Pasaron algunos meses, con mucha exactitud pasaron cuatro meses. Esos meses fueron pesados, entre clases y salidas con amigos pero los disfrutaban.
Eran principios de Diciembre y todo marchaba con tranquilidad. La relación de Luzu y Auron era de amigos, simplemente amigos los cuales se decían cosas bellas y de vez en cuando ,pero no rara vez, se daban un beso. Se sentía tranquilo con su carrera de fotografía. Estaba muy bien ir cada fin de semana y tomarle foto a la playa, el menor veía con asombro las fotos que tomaba.Las vacaciones de invierno iniciaban, y tanto Lolito como Borja y Auron se decidieron ir a casa del abuelo de Luzuriaga para pasar las navidades ahí. Serían unas navidades agitadas para el joven Borja ya que nunca antes había celebrado así de grande, la mayor parte de los días festivos el los pasaba solo. Y esas vacaciones todo cambiaria. Todo sería diferente para Luzu, sería agradable.
Auron se ofreció a ir con él a casa de su abuelo ya que su familia no iba a hacer nada y preferiría estar con Luzu. Y bueno, con Lolito no había tanto problema, el chico era como un hijo para el señor Luzuriaga. Los tres tomaron un tren en dirección a casa de su abuelo.
Para el mayor era grandioso la idea de pasar las navidades con dos buenos amigos y su abuelo. Les preguntaba a ambos chicos como era eso pero solo Auron le contestaba. Lolito y Luzu le prestaban totalmente atención al chico que sabía de lo que hablaba.
Ya los dos menores estaban profundamente dormidos pero Borja aún no podía pegar el ojo tan bien desde esos sueños misteriosos. Unas noches eran Samuel y Rubén, otros eran Lolito y Auron. Un sueño que siempre iniciaba tan indefenso terminaba con esos resultados. Había veces donde esos sueños parecía tan reales que no podía mirar a ni uno de ellos por días. Había ganado un miedo nuevo, el miedo a pegar el ojo para descansar. Pero algo dentro de él se tranquilizó cuando Fernández colocó su mano encima de la pierna de Luzuriaga tranquilizándolo.
—¿Por que no descansas un poco?—le preguntó abriendo los ojos lentamente.
—No puedo... estoy pensando en muchas cosas.—contesto Luzu aún pensándose en su respuesta, ¿sería bueno contarle a Lolito sus sueños?
—Tu solo duérmete, cualquier cosa fuera de lo común yo te despierto.—el chico de los ojos esmeraldas le acaricio la mejilla.—Confía en mi, ¿vale?—Luzu asintió para cerrar los ojos.
El chico se quedó profundamente dormido sin esos odiosos sueños, mientras que Lolito cuidaba a Luzu acariciándole la pierna continuamente y viendo descansar a sus dos amigos.
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Lo que nunca imaginé [LuzuPlay]
FanfictionPronto, el mundo de ambos daría un giro inesperado. La vida de Luzu de pasar a ser algo "aburrida" pasó a tener color. Todo gracias a Raúl.