Qué etapa más bonita para ambientar un relato, ¿verdad? Esa Grecia clásica, tal vez con sus dioses, o con sus sacerdotisas en los templos. O esa Roma, tan imperial y conquistadora. Pues también en esa época, como es obvio, es importante saber, o tener nociones de qué materiales, qué formas o el nombre de las prendas más icónicas de esa etapa.
Comenzamos con Grecia. Seguro que tienes en la mente esos vestidos largos, con telas de bonita caída. Bien, esas telas tan idílicas y brillosas estaban reservadas para las clases altas. En general, en la Grecia clásica las materias que predominaban eran el algodón, el lino, la lana, e incluso la seda.
Como hemos dicho, las clases altas tenían más acceso a mejores telas, el lino, la lana fina y, más tarde la seda. Con ello, se confeccionaban los vestidos llamados quitón. Y por encima llevaban un manto llamado himatión. La vestimenta específica de las mujeres era el peplo, que no era otra cosa que una larga túnica al que también le ponían un himatión por encima.
En el caso de las clases más bajas, el material era más crudo, más grueso y vasto. La lana o las pieles curtidas. La forma de vestir griega es de lo más simple, porque la mayoría de las veces era un rectángulo de tela dejado caer sobre el cuerpo, envuelta en él, y sujeta por un cinturón.
Apenas había diferencia entre la forma de vestir de hombres y mujeres, siempre con sutilezas, pero seguro que podrás incorporarlo a tus escritos sin problema.
O si prefieres centrarte en Roma, no vas a tener dudas con respecto al material, porque son muy similares: lino, lana y seda, en ocasiones mezclados.
Si obviamos la prenda más antigua de esta época, que básicamente era un taparrabos, llegamos a la etapa que podemos tener más en mente, con hombres vestidos con túnicas (subúcula), y con togas. No confundamos estos términos, porque las túnicas era el vestido en sí, que podía ser con o sin mangas, y las togas eran las capas.
Obviamente, como en toda la vestimenta a lo largo de la historia, esta se diferenciará según la clase social o la ocupación. Así, las togas serán estrechas para los filósofos y pensadores, ceñidas para los guerreros, de color púrpura para magistrados o con bordados dorados para los altos dignatarios.
En Roma sí que hay cierta diferencia con la ropa femenina. De esta forma, el vestido para las mujeres constaba de un taparrabos y lo conocido como strophium (como un sujetador). Sobre ello se colocaban dos túnicas: una subúcula sin mangas y que llegara hasta los pies, y otra túnica corta semejante al quitón griego, que recibía el nombre de supparum. O en vez de esto se usaba la stola, una túnica de mangas cortas.
En esta época los vestidos no son tan simples, ya comienzan a elaborarse un poco más, a añadir distintas combinaciones de colores, pero la idea es muy similar a la época anterior. Lo importante en este caso, no es aturullarse con mucho tecnicismo, sino tener claro lo que se quiere transmitir en la imagen de la novela. Que tú sepas el momento en el que están tus personajes y cómo no caer en anacronismos.
A veces, lo más sencillo es lo mejor, pero también puedes elegir complicarte la vida al describir tanto como quieras, mostrando una imagen clara en el lector de cómo son y visten tus personajes.
Aquí abajo os dejamos algunos ejemplos de lasvestimentas que hemos explicado para que podáis visualizarlas.
Aquí chitón e himatión:
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Modas del pasado
Non-FictionUno de los elementos más importantes a la hora de escribir ficción histórica es la representación de las modas de cada sitio particular en el momento que corresponda y según la clase social de los personajes. ¡Suena complicadísimo! Por eso aquí in...