Después de un pequeño trote que se convirtió progresivamente en una carrera por parte de la pelinegra, llegaron sin aliento al establecimiento.
-No puedo respirar-habla entrecortado y con un poco de dificultad -Porque tenías que correr tanto- Se queja.
-Parecías oficial de la policía con tantas preguntas- Responde mientras trata de regular su respiración.
-Ya ni me acuerdo de que estábamos hablando...parce creo que no me llega suficiente oxígeno al cerebro- finalizaron la discusión entre risas retomando el camino hacia una de las mesas cercanas.
-Me duelen los ¡Pies!-Se queja la chica al momento de sentarse, mientras masajeaba sus muslos.
-No hagas tanto berrinche-le recrimina.-Espérame aquí.-Dice mientras desliza la silla para ponerse de pie y perderse entre la multitud.
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POV XXXXX
Este bus parece tener solo tres velocidades; lento, muy lento y lentísimo. Me lo merezco por no haber ido a buscar el auto en casa de mi papa antes de hacer esa visita, pero es que la pereza me domino y termine por ceder a mis deseos más vagos.
Después de un rato continúe mi conversación con el hombre a mi lado que al parecer, en su juventud fue chofer de un tren.
Cuando de repente somos interrumpidos.
-Tengo orejas de pescado...!.-Escuchamos a lo lejos a una pareja de ¿niños?, Que corren por la acera a toda velocidad.
-La juventud de hoy en día no pierde las energías tan rápido- Dice mí ahora amigo.
-Jajaja...Si, somos unos duros-Le respondo con aires de jovialidad.
-Bueno espero que uses tú recién aprendizaje para el bien.-Me dice en forma de broma, mientras se levanta con cuidado de su asiento, caminando por el pasillo hasta la puerta principal esperando a descender del bus.
-No se preocupe, me encargare de que no se pierdan estos conocimientos.-Respondo al aire.
Realizo un gesto con la mano en señal de despedida.
Bueno hay que verle el lado positivo a todo esto, al menos ya no pasare pena nuevamente al pedirle la hora a un anciano.
Todos los días se aprende algo nuevo ¿no?
Alzo un poco la cabeza para sentir como el aire frio pasa por mi frente hasta llegar a mi rostro y mi cabello castaño, tal vez debería cortármelo nuevamente, mejor lo pienso después, ahora debo bajarme de esta tortuga para poder llegar algún día.
Tomo mis cosas, las cuales consisten en una gabardina negra y un bolso, camino hasta la puerta y bajo en la siguiente parada.
Al bajar me percato de dos cosas.
Primero: No sé dónde estoy.
Y segundo, fui lo suficientemente estúpida como para no recordar que había colocado mi teléfono entre el asiento y la pared de la buseta.
-Perfecto...son como las siete de la noche, y aun no llego... ni siquiera puedo llamar para avisar de mi retraso y tomar un taxi.-Me auto regaño.
Miro a mi alrededor y solo veo lo que parece ser una farmacia junto a un montón de edificios un tanto desgastados y...feítos, hay que admitir.
La calle esta tan silenciosa que siento mi respiración muy ruidosa para este ambiente.
-Donde se supone que estoy...creo que ni siquiera me subí al bus correcto, #Patética.-Me recrimino por mi monumental estupidez. Y ahora qué hago? caminar sola por ahí no me parece tan buena idea... lo mejor será entrar a la farmacia y pedir indicaciones o algo; Me van a estrangular cuando llegue... si es que llego claro está. Pienso mientras me sobo el cuello tratando de ordenar mis ideas.
De repente siento como una sombra se me acerca a paso lento y sigiloso.
-Disculpa.-Escucho una voz a mis espaldas.
Me volteo con un poco de miedo.-Sería el colmo que ahora me atraquen.
Comienzo a meditar-Ojala solo sea un testigo de Jehová.-Ruego tomándome mi tiempo para voltear.
Giro poco a poco.
-Ah...-Suelto todo el aire contenido en mis pulmones al ver que solo es una chica.-Si... en qué te puedo ayudar.-Le pongo un poco más de atención a la desconocida después de recuperarme de lo que casi es un ataque al corazón.
-¿No eres la pianista de la clase de Coro en YUGEN?-Pregunta.
Creo que Dios se apiado de mí, ya que parece que esta desconocida sabe dónde queda la academia
-Ohh...Bueno técnicamente no.-Trato de explicarle.-Solo les ayudo de vez en cuando a sus ensayos, soy una alumna de otra clase.
-Bueno pero por el momento lo eres, entonces la respuesta seria que si.-Me responde con una sonrisa mientas completa la respuesta.
-Si supongo jajaja.-Acepto.
-¿Vas camino a la Academia?
-Ese era mi plan...pero creo que ya se me hiso un poco tarde.- Trato de no parecer tan perdida.
Ella me mira de pies a cabeza, lo que me comienza a incomodar, analiza mi respuesta y dice;
-Ya que es más que obvio de que no sabes dónde estás parada.-Asiento con la cabeza para confirmar sus sospechas.- Y vamos al mismo sitio... ¿Te parece si caminamos juntas?-Suelta con una expresión un poco nerviosa-Me da un poco de miedo estar por aquí solita- Me dice luego de unos segundos.
-Jajaja... te entiendo, hace un momento pensé que eras un delincuente.-le digo en forma de broma.
-Admito haber robado uno que otro dulce, pero no lo tomo como oficio.-Me sigue la broma.
Muerdo mi lengua para evitar reírme.
-Entonces lo más conveniente será apresurarnos antes de que te consiga la policía y me tomen como cómplice.-Acepto su invitación antes propuesta.
-¡Bien!...Por cierto ¿Cómo te llamas?...no puedo andar por la vida diciéndote; la pianista del coro o la pianista suplente del coro.-Habla de forma rápida.
-Si me dices así, te diré; la roba caramelos.-Me defiendo.-Me llamo April...pero me dicen Teddy y tú eres...-Dejo al aire esperando su respuesta.
-Soy Maggy...Un gusto Teddy.
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YUGEN
RomanceQuien dice que el tiempo y el destino no son aliados. Aveces las cosas mas simples tienen los significados mas inconmensurables. Lo que para unos es destino para muchos no es mas que una casualidad. Una Historia Simplemente INEFABLE.