The Queen of blue balls

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Quienes estén algo más familiarizados con el idioma anglosajón tendrán una vaga idea de esas dos palabras al final del título. Para quienes no...piensen mal y acertarán.

El arte de ser una calienta huevos es interesante cuando menos. Puede surgir por diferentes motivos, pero me gusta creer que es algo hasta cierto punto especial; porque no todo el mundo disfruta de causar ese malestar, y tampoco todo el mundo disfruta pasar por él. Se necesitan dos personas muy dispuestas a afrontar ciertos retos, por así decirlo, pero todo siempre bajo un marco de límites implícitos de mutuo acuerdo (claro, cuando entre los motivos de pasar a la acción no sean por venganza)

Pasaré a los impulsos que me llevaron a esto después de explicar por qué he decidido en varias ocasiones ser una calienta huevos: poder. Sí, no sé si sea por la pequeña dominatrix que Scarlett representa en mi psique, o por ser portavoz del signo con mayor carga sexual de todo el zodiaco. Pero el tener a un chico estimulado hasta el borde y suplicando por más mientras imagina todas las cosas sucias que quisiera hacerme y no puede, es delicioso, divertido y empoderador.

El tomar tu sexualidad y el hecho de que muchos hombres no te vean como más que un pedazo de carne esperando por su atención y darle la vuelta a la situación al hacerles creer que se están saliendo con la suya, pero que terminen arrastrándose cuan...

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El tomar tu sexualidad y el hecho de que muchos hombres no te vean como más que un pedazo de carne esperando por su atención y darle la vuelta a la situación al hacerles creer que se están saliendo con la suya, pero que terminen arrastrándose cuando se dan cuenta que tú eres quien lleva la sartén por el mango, es en lo que a mí concierne, una de las mayores patadas en el escroto que se le puede dar a la sociedad machista.

Las estrategias varían, tienes que ser versátil. A veces algo de sumisión fingida, otras veces las cosas se ponen interesantes cuando el chico disfruta de ser provocado dolorosamente, porque está expectante a lo que pueda ocurrir después. Nunca es igual con cada chico. Y eso es lo que lo hace tan entretenido. Pero... ¿Por qué hacerlo? ¿Por qué querer sentir ese poder en diferentes circunstancias?

Vamos a los impulsos: aburrimiento, venganza y placer. ¿Recuerdan lo de que se necesitaban dos personas dispuestas y los límites? Esto es importante porque debo resaltar que ninguno, Repito, ninguno de los chicos a los que molesté de esta forma fue mi abusador. Y ninguna persona, sin importar lo que haga debe pasar por algo así. Una violación JAMÁS es justificable ni se debe culpar a nadie más que al violador. Period.

Retomando, y dejando por fuera el asunto de mi violador...he molestado de esta manera a varios chicos, entre ellos buenos amigos, ex parejas y recientemente un muchacho con el que estoy "saliendo" (está situación será explicada en otro momento, pero salir aquí no es sinónimo de relación estable). Siendo todos adultos legales y dando consentimiento para iniciar un coqueteo intenso, el juego puede iniciar a la mínima provocación.

Impulso 1: aburrimiento. A veces en una reunión con amigos y algo de alcohol de por medio, se empieza a jugar a distintos retos, muchos de ellos subidos de tono cuando están en confianza.  Mis amigos me retaron a hacerle un blowjob a una botella sostenida por una de mis mejores amigas. Moraleja que hay que tomar en cuenta: nunca retes a un Scorpio a provocar de esa manera a menos que puedas manejarlo. Los varones en la habitación tuvieron que cruzar las piernas mientras las chicas nos burlábamos...

Cuando he estado con buenos amigos a solas, en ciertas ocasiones algunos empiezan a hacer bromas sexuales dada la forma de mi cuerpo, a veces se los dejo pasar, porque son amigos y lo hacen para molestarme porque hay confianza (a parte que el que la lleva se aguanta y les respondo igual o peor). El problema es cuando putos extraños hacen esa clase de comentarios sobre mi creyendo estúpidamente que es una forma útil de ligar con una chica. Aquí llega el impulso número 2: venganza. Así que el iluso de turno cree que decirme "ufff qué no te haría mamacita" me va a hacer rogarle por dormir con él. JA JA JA.

Para quienes no estaban al tanto, el término "blue balls" hace referencia al dolor que sienten los hombres cuando están muy excitados y no pueden correrse. La presión que deben sentir en sus testículos es incómoda y dolorosa. Ahora sumen a ese dolor físico, la patada figurativa en las bolas que es el que queden como estúpidos creyendo que iban a acostarse con alguien esa noche, pero lo único que les queda es matarse a pajas en el baño, porque le hice creer al imbécil que en serio me parecía irresistible y que le iba a dar la noche de su vida luego de bailarle pegado y susurrar un par de "cumplidos" en su oído. Esa expresión de frustración, humillación y enojo es impagable.

Tercer impulso, y uno de los que más me agrada: placer. Oh sí. Haya sido con una pareja, o con un saliente, el saber que hay interés de ambas partes, y la disposición a que algo más ocurra, pero hacerlos sufrir un poco para que le tengan más ganas a lo que vendrá después...es jodidamente lo mejor. Suponiendo que quienes estén curioseando por aquí ya tengan una vida sexual activa y la suficiente madurez, lo diré sin rodeos. Causar una erección hasta cierto punto dolorosa en alguien que me gusta y me atrae sexualmente, me pone a mil. Y de nuevo esto nos lleva al poder.

Soy yo quien está causando esa reacción, y soy yo quien puede decidir ser benevolente y aliviar su sufrimiento o extenderlo más. Estar sobre mi chico, sintiendo su dureza, sosteniendo sus brazos con fuerza para que no pueda tocarme mientras yo me muevo sobre él, y ver sus ojos oscurecer de lujuria y cambiar de expresión entre un cierto enojo y una súplica silenciosa, o hasta sus intentos de amenaza de "no tienes idea de cómo voy a disfrutar desquitarme de esto luego"....maldita sea. Me encanta eso. Porque sé que lo que vendrá después será una lucha de poderes que terminará con ambos agotados y satisfechos (cuando seamos una pareja estable y en el lugar y momento adecuado), además de un punto más en mi marcador personal de "lo enloquecí, de nuevo. Gané".

Sí, soy una hija de puta en ese aspecto. Y me enorgullece, porque soy yo quien pone las reglas y es mi manera de retomar el poder que alguna vez me arrebataron. Pero de mis amigos a quienes molesté, mis ex parejas, e incluso de este nuevo chico que estoy conociendo, no hay quejas al respecto, solo ganas de más...y que por el momento solo una persona tiene el lujo de decir que consiguió llegar hasta ahí, y que valió la pena la espera.

Es una buena estrategia usar nuestro libido como arma, Anne. Y es la máxima prueba que tiene que pasar quien de veras se interese por estar en nuestra vida. Hay que seguir probando sus límites, y los nuestros también. En honor al paro y el 8M, si hay más de nosotras, las calienta huevos, leyendo, o alguna interesada, no tengan miedo. Hagan de lo que ellos consideran una debilidad o algo con qué molestar, una de sus mayores fortalezas.

Ps: sobre la canción. Kurt & Ram son la clásica representación de los imbéciles. Vean la película original y el musical, en serio Heather's tiene demasiado con lo que me identifico y entenderán muchas referencias de ahí.

Damaged?Where stories live. Discover now