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CARTA PARA MI EX

Hola, espero que estés bien (o no).

Podría escribirte un pergamino de reproches y puteadas, y una parte de mi [la modo diablo] me aplaudiría de pie y me entregaría el diploma de honor a la mejor perra justiciera que vomita su mierda, al mejor vomitador de mierdas de la historia.

Pero no, mi modo ángel me diría que actúe mejor...Que no vaya por el lado del despecho ni el rencor.

Así que solo por hoy, me permitiré ser más ángel que diablo aunque no puedo prometer la ausencia absoluta de él.

Si el que escribiera esta carta serías tú, sin dudas atacarías con la peor bajeza que encuentres bajo tu manga. Pero, como a mí me enseñaron a ser mejor, solo vengo a agradecer, a tirarte algunos palos necesarios y a pedir(me) perdón.

Agradecerte, por haberme hecho conocer suficientemente el dolor. Y perdonarme, por haberlo permitido entrar [no es que uno pueda escapar del dolor, pero el sufrimiento sí que es opcional].

Gracias por tantos llantos provocados adrede. Ahora disfruto más cada sonrisa.

Gracias por tu falsa sonrisa. Ahora aprendí a reconocer las verdaderas.

Gracias por tus silenciosos "te amo". Ahora me lo gritan a los cuatro vientos, ahora veo amor en todos lados.

Gracias por todas las noches que me dejaste sola. Ahora aprendí a apreciar la soledad, antes que la mala compañía.

Gracias por todas las charlas reprimidas. Ahora entendí que el silencio hace más ruido que cualquier orquesta.

Gracias por el sexo de mierda. Y gracias por haber bloqueado mi placer solo por enardecer el tuyo. Ahora tengo el mejor sexo de mi vida. Ahora me tocan y no me lastiman.

Gracias por cada puteada que salía de tu boca e impactaba como una bala en mi cuerpo. Ahora entendí que esas balas pueden herir, pero que solo yo tengo el poder de esquivarlas [o de redirigirlas].

Gracias por tus escenas de celos y tu desconfianza. Te morirías de risa si vieras cómo me miro al espejo y me sonrió todos los días, con la confianza que creías que nunca tendría.

Gracias por tu orgullo y arrogancia. Por querer perder un huevo antes que pedir perdón [bueno, eso si es que tienes huevos].

Gracias por tu absurdo egoísmo. Por llenarte de regalos la casa pero no poder regalarme nunca una puta sonrisa. Gracias de verdad, porque ahora aprendí a regalármelas sola. A ser feliz a mi manera [aunque por dentro me muera].

Gracias por todos esos viajes a lugares hermosos en donde siempre encontrabas un motivo para hacerlos horribles. Para quejarte de la comida, del servicio, la limpieza, el clima. Entendí que no soy princesa y que por tanto, no quiero un rey.

Gracias en serio. Porque ahora aprecio más cada nuevo lugar que conozco. Y no por sus lujos, sino por su aura. Aquello a lo que nunca pudiste acceder.

Gracias por todos los regalos de cumpleaños que me hacías y yo cambiaba. Tenías un gusto tan de mierda. Mis amigas me decían "y bueno es hombre... no sabe elegir". Pero no era porque eras hombre...era porque no me conocías en lo absoluto. (Para que lo sepas, el mejor regalo, es el que nunca es material, anótalo).

En fin, gracias.

Hoy la vida me da otra oportunidad. Y quiero agradecerte por ello. Porque si no fuera por ti, hoy no sería la gran mujer que soy. No puedo poner en palabras suficientes, todo lo que contigo aprendí.

Pero me voy a permitir, mencionar la enseñanza más grande: Aprendí a quererme por encima de ti (y de cualquier gil).

Ojalá algún día, logres quererte aunque sea la mitad de lo que yo me quiero a mí.

Pd: Y aunque te parezca extraño, no te deseo el mal, solo que no se te pare más.

(Perdón, esa no fui yo. Esa fue el "modo diablo").

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¡Gracias por leer! ♥

-Ornella Melisa Manzi

@refugiodeldolor