Capítulo 14. Firewall

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Elliot se acercó a una cabina de teléfono, pero recordó que no tenía a nadie a quién llamar. O posiblemente sí –Hey...necesito tu ayuda....

...

Tyrell acabó llorando un largo tiempo en el suelo. Para cuando recobró la compostura, decidió ir detrás de Elliot. Se levantó y se sacudió el polvo de los pantalones yendo al callejón donde se había metido. Para cuando Tyrell había llegado, Elliot ya se había marchado del lugar. Pasó mucho tiempo sin saberse nada de él, en concreto tres semanas en las que Elliot se mantuvo desaparecido.

...

-Si... -Dominique se encontraba concentrada hablando por teléfono – Absolutamente nada... Ha desaparecido por completo –Estaba sentada en la sala del interrogatorio, la misma donde habían mantenido cautivo a Tyrell en su momento. La situación era similar, ya que Tyrell se encontraba enfrente de ella, mirando el suelo cabizbajo. La única diferencia era que no estaba esposado en ese momento. Se sentía demasiado débil para defenderse. Lo miró de reojo, sus ojos estaban completamente vidriosos y tenía una expresión de impotencia y rabia a partes iguales –Seguiremos con la búsqueda de Elliot Alderson. De acuerdo, lo encontraremos –Colgó el teléfono y esta vez se dignó a mirar a Tyrell. Le estaba entrando el mono, así que decidió coger un chupa chups que guardaba siempre en su bolsillo y se lo metió en la boca –No me vengas con esa cara, ya sabes lo que hay... -Suspiró con cierta pena –Desapareció en el peor momento. Parece que no podía esperar al juicio. Todavía eres culpable Tyrell... Vamos a trasladar a tu hijo a un orfanato.

-No... -Empezó a temblar –A mi hijo no...

-Es lo que hay. Ahora mismo no estás en condiciones de tenerlo. Llevas tres semanas en ese estado, por tu bien... deberías distraerte y dejar descansar tu cabeza –Dijo sin ninguna piedad. Dicho esto, terminó de comerse su golosina y tiró el papel y el palito a la papelera. Cogió su chaqueta y salió de la sala dejando a Tyrell solo.

Durante tres semanas, Tyrell intentaba contactar con Elliot llamándolo por teléfono. Aunque pareciera una actividad inútil, mantenía una pequeña esperanza de que en algún momento le respondería. Cogió el móvil que estaba en la pequeña mesa y decidió llamar de nuevo. Lo mismo de siempre, solo sonaba el buzón de voz. Estaba derrotado emocionalmente, estar alejado de Elliot hacía que su cabeza perdiera el rumbo. Para colmo, le habían quitado a su hijo. Se maldecía todo el rato por haber perdido el juicio, y haberse marchado antes de que los cargos en su contra quedaran completamente archivados. Solo quedaba esperar por un milagro.

...

Elliot se encontraba caminando solitariamente por las calles. Flipper se había perdido y ahora que Angela no estaba, tampoco sabía dónde estaba su querida amiga perruna. Tampoco tenía a Darlene ni a Leon. Y Tyrell...

[No... No tengo a nadie...].

El único teléfono que tenía era el de su apartamento, y no había vuelto ahí desde hacía mucho tiempo. Cansado y con un poco de hambre, decidió entrar a una cafetería. Se sentó en una de las mesitas del fondo, apartado de todo el gentío, y pidió un café para empezar.

Pasaron los minutos y Elliot no había tocado el café desde que lo pidió. La camarera se dio cuenta y fue a la mesita de él - ¿Desea algo más señor? –Señaló a su café –Debería tomárselo antes de que se enfríe –Sonrió con dulzura.

-Me gusta frío... -Dijo tranquilo y en un tono de voz bajo.

-Oh... -Le pareció raro oír de eso, pero cada cliente tiene su particularidad, así que no insistió mucho más –Está bien –Volvió a sonreírle –Supongo que desde que el mundo se volvió un caos, la gente se conforma hasta con lo más pequeño –Al ver que no iba a responderle, le hizo una pequeña reverencia –No le molesto más...Disculpe – Acto seguido se marchó a la cocina, dejándolo solo tomándose un café que ya no estaba caliente.

"ACCESS KEY": Una historia de Tyrelliot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora