El mito de Electra.

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Antes de partir hacia Troya, Agamenón sacrificó a su hija menor Ifigenia a Artemisa, pidiendo la protección de los dioses durante la guerra.

Tras diez años de guerra, Agamenón regresó a Micenas trayendo a su amante, Casandra, como botín de guerra cuando Electra se encontraba ausente del reino. El rey y su amante fueron asesinados por Egisto, el amante de Clitemnestra, esposa del rey de Micenas, según unas versiones; por la misma Clitemnestra, según otras, o por ambos.

Algunas fuentes añaden que también fueron asesinados Telédamo y Pélope, los dos hijos gemelos que Casandra tenía con Agamenón.

Al hermano menor de Electra, Orestes, que entonces era un niño, lo salvaron su nodriza​ o su propia hermana, Electra, dependiendo de las versiones. Orestes fue llevado a Fanote, en el Monte Parnaso, donde lo confiaron al rey Estrofio.​ Cuando el hermano de Electra cumplió veinte años, el oráculo de Delfos le ordenó regresar a su patria y vengar la muerte de su padre.​

Orestes se encontró con Electra ante la tumba de Agamenón, adonde ambos habían ido para rendir honras fúnebres a su padre; se reconocieron y se pusieron de acuerdo para que Orestes vengara a su padre.

​ Con la ayuda de Pilades, hijo del rey Estrofio, Orestes mata a su madre, que lo maldice, y al amante de esta, en algunas versiones con ayuda de Electra. Tras el crimen enloquece y es perseguido por las Erinias o Furias, la culpa, que tienen la misión de castigar las ruptura de los lazos de piedad familiar, y que, sin embargo, no acosan a Electra.

Orestes, a quien las Erinias empujan hacia el suicidio, se refugió en el templo de Apolo en Delfos. Aunque Apolo le hubiera ordenado vengarse, el dios fue incapaz de protegerlo de las consecuencias de sus acciones.

Finalmente, Atenea lo recibió en la acrópolis de Atenas y arregló un juicio ante doce jueces áticos: las Erinias reclamaron su víctima; él presentó como atenuante las órdenes de Apolo; los votos de los jueces estaban equitativamente divididos, pero Atenea dio su voto al hijo de Agamenón, absolviéndolo de todo delito y culpa.

En la versión de Eurípides, Orestes es conducido por las Furias hasta Tauros, en el Mar Negro, donde su hermana Ifigenia (que no había muerto realmente en el sacrificio) se hallaba acogida por los habitantes salvajes de la ciudad. Ifigenia, Pilades y Orestes habrían escapado juntos de los Tauros y las Furias habrían cedido entonces en su persecución tras la reunión de la familia. 


Imagen en multimedia: Electra en la tumba de Agamenón de Sir William Blake Richmond.

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