Lo que nunca imaginé [LuzuPlay]

Prologo

Narrador Omnisciente

El coche de la familia de Luzu empezaba a detenerse. El gran día donde iniciaba su vida universitaria empezaría. Había decidido estudiar Ciencias Políticas en la prestigiosa Universidad De Karmaland. Había muchas carreras a elegir, a decir verdad. Pero la verdad el no había elegido mucho, solo la Universidad. Ya que en su familia a todos eran políticos, y tendría que continuar con la tradición.

Su madre bajo, al igual que su padre. El los acompaño a bajar sus maletas. Era increíble, al fin y al cabo, valió la pena estudiar para llegar a ese edificio tan importante. Su madre lo miro seria.

-Te recuerdo, tienes que ser el mejor de la clase-le dijo.- Primera queja del Director y dejas de estudiar ¿entendido, Borja?

Su madre era así, una señora que se sentía satisfecha con mucho. Nunca había llamado a Borja por un apodo cariñoso o algo así. En el fondo, a veces Luzu se preguntaba "¿Mi mamá me quiere?"

-Hijo, yo siempre estaré orgulloso-lo felicito su padre.- Es una lástima que no pudieras ser fotógrafo, pero mira el lado positivo, serás la envidia enfrente de los De Luque y los Díaz.

-Oh- se sorprendió la señora Luzuriaga.-¿Que pasó, Mateo?

-¿Puedes creerlo, Pamela?-suspiro.- Samuel, el hijo de los De Luque, estudiará para ser paramédico. Mientras que Guillermo Díaz estudiará Nutrición. Mira hijo, te apoyamos en lo que sea.

-Bueno... ya que tu padre y yo te apoyamos con lo que eras bisexual-dijo a regañadientes la señora.-Te apoyaremos en lo que sea.

-Si, claro-se dijo a sí mismo Luzu.-Pero no me apoyan de qué quiero ser fotógrafo.

-...¿Que estudiará Lanita?-preguntó el señor Luzuriaga.

-¿Huh?-balbuceó Luzu.-¡Ah! Estudiará Diseño de Modas.

-Seguro será grandiosa-respondió su madre radiante.

Luzu suspiro, para despedirse. Un cálido abrazo para su padre y un apretón firme de manos. Vio cómo el coche se alejaba. Ese día iba de mal en peor. Se apresuró a llegar rápidamente a la recepción. Pero con tres maletas, una mochila en su espalda y una mochila cruzada era difícil. Apunto de caerse y después patear sus cosas llego uno de sus mejores amigos, Samuel De Luque.

-¡Madre del amor hermoso!-saludó el joven.- ¿Como estas, tío? Hace algún tiempo que no te vemos.

-Ya saben, mi madre que solo quiere que me junte con los mejores.-dijo riendo mientras arremedaba la voz de su madre.-Ya sabes, por que no elegiste ser abogado o alguna tontería así.

-Vaya... es una lástima que tus padres no te dejaran la carrera de fotógrafo profesional-hizo una mueca.-Veo que necesitas ayuda ¿te apoyo?

-Gracias, Vegettita-Ese era el apodo que le habían puesto, ya que era muy fan de una serie llamada Dragón Ball.-Voy a recepción.

Samuel agarro dos maletas y se dirigieron hacia la zona que buscaba Luzu. Dio su nombre completo y se le entregaron papeles útiles, acompañados por una llave que decía 113.

-¡A mi me tocó la 106! Estamos en el mismo pasillo.

Vegetta lo guió por los pasillos amplios de ese enorme lugar. Pasaron por un jardín para llegar a las habitaciones 100-199. Se detuvo en la que le correspondía. La abrió y empujó con su cadera. La habitación era amplia, cocina, dos puertas donde estarían las habitaciones, un pequeño comedor, una sala de estar algo amplía y una puerta a lo que sería el baño.

-Pues si vale lo que cuesta-sonrío complacido.-Gracias, Vege ¿A ti con quien te toco?

-Me tocó con un chaval llamado Rubén Doblas Gundersen , tengo entendido que es noruego y llegará dentro de un tiempo-respondió.-Me muero por conocerlo. A Willy-así le decían a Guillermo.-Le tocó con David ¿será casualidad?-Luzu solo negó.-Es una enorme casualidad que Willy le toque con la persona que ah amado por cuatro largos años.

-La verdad, si ¿en donde están ellos?

-En la 119 ¿A ti con quien te toco?-preguntó Vegetta.

-No tengo ni idea, pero quiero sorprenderme.

-¿Sabes con quien está Alex?-dijo Samuel.- ¡Con su lindo amor! ¡FRANK!

-Al parecer la suerte no está de nuestro lado.

-Bueno, me voy. Tengo que ir con Willy y después a esperar a Doblas.

Su amigo desapareció por la puerta. Tendría que esperar a su compañero de cuarto para poder elegir una habitación, aunque daba igual, las dos eran iguales.