Habían pasado ya tres días desde que Sasuke pasó por la última aldea camino a Konoha. Ya estaba bastante cerca, se sentía un poco nervioso porqué no sabía cómo reaccionarían sus compañeros ante su llegada pero decidió no darle tanta importancia al asunto.
A unos pocos metros de la entrada de la aldea pudo visualizar que habían unas personas esperándolo.— Sasukeee!!! Al fin estas de vuelta dattebayo!!.—Exclamó su gran amigo Naruto.
— Tsk ¿ Cómo supieron que llegaría hoy?.—Preguntó Sasuke. Parecía algo molesto pero realmente estaba feliz de que sus amigos lo recibieran.
— Pude sentir tu chakra mediante te ibas acercado a la aldea.— Dijo Kakashi, quien ahora era el sexto Hokage.
De repente una suave y dulce voz pronunció su nombre.. — Sssasu..ke-kun! bienvenido.— Era Sakura de quien provenían esas palabras.
Sasuke volteo su cabeza y sus miradas se encontraron nuevamente después de tanto tiempo. Ambos recordaron aquel momento en la cuarta guerra ninja, donde Sakura con la ayuda de Obito había rescatado a Sasuke de una de las dimensiones de Kaguya.— Sakura.— Dijo el Uchiha. Como siempre el era un hombre de muy pocas palabras.
Al escuchar su nombre dicho por la persona que más amaba en el mundo los cachetes de Sakura se tornaron un poco rojizos, se puso algo nerviosa así que bajo su mirada hasta el suelo. Estaba a punto de decir algo más cuando el rubio la interrumpió y dijo:
— Vamos todos a comer ramen para celebrar que Sasuke ha vuelto a la aldea!!.—
— Si!!!.— Asintieron todos al unísono.
— Pero tú invitas, tarado.— Dijo El poseedor del sharingan, uno de los kekkei genkai más poderosos del mundo ninja.
— Ettoo..esta bien.— Dijo el rubio mirando su billetera.
La aldea no había cambiado mucho desde que el Uchiha había emprendido su viaje, le agarro un poco de nostalgia volver a ver las mismas calles por las que transitaba con sus amigos en aquellas épocas donde todo parecía marchar tan bien. Llegaron a Ichiraku y todos ordenaron un gran tazón de ramen para celebrar, entre risas y anécdotas la noche se fue apoderando de la ciudad y ya era hora de regresar a sus respectivos hogares.
— Sasuke-kun! Te puedes quedar en mi casa si quieres.— Dijo Sakura mientras jugaba con sus dedos por lo nerviosa que la ponía el tener a su amado tan cerca.
— Hpm.— Asintió apartando su mirada de la muchacha.
— Sasuke mañana te asignaré un nuevo departamento en la aldea, por lo tanto hoy tendrás que quedarte en lo de Sakura, espero que no te moleste.— Dijo el Rokudaime despidiéndose de todos.
— Adios Sakuraa-chan, cuida bien de Sasuke —. Susurró Naruto desapareciendo entre las sombras.
Ya solo quedaban ellos dos, comenzaron a caminar hacia la casa de Sakura. La noche estaba tranquila, la luz de la luna iluminaba el sendero para aquellos jóvenes que tras unos minutos ya estaban a punto de llegar a su destino.
Al llegar a la casa de la pelirosa, ambos se sacaron sus calzados y los dejaron en la entrada, Sakura le ofreció un cafe a Sasuke y este sin más remedio lo aceptó.
La casa estaba bastante silenciosa, podia escucharse el viento chocando contra la ventana y las manecillas del reloj moviéndose lentamente al sonido del tic-toc. Mientras los shinobis disfrutaban de su cafe, Sakura se inclino por romper ese incómodo silencio.— Ssaaasu..ke-kun! me alegro que por fin estes de vuelta..—
Las palabras que salieron de la boca del Uchiha no eran las que la joven esperaba.
— Sakura, gracias. — Exclamó el pelinegro con su mirada fija en aquellos ojos color jade.
Sakura estaba tan sorprendida por lo que acababa de escuchar que lo único que pudo hacer fue sonreír, las palpitaciones de su corazón se habían acelerado y recordó el momento exacto en donde el joven antes de marcharse de la aldea le había recitado las mismas palabras luego de darle un toque en la frente (el mismo toque que Itachi solía darle al pequeño Sasuke durante su infancia).Transcurridos unos segundos, se oyó la voz del joven Uchiha..
— Sakura, ¿Te encuentras bien?.—
— Siisii.— Dijo la pelirosa volviendo a la realidad y agitando sus manos en diferentes direcciones. Tomando la cuchara que estaba dentro de su cafe y moviéndola un poco dijo: — Solo estaba recordando algunos momentos.—
El hombre de cabellos oscuros se imagino que seguramente Sakura estaría recordando todos aquellos malos momentos que tuvo que vivir por culpa de su oscuro pasado, sintió un sabor amargo en su boca y antes de que pudiera decir algo, escuchó la cálida y suave voz de su compañera.
— Sasuke-kun! ya todo esta en el pasado, no te preocupes por ello.— Dicho esto y con una sincera sonrisa en su rostro, Sakura se levantó de la mesa tomando las tazas de cafe y se dirigió hacia la cocina.
— Si.— Asintió él, cerrando sus ojos y haciendo una leve mueca con sus labios.
Aunque el tiempo había pasado, ambos tenían una conexión que no podían negar. Se conocían lo suficiente como para poder acertar lo que pasaba por la mente del otro, aunque nunca lo hayan expresado en palabras, así era.
Sakura preparó el sofa en donde iba a pasar la noche el Uchiha, puso un par de sábanas blancas y una almohada bien esponjosa con una flor color rosa bordada en el centro.
— Buenas noches Sasuke-kun!.— susurró la joven de ojos color jade adentrándose en su habitación.
— Buenas noches Sakura.— Se limitó a decir el pelinegro.
Todas las luces estaban apagadas, entre tanta oscuridad, el brillo de la luna lograba reflejar una tenue luz en la habitación en la que se hallaba aquel joven. Una leve y suave brisa se adentró por la ventana acariciando la delicada piel del Uchiha. Le costaba un poco dormirse, muchos pensamientos lo invadían, tanto buenos como malos. Al girar su cabeza se encontró con aquella flor bordada sobre la almohada la cual lo hizo pensar en ella, en Sakura.
Posando sus largos y finos dedos sobre esa flor de cerezo se dió cuenta que desde que su familia aún vivía que no se sentía de aquella manera..en casa.CONTINUARA...
Gracias a todos por leer esta historia. Espero que les haya gustado el segundo capitulo❤️🌸
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El renacimiento del Clan Uchiha
FanfictionLuego de dos años de redención, Sasuke decide por fin dar por terminado su viaje y regresar a la aldea de Konohagakure. Lo que el nunca sospechaba era que iban a suceder un montón de acontecimientos que harían que su vida cambie para siempre.