Hasta la raíz

Capítulo 5

Cada segundo de incertidumbre

Joaquín se descubrió a sí mismo entendido por completo el significado de cortar la tensión con un cuchillo. Todo se había descontrolado espectacularmente y sin siquiera darse cuenta a tiempo para frenarlo. Había empezado a cantar "Sink In" con ninguna intención más que interpretarla, le encantaba esa canción, "Simon vs the Homo Sapiens Agenda" había sido uno de sus libros favoritos de su adolescencia y "Love, Simon" seguía siendo su película favorita del género coming-of-age favorita. 

La canción simplemente había saltado a su cabeza cuando había sido su turno de cantar.

Sin embargo, a medida que iba cantando, las palabras se habían invocando en él las imágenes de una historia pasada: La historia de su propia adolescencia en medio de todo un remolino de emociones. Y en un momento de la canción, la mirada de Emilio se había cruzado con la suya. Entonces los recuerdos se encendieron con todos esos momentos que habían vivido juntos sin nunca haber llegado a un cierre correcto.

De alguna manera, Joaquín siempre había puesto una distancia para que las personas no llegaran del todo a él, a sus problemas... a sus pensamientos más profundos. Y extrañamente, podía darse cuenta que Emilio lo había logrado sin ser grandes amigos o siquiera muy cercanos. Emilio había estado ahí cuando Joaquín había evolucionado del que todos creían que era al Joaquín real, él había estado ahí atestiguando cómo Joaquín se había convertido en el mayor sostén de su familia. Incluso estuvo presente cuando su papá había intentado volver a acercarse a él y Renata sólo por su popularidad en México para después volver a abandonarlos.

—¿Por qué no me lo dijiste? —La voz de Luke sonó tensa y contenida.

Joaquín apretó los dientes. Se había equivocado tanto en una sola noche y podía verlo reflejado en la mirada de su pareja.

—¿Decirte qué exactamente? —Luke tensó el cuerpo por completo. Era obvio que no esperaba que contestará su pregunta con otra pregunta, parecía una olla a punto de explotar.

—Lo que hubo entre tú y Emilio, —el rostro de Joaquín debió ser un poema de confusión e incredulidad porque Luke sólo se irritó aún más.

—¿Qué quieres decir? —Luke apretó las manos.

—¡Joaquín, vamos! Puedo entenderlo completamente, sólo dímelo. Eran jóvenes. Adolescentes. Estaban despertando a su identidad sexual. Siempre has sido un tipo hermoso... ¡Joder, te vi en esos shows!, para cualquier chico medianamente confundido con su orientación sexual le hubiera sido imposible no caer para satisfacer su necesidad de conocer más a su compañero laborar que se veía como un millón de dólares.

Joaquín tuvo que contenerse para no reír. Luke debía estar bromeando. Todo lo que decía era absurdo.

—¿De qué estás hablando? Yo nunca...

—¡Ay, por favor, Joaquín! Es evidente que Emilio y tú tuvieron algo hace mucho. No sé si se acostaron un par de veces o... —Luke apretó los dientes en un intento de calmarse, pero estaba fallando miserablemente.— ... O si se enamoraron. Aunque, por la canción que él te cantó es más que obvio que él si se enamoró de ti.