El Rubio y la Pelirroja.

King Cross.

Al cruzar la Plataforma 9 ¾, el lugar estaba como siempre; a rebosar de gente, hace rato los Weasly's, Potter's y Scamander's se habían encontrado y reunido, Rose, Albus, James y Molly estaban juntos, los dos mayores, ambos de Gryffindor, que cruzaban su segundo año les hablaban a los pequeños de lo maravillosa que era Hogwarts. 

—El banquete de bienvenida será lo mejor, ya lo verán— decía Molly, otra pelirroja my hermosa, con la cara llena de pecas que la hacían ver muy atractiva.

—Sí y en la Selección, ambos deben quedar en Gryffindor, ¿escucharon?, aunque supongo que Ravenclaw está bien.—musitó James, él, al igual que su hermano Albus eran los dos únicos pelinegros de la familia; el primogenito de los Potter al igual que su padre y  su hermano menor increíblemente guapo, los tres tenían parecido sorprendente, sólo que James no usaba anteojos, por todo lo demás los dos hermanos eran la viva imagen de su padre, el gran Harry Potter. 

—No seas así, James— Le recrimino Molly, para luego mirar a los dos niños.—Chicos, en la casa que queden será maravilloso.

Albus y Rose se limitaron a sonreir, no sin algo de nerviosismo ante la perspectiva de no quedar en la casa en la que había estado toda su familia por años. 

—¡Eh, Rose, Albus!—Los saludaron los gemelos Scamander, ambos también empezaban en Hogwarts este año y se llevaban muy bien con la familia Weasley y la familia Potter.—¿Qué tal? ¿Emocionados? 

—Claro, pero supongo que es normal.—Admitió Rose—¿Y ustedes?

—Solo un poco— Admitió Lyssander, aunque eran gemelos, los Scamander's tenían ciertas diferencias en su aspecto, por ejemplo, Lorcan era tan pelinegro como Albus, mientras que Lyssander era rubio y este, además, tenía cierto toque de su madre Luna Lovegood que el otro gemelo no tenía.—Nosotros queremos entrar en Ravenclaw como mamá, pero también nos gustaría entrar en Gryffindor. 

—Rose y yo queremos entrar a Gryffindor, verdad Rose?

—Sí, aunque. . .—pero no pudo terminar porque algo más captó su atención, un muchacho rubio, de piel blanca como la leche, pero sus ojos fueron los que atraparon a Rose, unos ojosde un gris metálico sorprendentemente hermosos, cuando el niño se dio cuenta que lo miraba clavó sus ojos grises de Rose y por alguna razón le sonrió, la pelirroja le hubiera correspondido sino fuera porque...

—Así que es ese el pequeno Scorpius—Dijo Ron Weasly mirando al chico de cabello rubio a lado de un hombre parecido a él que seguramente era su padre.

Ron gira su atención a la pequeña Rosie—Asegurate de superarlo en todos los exámenes Rosie. Suerte que has heredado la inteligencia de tu madre. 

—¡Ron!—Exclamó Hermione, la madre de Rose, pero ésta no la escuchaba, ese chico era el hijo del peor enemigo de su padre. En ese momento, después de una pequeña conversación que él había tenido con su padre, sus miradas volvieron a chocar pero ésta vez no eran de inocencia como hace un momento, si no de la más profunda frialdad, y en ese momento supo, Rose, que no podría nunca jamás volver a fijarme en los ojos grises de Scorpius Malfoy.