RITUAL DE LAS ALMAS

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T/n

Han transcurrido dos días en las que he tenido que estar en el templo, los únicos que venían a verme son Mahad y Mana. Sin embargo el príncipe no ha venido, cada que les preguntaba a ambos magos ellos mencionaban desconocer la razón, que posiblemente era por tener varios asuntos pendientes.

Todos los días había sido alimentada y vestida de manera más decente. Los sacerdotes me habían comentado aquel día cuando la corte y el faraón habían llegado a un acuerdo, en el que sería candidata para un ritual de valor muy importante para Eegipto. Por esta razón habían cambiado mucho los cuidados que comenzaban a darme.

Veía el atardecer pacientemente, y a lo lejos se veía al templo más grande de todos como rebosaba todavía de la luz de las velas, mientras veía como entraban y salían varias sirvientas para la preparación del ritual de mañana. No tenía conocimiento de lo que tenía que hacer, en mi estadía me había topado con otras chicas que al parecer habían sido al igual que a mi seleccionadas. Pero a diferencia mía parecían haber sido preparadas mucho más tiempo y saber lo que tienen que realizar.

Me sentía nerviosa, no sé lo que espero para mañana pero tengo un sentimiento en mi pecho. Como si fuera a recibir algo muy importante. Pero era cuestión de horas para ese momento y tenía que descansar.

YGOYGOYGOYGOYGOYGOYGO

-"¿donde esta?¿como es que no la han encontrado? Solo fue un momento"- estaba en un extraño lugar, oscuro completamente y mi cuerpo se sentía liviano.

-"solo la quiero de vuelta a mi lado"- eran las voces de mis padres y mis hermanas, que parecían lamentarse de lo que estaba sucediendo. -"¡Revisen bien las cámaras, solo les pido encontrarla, no pudo desaparecer simplemente!"-. Los gritos de dolor de mi familia herían mi corazón, están sufriendo. Y todo por mi culpa, quiero decirles que todo estará bien, que me encuentro bien.

-Buenos días señorita, hemos preparado su baño y vestidos- unas ochos sirvientas llegaron a despertarme de mi sueño, no... más bien de una pesadilla. -¿se encuentra bien?- no me di cuenta que estaba llorando, fue de seguro los sentimientos que tenía por pensar en mi familia.

-Estoy bien, gracias- seque rápido mis lagrimas y ellas comenzaron con su trabajoo. En un principio había entrado en pánico y vergüenza cuando me percate que iban a verme desnuda. Afortunadamente me habían dejado hacerlo por mi cuenta, pero hoy al parecer fue la excepción, dejaron que yo me metiera al baño y ella comenzaron a lavarme.

Paso el tiempo y comenzaron a alistarme cuidando cada detalle que hacían. Habían elegido entre tantas peleas y gritos un vestido blanco hecho de lana. Tenía una falda larga que llegaba apenas hasta mis tobillos con una apertura del lado izquierdo, y no tenía tirantes dejando mis clavículas al descubierto. Era fresco llevarlo, después comenzaron con el maquillaje, delineando el contorno de mis ojos y aplicando hasta donde sé un labial de tono color vino.

-¿Qué desea ponerse?- una de ellas hablo mostrándome una gran cantidad de joyería dorada. 

-El dorado no me va- al parecer tenía que escoger si o si. Por lo cual escogí algo sencillo, un collar que tenía un ojo azul y unos cuantos brazaletes. Como solo elegí eso parecían algo decepcionadas las sirvientas, comenzando a decir que las otras candidatas irían muchos más elegantes y utilizarían más joyas. Lo cual le reste importancia.

-He venido a escoltarla hasta el templo- en el marco de la puerta había un joven que nunca había visto. Era casi igual de alto que Mahad solo que con un semblante mucho más serio. Las sirvientas parecían haberlo llamado "joven Seth" y dar una leve reverencia.

Viaje al Antiguo Egipto [Atem x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora