[¿Y cuándo sería la última vez? ¿Cuándo acabaría todo lo malo, para dar paso a algo verdaderamente reconfortante? Parece que el propósito de todo esto, era que yo lo comenzase, para acabarlo con mis propias manos. ¿Acaso no es parte de ser adulto, y ciudadano, tomar las responsabilidades por cuenta propia? Bueno, con la única diferencia, de que... Aquí sí se daña a las personas...]
Nada más poner un pie en la entrada, pudo sentir la corriente de aire, que atravesaba la puerta mecánica, la cual se abrió por inercia. Esa captura de movimiento sobre sus pasos, que ejercía aquella puerta, era posiblemente, lo máximo que había estado Mr. Robot de ser "controlado" por alguien ajeno. Al menos así lo sentía él.
Al entrar, lo primero que visualizó fue a la recepcionista, aunque no le sorprendió que esta no fuera asiática, dado que Whiterose usaba trabajadores occidentales para "dar la cara al público". Algo predictivo, si tenía en cuenta que debían mantener un perfil bajo, y sin sospechas.
No fue hasta pasados unos segundos, que la familiar voz de Irving se hizo notar en la sala, justo en los sofás que estaban a un lado de la recepción.
-¡Elliot! - A unos pocos metros de donde estaba él, se encontraba Irving sentado cómodamente en uno de los sofás que tenían provistos en la recepción. Su pierna estaba apoyada en la otra, mientras que encima de ella había un cúmulo de papeles en los que, a simple vista, parecían que tenían escritos puros garabatos. Jugueteaba con el bolígrafo de forma pensativa, mientras que con la otra mano hacía señas a Mr. Robot para que se sentara junto a él -No te quedes de pie, para un momento tan importante como este necesitas relajarte. Siéntate, hay espacio de sobra. No es como si este lugar se llenara de gente todos los días. Vaya perdida de dinero y de inversión.... bastante poco práctico si me permites decirlo - En ningún momento miró a Mr. Robot a la cara, seguía enfrascado en sus papeles.
El de la gorra se acercó, para quitársela de la cabeza y sentarse frente al otro de gafas. Simplemente le parecía un tipo vendido, que iba como los perros de aquí para allá buscando algún hueso y algo de reconocimiento personal.
-¿Haciendo los deberes?- suspiró, notando la comodidad del asiento.
-Todos tenemos metas en esta vida, pero solo unos pocos son capaces de llegar a ella. Por eso, el ser humano se esfuerza tanto en dejar vestigio de lo que ha conseguido, de sus logros personales. Supongo que tú lo debes saber más que nadie- Hizo un gesto con la cabeza como si una idea le hubiese inundado de repente, y siguió escribiendo en el papel - El miedo a la muerte hace que luchemos porque se nos recuerde para toda la vida. A pesar de cuantos dioses inventemos, todos, en lo más hondo de nuestra consciencia acabamos aceptando que después de la muerte... se acabó todo. No hay ningún paraíso o reencarnación. Y que peor que morir también en las memorias de la gente... ¿No crees?
-Psicología de primero de bachillerato... Lo creo- contestó el otro, sin mucho que hacer. Irving parecía querer dar rodeos en vez de ir al grano, tenía tiempo, así que mejor dejar a los pedantes, ser quienes son.
-Me pregunto a quién escribiré en mis próximas líneas... dependiendo de lo que vea hoy. Ya te venderé el libro cuando lo tenga publicado -Dejó de escribir y guardó sus papeles y su bolígrafo en su carpeta, que mantenía cerca de él -Cuéntame de ti, Elliot... ¿Qué tal tu novio? ¿Habéis arreglado vuestros problemas?
-Corta el rollo, mangaka- le dijo, sabiendo que ser novelista no era lo más de lo más- Sabes que fui yo, el que propuso la reunión. En lo que a mí respecta, ahora mismo, Elliot está dormido en su mente. Esos dos maricas, creen que van a salirse de rositas, rumbo a Disneyland. Pero todos nosotros sabemos que eso no es así. Yo no conseguiría nada con eso. Y vosotros tampoco, así que aquí estoy, haciendo algo para que no os quedéis con todo el beneficio.
ESTÁS LEYENDO
"ACCESS KEY": Una historia de Tyrelliot.
FanfictionEste fanfic esta completamente en español. Lleva casi 3 años de desarrollo, y está escrito por dos autoras. De fans para fans. --- "¿Cuál es la clave de acceso?"- preguntó Tyrell wellick, sin levantar la vista de la pantalla. Apenas podía sujetar e...