Recuérdame

Tiburones

Hace tan solo unos cuantos meses que quedé al frente de la compañía para la que trabajo. El presidente y fundador de esta empresa decidió darme a mi ese puesto por considerar a su hijo demasiado problematico para tener en su poder la enorme responsabilidad que conlleva ser el jefe de tantas personas y obviamente, yo acepté encantada; y no es que llevé mucho tiempo trabajando en esta empresa constructora, pero me he encargado de hacer un buen trabajo y creo que se puede notar por qué estoy al frente de ella. Siempre me he caracterizado por ser una chica que piensa de forma minuciosa, que se esfuerza al máximo por hacer bien sus labores y que no se deja amedrentar por un mundo que según las personas retrogradas debería ser liderado por hombres.

No lo entiendo, señorita Blake -dijo uno de los empleados- perder ese contrato sería fatal para nuestra compañía...

Yo no lo creo -respondí sincera- ese contrato nos garantiza unos cuantos millones a cambio de que nuestras trabajadoras sufran el acoso de esas personas y que incluso las hagan menos por sus trabajos que no es por nada, pero que ellas hacen de forma magnífica... No voy a dar la integridad física y emocional de esas mujeres y la mía solo por un par de millones... -sonrei ligeramente-

Con todo respeto, señorita... En este mundo hay que hacer sacrificios para ganar un lugar en este mundo -respondió uno de los directores de la empresa-

Yo tengo el puesto más alto en esta empresa y no lo gane dejando que me pisotearan o que me vieran como un objeto sexual del que pueden disponer... Estoy de acuerdo en que el mundo requiere sacrificios para obtener cosas, pero no creo que mi valor como persona valga menos que el dinero -respondí ganandome una mirada sería de parte de todos- el contrato quedará cancelado, mañana mismo quiero que nuestra maquinaria deje de funcionar ahí y si ya quedó todo aclarado, doy por terminada la reunión -declare-

Enseguida todos empezaron a salir de la sala de juntas entre las mismas frases de siempre sobre lo mal que estuvo poner a una mujer al frente de esta gran empresa y mientras yo ordenaba un poco el caos de documentos que me dejó la junta de hoy.

Mi padre no se equivocó al ponerte al frente de la empresa... -dijo el chico castaño que no tendría que estar aquí y a quien no había notado- resulta que si eres más que una cara bonita

Obviamente lo soy -dije engreída, interrumpió la plática que alguien tocó la puerta- adelanté -mi secretaria entró con una sonrisa-

La señorita Watson está aquí -afirmo sin quitar su sonrisa-

Dile que voy en un momento, gracias, Agatha -termine de juntar mis documentos y mire a el silencioso castaño- no necesito que venga a supervisar mi trabajo, yo le entregó a su familia un reporte claro y fácil de verificar, no necesito kan niñera... Buenas tardes, joven Cooper -sin más pase a su lado saliendo de la sala de juntas en un segundo-

Caminé por el pasillo hasta ver a lo lejos la silueta de mi perfecta novia...  Amber Watson, la única heredera de la fortuna de sus padres y la luz de mi vida desde que la conozco. 

¡Janey! -grito mientras se abalanzaba sobre mi para besarme-

Cariño, sabes que te amo, pero no puedes se tan efusiva aquí... es mi lugar de trabajo -bese su frente-

Lo siento -sonrió con inocencia- ¿Podemos irnos? -mire a Agatha-

No tiene más deberes por hoy, señorita -dijo la siempre sonriente chica-

Entonces si, podemos irnos -mi chica se mostró emocionada por oír eso- solo iré a dejar esto y a recoger mi bolso

De acuerdo -sonrió con dulzura-

Ella es una de las personas más importantes en mi vida, ha sido mi mayor soporte desde que la conocí hace cinco años por culpa de una ridícula pelea entre adolescentes... Ese día ella se lanzó a hablarme, me pidió una cita la cuál por cierto fue totalmente desastrosa pero apesar de todo ninguna tuvo la capacidad de alejarse de la otra después de eso... Nos volvimos una misma alma y así hemos seguido hasta el día de hoy, juntas, enamoradas y dispuestas a vivir por la otra apesar de que somos muy distintas... Ella es una apasionada bailarina, ama las aventuras y tiene un sentido del humor bastante bobo, mientras que yo soy una chica de negocios, amante de los libros y carente de sentido del humor.

Entre a mi oficina, deje los documentos bien guardados y tome mi bolso para después salir al encuentro de mi bella novia, después de despedirme de Agatha, tomé la mano de mi chica y así nos encaminamos a el ascensor.

¿Cómo ha estado tu día? -pregunto-

Ya sabes, hoy fue día de junta de consejo así que tuve que enfrentarme a esos tiburones -el disgusto en su rostro fue evidente- relájate, cariño... no pasó nada que no pudiera soportar

Es que detesto que te traten como si fueras inferior cuando eres la más inteligente en toda esta jodida empresa -dijo entre dientes con una fingida sonrisa-

Sabes que no me interesa lo que ellos piensen -afirme-

Si, ya lo sé... pero también sé que eres muy capaz de quitarles el trabajo a todos ellos sin siquiera tener que esforzarte demasiado -las puertas del ascensor se abrieron y ambas entramos en el- deberían darte las gracias por dejar que conserven su empleo...

No es para tanto, ellos hacen bien su trabajo apesar de ser unos machistas... y yo jamás caería en su mismo juego, yo no busco ser más que ellos, simplemente busco ser su igual -dije pasando uno de mis brazos por su cintura- 

Algunas veces odio que seas tan buena -rodó los ojos-

¿Por qué? -sonrei-

Por qué no me dejas quejarme a gusto -devolvió la sonrisa-

Puedes quejarte todo lo que quieras -roce mi nariz con su mejilla- me parece muy tierno que siempre me quieras proteger...

Jamás necesitas mi ayuda -susurro con cierta tristeza- eres demasiado independiente...

Aún así tú eres la luz de mi vida -la sonrisa regreso a sus labios- siempre me ayudas... me motivas a ser mejor persona y me haces más libre

¿Cuándo vas a dejar de ser tan cursi? -beso mis labios efímeramente- un día de estos voy a tirarme a llorar en medio de tu empresa y no te gustará

Las puertas del ascensor se abrieron, ella salió de el con esa sonrisa coqueta que tanto amo y entonces me di cuenta de que es tiempo de dar el siguiente paso... Voy a pedirle que se case conmigo.