Mutantes: El Comienzo de una Nueva Era.

Capítulo 28: La chica del Fuego

<><> Pov Connor <><>

Obelisco - Argentina

Darius Layne, desde que Richard lo había declarado mi oponente era totalmente imposible verlo como menos que eso. Apesar de su gran conflexión era capaz de hacer frente a mis ataques y evitarlos.

Toda la plaza se había vuelto un lugar tremendamente caótico; cada cuerno que fallaba en darme siempre terminaba impactando con el cuerpo de algún civil y de inmediato acababan sin vida, pero aún así no estaba dispuesto a rendirme; los planes de Richard eran evidentes y yo no pretendía ponérsela fácil.

Nuestro enfrentamiento se resumía en sus ataques que yo evadía y mis intentos de embestirlo que nunca resultaban, pero luego de ver quién aparecía, de momento la balanza se inclinaba hacia mi favor.

—Kate... — me apresuré a bajar hasta su lado. —¿Cómo... ?—

—Hay un aparato, Karen y Kiara se encargan de Melissa... — susurró.

—Pero... —

—Acabemos con él y luego hablamos.— me sorprendió terminando su frase con un beso en mis labios.

—¿Qué pasó con Melissa?— interrumpió Darius que había parado de atacar cuando apareció la peliroja.

—Mejor preocúpate por tí.— amenazó mi compañera, y de inmediato lanzó una bola de fuego al hombre, dió justamente en el blanco pero aún así nuestro rival parecía poco dañado.

—¿¡Dónde está Melissa!?— gritó completamente salido de sus cabales. Di un paso hacia él pero la gemela me detuvo tomando mi mano.

—Acabé con ella.— informó la chica del fuego. —Murió.— él estaba totalmente impresionado, su mirada lo confirmaba. —Ahora ríndete o terminarás igual que ella.—

—¡NO!— fue lo único que dijo antes de empezar con una nueva ráfaga de ataques. Me posicioné en frente de Kate y con mi estructura nos cubría a ambos, cuando sentí que había parado me retiré de en medio y le di la oportunidad a Kate de atacar.

Él recibía directamente cada golpe, no le causaban gran daño pero si le debilitaban y parecía algo cansado.

—Será mejor que pares con todo esto.— intenté negociar con él cuando no hubo ataques de ninguna parte —El único enemigo es Richard, él nos manipula a todos, con él es que debemos acabar.—

El hombre se mantenía con la cabeza baja mientras recuperaba el aliento. Yo tenía muy en claro que sí no aceptaba trabajar con nosotros solo quedaba una cosa que hacer con él.

—Yo... — Darius se mostraba frustrado, derrotado, quebrado. —Yo... — repitió nuevamente sin palabras para continuar.

—Tú... acabarás con ella por haber vencido a tu hermana y luego te encargarás de él...— esas palabras provenían de la silueta que aparecía al lado del hombre, pero con solo escuchar su voz yo ya sabía de quién se trataba.

—Má... — quedé helado al verla y repetir sus palabras anteriores en mi mente. —Magg.—

—Es un orden, Darius.— él nos miraba con su ceño fruncido, ella le dió un par de toques en la espalda y retrocedió un poco.

—No tienes porque... — no me dejó hablar y comenzó con nuevos ataques más potentes, nos cubrí sabiendo que habíamos perdido el momento de arreglar las cosas. —Cuando él se detenga tú atacas,— le notifiqué a la peliroja, ella asintió. —pero no pares hasta que lo hayas destruído.—  ella abrió un poco los ojos pero terminó accediendo a mi petición.