«OneShots» •Michaeng•

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Las vacaciones de verano eran de lo más divertido para el grupo de amigas de Chaeyoung. Usualmente solían viajar juntas a distintos lados y esta vez decidieron ir a Japón. La de ojos felinos intentó negarse, ir a Japón hacía que recordara el pequeño romance que tuvo cuando estudió de intercambio en aquella escuela de niñas.

Pero, ¿Cuál era la probabilidad de encontrarla de nuevo?

Habían pasado tres años y, a pesar de haber intercambiado números, la otra chica nunca contactó con ella, provocando una gran decepción en su corazón. Ella imaginaba aquel amor como uno que quizás se mantendría a pesar de la distancia... pero no fue así.

El grupo de chicas llegó a una especie de hotel estilo tradicional. Tenían reservadas dos habitaciones del segundo piso, decidieron separarse de tres en cada habitación y así no estar todas apretadas.

— Bienvenidas al hotel Swan. -Las recibió una mujer de cabello corto.- Por favor, síganme.

La mujer, que debía estar como en sus cuarenta, guió a las chicas hacia sus habitaciones con lentitud.

Una vez en el lugar, la mujer se retiró con una reverencia siempre pidiendo que el grupo se divirtiera y descansaran bien.

— Chaeyoung, tenemos pensado ir a Osaka en un rato. ¿Quieres ir? Te noto cansada. -Habló una de sus amigas.-

— Oh, uhm... prefiero dormir. Traiganme un recuerdo o algo. -Pidió mientras sacaba cosas de su maleta.-

Sus amigas asintieron y se acercaron a la puerta corrediza de la habitación.

— Volvemos mañana. Osaka está lejos de aquí, ¿estás bien con eso?

Chaeyoung obviamente no estaba bien con eso pero ya qué, de todos modos el pueblo donde se encontraba el hotel lucía interesante para fotografiar.

— Sí, cuando vuelvan iremos donde ustedes quieran. -Sonrió la menor, sintiendo su celular vibrar debido a un mensaje.-

— Está bien, descansa. -Dijo su amiga antes de correr la puerta.-

Chaeyoung suspiró y fue en busca de un futón para recostarse y tomar una siesta.

Cuando dejó el futón en el piso e iba a comenzar a arreglarlo su teléfono volvió a vibrar. Ahí recordó que hace unos minutos su teléfono había vibrado antes. Lo sacó de su bolsillo y revisó Kakao.

Tenía dos mensajes de un número desconocido.

[Desconocido]

¿De verdad eres tú?
[15:40]

Oh, al parecer no. Lo siento.
[15:50]

Aquellos mensajes extrañaron a la coreana y decidió responder.

¿Quién eres?
[15:52]

La otra persona no respondió luego de unos minutos y a Chaeyoung se le quitó el sueño por lo que decidió ir a recorrer junto a su cámara.

Salió del recinto para caminar por el jardín, el cual estaba repleto de flores y árboles. Además de tener un pequeño sendero con un pequeño río a su lado.

Tomó algunas fotos a las aves que pasaban por ahí y cantaban suaves melodías. El aire fresco que corría aquella tarde era agradable y relajante, el tipo de ambiente que a Chaeyoung le agradaba.

Decidió entrarse luego de recorrer el jardín y haber sacado suficientes fotos. Entró por una pequeña puerta que había al costado que daba hacia las escaleras para el segundo piso.