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La única emoción del día para el flojo esquelto había sido su conversación con su amiga.

Decir que se había quedado extrañado era poco en comparación a la curiosidad que sentía. A que se refería con acompañar al humano se preguntaba el esqueleto.

Sans se acomodo en su puesto de vigilancia observando los arboles llenos de nieve. Se encontraba aun perdido en sus pensamientos...en esa promesa.

(-Porque caigo tan fácilmente para hacer promesas?)- la voz de detrás de la puerta era alguien que Sans apreciaba bastante, quizás no tanto como a su hermano, pero era alguien que el esqueleto quería mucho...y quizás por eso siempre caía en esas promesas.

No siguió dandole mas vueltas al asunto. Su pereza era siempre superior a su curiosidad y ahora no encontraba motivos para dormir un poco.

-Lo sabia.-Sans se quito las manos que cubrían su cabeza levantando un la vista.-Te has vuelto a quedar dormido?

En efecto, su hermano se encontraba delante suya, con sus brazos cruzados y una expresión algo furiosa, aun con cierta ternura. Su armadura plateada se encontraba llena de polvo, algo insólito

-Wow bro realmente has "cubierto de polvo" mis esperanzas.-respondió el mayor mientras se sacudía la cara con sus manos. Papyrus solo se quedo de pie.

Otro concurso de miradas se formo entre ambos esqueletos y fue el menor quien rompió ese espectáculo.

-Veo que tu sentido del humor esta intacto.-respondía el menor mientras sacudía su armadura quitando el polvo de encima.

-Otro duro día con Undyne?-pregunto Sans mientras salía del puesto de vigilancia y se colocaba al lado de su hermano.

-Arg debí haberme quedado en casa.-respondió Papyrus mientras movía el brazo para la sorpresa de su hermano.-Hoy no estaba de muy buen humor Undyne.

-Me lo esperaba bro pero no habrá sido para tanto.-respondió Sans mientras sus cuencas se oscurecían al ver la reacción de Papyrus.
-Verdad?

Sin embargo, la mirada y sonrisa tierna de su hermano hizo que los pensamientos de Sans dejasen de fluir. Si bien Undyne era violenta, nunca lastimaría a la gente que le importa.

-Que tu y ella no se lleven tan bien no quiere decir que tenga esa misma relación con ella.-respondió el alto esqueleto con una sonrisa mas amplia.

Sans por unos minutos se tranquilizo. Que le estaba pasando? No es normal que actúe de esa forma tan protectora con Papyrus.

Papyrus pudo observar como su hermano estaba algo pensativo. Demasiado para lo que estaba acostumbrado el menor de la familia.

Sin darle tiempo a quejarse, Papyrus cogió a Sans y lo subió a su espalda. Eso siempre le alegraba a su hermano y ahora no era una excepción.

-Gracias bro.-le dijo mientras se apoyaba en la cabeza de su hermano.

La tranquilidad no duro mucho, ya que una rama se rompió. Ambos esqueletos pudieron oír la rama rompiéndose cuando alguien aplicaba una fuerza muy grande.

-Sans...-Sans bajo de la espalda de su hermano haciendo un salto hacia delante y observo el camino que daba a las Ruinas.

-Deben de ser los perros.-dijo Sans moviendo su mano, quitándole importancia al asunto, algo que Papyrus no tomo muy bien.

-Sans son perros pero no son tontos.-Sans solo suspiro mientras chasqueaba los dedos dejando a su hermano preparado para cualquier cosa.

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Apareció detrás de un árbol donde pudo observar a un humano. No podía distinguir rasgos a esa distancia de separación entre ambos pero sabia que era un humano.

El esqueleto observó como el humano caminaba acercándose al puente y usando sus habilidades se coloco detrás de el.

-HUMANO.-le dijo el esqueleto usando su voz mas terrorífica.

Mas sin embargo, el humano rompió el silencio girándose para sorpresa del esqueleto, quien ya había sacado su mano para usar el cojín pedorro.

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