Hace tres años, un muy viejo amigo me solicitó ayuda. Tenía un asunto que arreglar, su pequeño hijo de 8 años estaba siendo un dolor de cabeza; "Los niños deben portarse excelente o de lo contrario, no sirven de nada", eso decía mi padre, así que, siguiendo lo moralmente correcto dentro de mis principios, accedí a ayudarle. Los primeros días noté que este niño tenía serios problemas respecto a sus padres, soy psiquiatra, fue fácil de deducir; a medida que el tiempo pasó, lo observaba más y más, este niño no estaba enfermo, era simplemente limitado frente a sus padres, incluso mi hijo jugaba y andaba con él como con cualquier otro niño, ellos eran bastante amigos.
—Queremos que lo drogues. - dijeron sus padres repentinamente un día y yo no sabía qué hacer o decir al respecto. Intenté negarme y explicar, fue entonces cuando mi amigo explotó y gritó. —¡No! No lo queremos vivo, nos perjudica más así. - estaba aterrorizado, pero eso no me permitió evitar seguir escuchando. —Él sabe cosas de nosotros que nadie más puede saber, así que también sería genial que lo alejes de tu hijo antes que se vea afectado dentro de esto.
Miré a lo lejos, bajo el árbol, los dos niños leían tranquilamente y yo preferí mirar a otro lado, no pude continuar viéndolos mientras recibía la gran cantidad de dinero que estaba obteniendo por una promesa que perjudique la vida de uno de ellos.
En casa, lloré y miraba el reloj de la pared, sentí que todos me estaban juzgando, papá y mamá cuando hacía algo mal, ya me miraban destruirme a mi mismo desde la foto que colgaba al lado del reloj, ¿Me abandonarían de nuevo al enterarse de lo que hice? O mi preciosa esposa, ¿Volvería a morir para alejarse de mi? Mi desesperación se interrumpe al escuchar unos toques en la puerta.
—Papá, ¿Estás despierto? Tuve un mal sueño. - mi hijo dice, murmuro un "pasa, está bien", y se recuesta a mi lado, pregunto por su pesadilla y dice, —Soñé que Tae no estaba bien, se va a mejorar, ¿Cierto? - dijo con su pequeña voz rota y ojos llorosos. No tuve corazón para decirle nada malo.
—¡Claro, verás que con sus medicamentos estará bien! - su rostro se iluminó y desde entonces, Dongyoung era el encargado de darle las medicinas que lo iban a dañar, pero ambos niños eran ingenuos para notarlo. Yo recibía la paga y el niño también empeoraba, hasta que el sub director del hospital comenzó a entrometerse, y tuve que detenerme, los padres del niño desaparecieron, aunque no me faltó nunca, mi paga mensual en casa.
El tiempo pasó y Dongyoung creció, fuera de lo planeado, decidió hacerse médico y también psiquiatra, fue destacado de su clase y adelantaba clases en vacaciones, se sobrecargaba de trabajo, a él y a Taeyong, que siempre lo seguía y estudiaban juntos, se graduó a temprana edad y con honores, pronto comenzó a practicar y debido a ello, actué rápido.
—¡Hey, hijo! ¿Puedes venir un rato a mi oficina? - asintió y entró, se acomodó y me miró, esperando por mi. —Hola, lo siento por lo repentino de todo esto, es que debo comenzar a tratar de manera diferente a Taeyong y por lo tanto, necesito que te alejes de él o puedes intervenir en su proceso. - su cara se deformó frente a mi.
—¿Qué dices, por qué? Hago un buen trabajo y soy el mejor. Taeyong ha estado mejorando, sé que con un poco de tiempo estará bien... - colmó mi paciencia, no debería rebelarse así y menos ante mi.
—No me importa, Dongyoung, piensa por un momento como un médico y no como un estúpido, me haces tener que retirarte de todo contacto con él. - el chico estaba enfurecido, se levantó de su asiento y gritó.
—¡Hazlo si quieres, eso no te va a quitar lo mediocre que eres y estás actuando sobre la salud de una persona! - salió y cerró la puerta de manera fuerte.
Me quedé en un limbo, esas palabras abrieron dentro de mi, un lago de emociones guardadas...
...
—Junmyeon, tu madre y yo creemos que debes tomar clases extra, aún eres insuficiente y mediocre en lo que haces. Debes ser perfecto. - resonaban en su mente las agrias palabras de su padre.
Pasó toda su vida dejando su estabilidad física y mental en estudios para poder llegar a los parámetros que tenía su familia sobre él. Todas las noches de desvelo y todos los días de esfuerzo habían valido la pena, cuando finalmente pudo ver una sonrisa en el rostro de su familia en su graduación; sonrisa que duró poco tiempo, puesto que al haberse graduado, ellos decidieron dejarlo a su suerte. Lo abandonaron aún después de haber sido bueno.
Al Dongyoung salir de la oficina y Junmyeon reaccionar de sus recuerdos, se lanzó a su silla y sacó su botella de whiskey, bebió hasta cansarse.
Desde ese día se propuso odiar a su hijo, porque siempre que lo viera, recordaría qué era todo lo que hacía mal en su vida; era el constante recordatorio de haber fallado en todos los ideales propios que él tenía.
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Billy • 🄳🄾🅃🄰🄴
Fanfiction"Me llamo Billy." Eran las palabras que resonaban dentro de su mente con una voz sin forma, a pesar de jamás haberlas oído de nadie. De pronto, comienza a tener una. La misma temática de notas y narraciones vagas, pero dentro de un centro de rehabil...