuando terminamos de más o menos ordenar todo, yo me había quedado acomodando un par de cosas en la cocina mientras Mateo se bañaba pero cuando volví a la habitación lo vi profundamente dormido.
Le puse una manta encima ya que se había dormido solo con el bóxer, se notaba que estaba súper cansado. Se había encargado de subir y armar un millón de cosas por lo que era lógico que necesitara descansar un poco.
Yo por mi parte decidí ir a hacer las compras ya que la heladera estaba vacía y no habíamos comido nada en todo el día por lo que yo tenía mucha hambre y Mateo seguro que más.
Me puse unas calzas y unas zapatillas junto con uno de los tantos buzos de mateo y tras clavarme los auriculares salí con un par de bolsas.
Al regresar desinfecte todo ya que ya estaban empezando a aparecer algunos casos de coronavirus en Argentina y teníamos que seguir con el protocolo.
Me di una ducha rápida, me coloqué una remera de mi novio que me tapaba casi todo el culo porque era una enana y luego me dispuse a cocinar unas milanesas con puré porque sabía que a él le encantaban.
Cuando ya estaba todo más o menos listo, apague la cocina y arme la mesa, estaba habituada a que seamos 2, ya que convivía sola con mi mamá hace años por lo que estaba súper acostumbrada al silencio y a pasar sola mucho rato, además de a saber armar mesas extremadamente chicas.
-amor...- empecé a despertarlo acariciando suavemente su pelo y dándole algunos besos por su cara
-mmm...
-bebo hice la cena
-enserio?- pregunto con la voz súper ronca y sin abrir los ojos
-si dale que se enfría- le sonreí dejando un beso esta vez en su boca
-te amo italia- me sonrío intentando abrir los ojos y haciendo unas muecas muy graciosas
-dale Teo pajero, vamos a comer que tengo hambre. Ya sabes que yo también
-qué hiciste?
-milas con puré
-uhhh lpm wacha yo me puedo casar con vos?
-Jajajajajaja tarado dale. Más adelante nos casamos
-y hay postre?
-yo voy a ser el postre- le sonreí mordiéndole el labio y levantándome en dirección a la cocina
-douuu no hay mejor postre que ese culito- sonrío pegándome en el culo y levantándose por fin
ESTÁS LEYENDO
Tercera regla: no separarse
FanficTercera parte de la saga reglas. Si no leíste las dos partes anteriores anda a leerlas porque no vas a entender nada, están en mi perfil. ••• El amor que existe entre Mateo y Roma es tan grande que ni la distancia ni el tiempo lo pudieron romper. D...