CARTA AL MIEDO

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En soledad aumentan los miedos. Y hoy parece como si todos ellos se hayan puesto de acuerdo y bailaran una samba a mi alrededor.

Hoy parece que las pesadillas son moneda corriente, y son ellas mismas, las que no nos dejan respirar.

Tengo noches que me levanto sobresaltada y no puedo distinguir que es peor: si el sueño o la realidad.

Mi mayor miedo de pequeña era la oscuridad, me imaginaba que alguien malo saldría por debajo de mi cama y me vendría a buscar. Con el tiempo, mis miedos fueron mutando.

Descubrí que la oscuridad es realmente inofensiva, y que nadie iba a salir debajo de mi cama a buscarme, a menos que yo quisiera rendirme... Y creo que aún eso, no estaba por suceder.

Hoy reconozco muchos miedos. Tengo miedo a la soledad, al olvido, tengo miedo al tiempo, al perdón, a la gente desconocida, tengo miedo al dolor y también a la felicidad. Tengo miedo que algún día la gente que amo, me deje de amar. Tengo miedo del mundo, de los desastres naturales, de las enfermedades. Tengo miedo a quedarme sin nada, si es que alguna vez tuve algo. Tengo miedo a que no haya un mañana, a que se extingan todas mis posibilidades. A no poder independizarme. Tengo miedo de mis inseguridades. Le tengo terror a mi mente en estado de alerta, porque sé que puede dañar más que un balazo en la cabeza. Tengo miedo a quedarme sin libertad, a no poder respirar. A que me corten las alas, a no poder cumplir mis sueños, a morirme antes de tiempo.

Tengo miedo sí, y no pretendo con esto acentuar mis miedos, solo pretendo ser más valiente. Porque no tengas duda, EL MÁS VALIENTE es aquel que se atreve a asumirse atemorizado. El más valiente es el que enfrenta sus miedos y finalmente se aclama vencedor.

Nadie dijo que vivir era fácil. Pero yo te digo, que vivir con miedo, no es vivir, sino sobrevivir.

¿Y qué prefieres? ¿Vivir o sobrevivir?

Permítete sentir el miedo, pero luego también permítete liberarlo. Encierra a tus miedos. No permitas que estos te encierren a ti.

Cuando asumas tus miedos te harás más fuerte. Y cuando seas más fuerte, te atreverás a vivir (sin miedo).

A reconocer que somos simples mortales, esperando a una muerte que tarde o temprano, vendrá a por ti.

Y eso no es malo ¿verdad?

No es malo, siempre y cuando vivas tu vida como si no existiera un mañana. Siempre y cuando no te quedes con las ganas.

Que si la puta muerte te llega, al menos que sea, riéndote de ella. A sabiendas que elegiste vivir y no sobrevivir. A sabiendas que amaste a quien querías amar. A sabiendas que al miedo, ya no lo dejaste entrar.

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¡Gracias por leer! ♥

-Ornella Melisa Manzi

@refugiodeldolor

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