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No pensaba estar en aquel lugar. Oscuro, ruidoso y lleno de luces por todos lados. Adolescentes de su edad riendo y bailando al ritmo de la música a su lejanía. Ella, por su parte, no muy amante de las multitudes, prefiere ver desde el segundo piso entre aquellas barras de madera. Sentada y con su vaso en el piso a su lado.

Mina no quería estar en un espacio reducido con gente toda sudada y ebria, pero si aquello le permitía ver a la persona que quería pues no tenía problema. No necesariamente debía estar con ese grupo de gente.

Sus ojos pasaban por cada rincón posible de aquella casa que la posición donde estaba le permitiera. No debía ser muy díficil encontrar a aquella chica de cabello oscuro con la cual solía hablar en la universidad.

Son Chaeyoung era pequeña pero no pasaba desapercibida.

Mina la conoció en la fiesta de bienvenida de su carrera. La coreana fue bastante amigable con ella e hizo notar su interés inmediatamente.

Al recordar aquello el calor y color rojizo abrazaron las mejillas de Mina y corrieron hasta llegar a la punta de sus orejas. La japonesa de negro cabello nunca esperó que una chica gustaría de ella en algún momento.

¿A ella le gustaba Chaeyoung?

No lo sabía. Nunca sintió el romance en su cuerpo. Ni un chico, ni una chica. Pero con Chaeyoung había algo distinto, sentía calidez, comodidad. Podría estar con ella sin hablar horas y no sería incómodo.

Suspiró, pero aquel suspiró se perdió entre todo el ruido del lugar. ¿Cómo se sentía gustar de alguien?

— ¿Puedo sentarme? -Habló una voz algo grave, pero femenina. Una voz que Mina reconoció en un instante y levantó su cabeza para juntar miradas con aquella chica de cabello oscuro que estuvo buscando.-

Mina asintió y Chaeyoung tomó asiento en el piso junto a ella.

— Te estaba buscando, ¿Dónde estabas? -Preguntó Mina en su típico tono bajo.-

— Abajo, buscándote. -Respondió.- Me sentí estúpida al pensar que estabas entre toda esa gente. Perdón por hacerte venir.

Mina la miró sorprendida y se sonrojó antes de bajar la cabeza para ocultar el color carmesí en su rostro, el cual aumentó al escuchar la leve risa de Chaeyoung.

— ¿Quieres bailar? -Preguntó la coreana luego de unos segundos.-

— No quiero estar entre tanta gente. -Murmuró avergonzada.-

— ¿Quién dice que bajaremos con ellos? -Preguntó con una sonrisa en el rostro mientras se ponía de pie bajo la mirada de Mina.- Podemos bailar perfectamente aquí.

Aquello sorprendió a la japonesa quien aceptó mientras lentamente se ponía de pie para acercarse tímidamente a Chaeyoung.

Nerviosa, Chaeyoung puso sus manos lentamente en la cintura de Mina esperando que le dijera algo para que sacara sus manos. Pero no pasó nada.

Si bien Chaeyoung estaba segura de sus sentimientos hacia Mina, no quería incomodar a la japonesa en ningún ámbito. Más sabiendo que la chica nunca estuvo en alguna relación.

Chaeyoung no estaba segura de cómo se sentía Mina y no quería arruinarlo.

Por su parte, Mina colocó sus manos en los hombros de la coreana aún sin levantar la cabeza. Por alguna extraña razón no podía mirarla a los ojos.

Al ritmo de la música que sonaba en aquel momento movieron sus cuerpos suavemente de un lado a otro.

— Está muy aburrido aquí, ¿No crees? -Habló Chaeyoung acercando disimuladamente a Mina hacia su cuerpo.-

«OneShots» •Michaeng•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora