CARTA PARA PEDIR PERDÓN

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A veces pienso que "el perdón" es una especie de mala palabra.

O como una de esas prendas que se guardan al fondo del placard y se llenan de olor a humedad.

A veces, "el perdón" es como una máquina que entra en desuso, que puede que en verdad funcione, pero ya no está de moda. Por lo tanto, no sirve.

"El perdón" suele verse como la vulnerabilidad personificada, como una palabra que no merece ser reproducida por corazones orgullosos. "Perdón" es sinónimo de debilidad, aunque yo creo que "el perdón", es la mismísima llave que abre la puerta a la libertad.

Es el suspiro triunfante luego de rendir un examen importante. "El perdón" es el abrazo cálido con sabor a reconciliación.

Es esa ducha al final de un día largo y agotado. Es el llanto desgarrado, luego de decir adiós.

Sin embargo, no sé porqué resulta tan fácil evadirlo... ¿Por costumbre? Quizás necedad.

Sin duda, hay que perdonar. Porque el hecho de no hacerlo, te llenará de rencor y resentimiento. Y seguro que esto, es lo último que necesitas en estos momentos (el mundo ya desborda de ello).

Hay que perdonar, porque por encima de cualquier otra persona, "el perdón" te lo mereces TÚ. Retenerlo, implica dolor. Implica una retrospección al sufrimiento que probablemente sea ya hora de dejar atrás.

Hay que perdonar, porque somos humanos y constantemente nos equivocamos.

Erróneamente, esperamos "el perdón" de aquellas personas que en algún momento nos hicieron daño... cuando en verdad, el primer "perdón" debe ser dirigido hacia nosotros mismos y luego, cuando hayamos tenido la capacidad de perdonarnos (aunque parezca algo extraño) debemos perdonar al otro.

¡SÍ! Hay que perdonar a esa persona que te hizo pedazos y también a esa persona que hiciste pedazos tu. Porque todos aquí fuimos víctima y victimario.

Hay que perdonar, así sintamos por dentro que resulta imposible, que al perdonar, le dejamos el camino libre de baches a aquella persona que lo destruyó. Así nos sintamos injustos con nosotros mismos...al final créeme hay que perdonar.

"El perdón" no es un acto altruista, no es un acto de caridad. "El perdón" es un acto de amor. Y no hacia cualquier persona, sino hacia ti.

Y sobre todo, "el perdón" es un acto de valientes. Es un acto de moral, es la sed de alcanzar la salud mental. Y por último, de mandar el orgullo a cagar.

"El perdón", son las ganas de dejar de vivir en el pasado y comenzar a vivir en el presente. Y no me refiero a vivir de cualquier manera, sino que a vivir en PAZ.

¿Y tú, ya sabes a quien vas a perdonar?

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¡Gracias por leer! ♥

-Ornella Melisa Manzi

@refugiodeldolor

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