"ACCESS KEY": Una historia de Tyrelliot.

Capítulo 13. Error 404

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-Estamos juntos ¿No? Eso debería importar- contestó Tyrell de un modo más optimista. El bebé se había quedado dormido en sus brazos.

-Estoy cansado Tyrell... de todo... de mi modo de vida, llevo un año huyendo, lleno de peligros que me mantienen ahogado, no quiero decir que quiera separarme de ti, pero... ¿Después de esto, qué será lo próximo?

-Tú lo sabes, eres el único que lo sabe... Todos hemos estado esperando por ti.

-No- dijo breve y conciso- No lo sé... estos tres meses no he sido yo... mi padre difunto, Mr. Robot... se apoderó de mi cuerpo... así que no sé nada. Yo sucumbí a él, le ofrecí el control de mi cuerpo y mente, para que tú pudieras vivir, y salir de la cárcel... pero por alguna razón he despertado siendo yo de nuevo, tras tres meses...

Tyrell abalanzó una mano hacia la mejilla del pelinegro, tratando de reconfortarlo mediante las caricias- Al menos... antes de todo, te acercaste... bueno, se acercó a mi celda y me dijo que me amabas...- rectificó.

-Eso...- Elliot cambió su expresión a una de completa incredulidad- Él no hace nada con amor... quiero decir, no es mi verdadero padre... es sólo un producto de mi mente enferma...

-Acabemos con esto...- contestó Tyrell incorporándose de una forma más erguida- Acabemos con esto... seamos dioses Elliot, los dioses del nuevo mundo- Sonrió como si se tratara de un milagro- Tenemos el poder en la palma de nuestra mano. Elliot, tú y yo... juntos, para siempre- sus dedos se posaron en los labios del contrario.

-El único dios que vez es a Mr. Robot... no a mí...- salió del coche. Estaban en una bahía abandonada, con contenedores gigantes de mercancía de barcos. Se acercó al filo mirando el agua desde el borde...

Tyrell fue rápidamente detrás de él, sin dejar de soltar a su querido bebé. Caminó hasta estar al lado de Elliot, para cogerle de la mano- Me da igual si al que veo ahora es a tu padre o a ti. Yo ya se lo que quiero, y por lo que he luchado.

Pero para Elliot, esas palabras fueron la gota que colmó su vaso imaginario. Dejó de pensar, dejó de escuchar, dejó de ver... dio un paso al frente, y cayó de lleno al agua, comenzando a hundirse.

Tyrell lo tenía sujeto de la mano, pero la caída le tomó por sorpresa. Se le escapó completamente. No tuvo fuerzas para sujetarle. No tuvo fuerzas para salvarle. Nunca la tuvo. Era tan débil como él. Nunca supo protegerle bien. Pagó las consecuencias de eso. Lo vio caer al agua. El sonido al impactar contra el agua. Las burbujas que se formaban de forma rápida. La deseada figura de su amado se hundía hasta quedar cada vez menos visible.

Al principio pensó que era una mala broma.

"Ya saldrá" pensó Tyrell. "Y dirá uno de sus comentarios filosóficos". Pero cuanto más pasaba el tiempo, más se preocupaba. Un sentimiento de terror se apoderó de su cuerpo, desde sus pies hasta la coronilla de su cabeza, pasando por toda su columna vertebral. No podía dejar que se ahogara así como así. Pero tampoco podía dejar a su hijo solo...

Temblando, sacó el móvil lo más rápido que pudo, y mensajeó a Angela, dándole las coordenadas del lugar. Dejó al bebe en el coche, antes de quitarse la chaqueta, para así lanzarse al agua.

Algunos lo considerarían una locura, pero el amor es poderoso. Se hundió lo más profundo que pudo, hasta localizar el cuerpo de Elliot. Y agarrándole por la ropa, lo subió hasta la superficie. Él también se estaba quedando sin respiración, pero aguantó como pudo. Llegó al borde tosiendo, cansado, y con los oídos llenos de agua.

Le tomó el pulso a Elliot, para descubrir que se encontraba casi tan apagado como su rostro. Sin pensarlo dos veces, comenzó a hacerle el boca a boca para hacerle reaccionar.