Aquí empieza todo. VIRUS

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Capítulo 1

Acababa de abrir los ojos en cuanto sentí mi teléfono vibrar en mi mano, al parecer me quedé dormida, mi cuello me dolía demasiado, siempre me había costado encontrar comodidad en las sillas de los aviones.  Estaba rendida, luego de nueve horas de vuelo dese Hawaii.  Observé a mi lado a mejor amigo Cedric, noté su nariz rosada de tanto llorar.  El pobre estaba muy mal, había terminado la noche anterior con Ethan, su novio.  No llevaban nada formalizado aún, pero Cedric se había hecho muchas esperanzas con él.  Hasta se había matriculado en la misma universidad que él.  Estaba destruido. 

(Buenos días a toda la tripulación les habla el capitán para informarles que el avión acaba de tocar tierra firme en el aeropuerto de la guardia, de la ciudad de Nueva York.  Esperamos que el vuelo haya sido de su agrado.)

Desvié mi atención a mi teléfono luego de sentir como miles de mensajes invadían la quietud del aparato.  Desbloqué la pantalla y abrí el chat que compartíamos con los demás compañeros que no pudieron asistir al viaje de la clase.  "¡Devuelvan el avión!", decían.   ¿Pero qué está pasando?  Me estaba entrando una llamada de mi madre, no tarde en contestar esperando noticias. 

Tara: ¿Mamá, ¿qué pasa?  –pregunté alarmada al oír sus sollozos.

Mamá: ¡Tara, no bajes del avión! –gritó exaltada. - ¡Qué ninguno baje!

Tara: ¡¿Por qué?!, ¡mamá responde por favor! –cuestioné subiendo la voz haciendo que mis compañeros y demás personas del avión despertaran y enfocaran su atención en mí.

Mamá: ¡El virus hija, se acaba de comprobar que Hawaii es el estado con mayor número de portadores debido al turismo! –aclaró con angustia. –La seguridad del aeropuerto nos ha impedido entrar, dicen que se los llevaran al viejo hospital de Queen's para dejarlos a todos en cuarentena. –testificó mi madre con dolor.

Cedric: ¿Tara...todo está bien? –preguntó mi amigo al observar mi expresión. 

Tara: Cedric...-me fue imposible finalizar mi oración en cuanto escuchamos a la maestra Hope quien llevaba cinco meses de embarazo gritar desde los asientos de adelante.  No dudamos en correr a su auxilio.

Maestra Hope: ¡Dejen me, no ven que soy una mujer embarazada! –exigió la maestra Hope a la par en que varios hombres con trajes blancos, guantes y máscaras de oxígeno abordaban el avión. 

Rápidamente nos tomaron a todos quienes estábamos abordo y nos sacaron del aeropuerto.  Pude ver a los padres de mis compañeros a través del cristal que separaba la puerta de llegadas del exterior.  Noté a mis padres luchar entre la multitud para acercarse contra el vidrio, ambos llevaban mascaras que impedían ver la mitad de su rostro, detallé los tensos hombros de papá y las tristes lágrimas de mamá.  Mi corazón se sacudió al caer en cuanta que la situación era más crítica de lo que esperaba, hacia dos meses atrás el virus era apenas una novedad de china, pero ahora, es la realidad, mi realidad.  Sin delicadeza alguna me empujaron en un camión junto a mis compañeros. 

Es curioso, al inicio del viaje el autobús era un sitio sin paz donde todos cantaban, tomaban selfies y presumían con emoción el ingreso a la universidad que habían soñado, pero hoy era un sitio lleno de temor y... virus.

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Habíamos acabado de llegar al hospital que desde ahora sería nuestro hogar, nos habían formado en filas para hacer un conteo y empezar a explicarnos como iban a ser las cosas a partir de hoy.  Todos quienes trabajaban ahí llevaban máscaras extravagantes que te hacían sentir en la peste bubónica. 

VIRUS.  En cuarentena con Oliver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora